Por: María Ana Ventura
El calentamiento global no afloja, la temperatura aumenta cada vez más y tenemos que pasar el verano. Para que en nuestro intento de supervivencia no derrochemos energía eléctrica, agua y otros recursos no renovables, van aquí algunos consejos:
1. Prepará tu casa
Hay muchas decisiones que se pueden tomar para tener una casa más fresca o que conserve mejor el frescor . Por ejemplo, usar cristales dobles, cortinas black out, burletes en puertas y ventanas, pisos de materiales aislantes térmicos y mantener los ambientes ventilados.
2.Más verde por favor
Las plantas funcionan como aislantes de la temperatura, así que intentá subirle el verde a tus ambientes. Pensá en macetas en la ventana que absorban los rayos de sol y enredaderas en las paredes.
El agua, cuando se evapora, hace bajar la temperatura ambiente, así que regá tus plantas de noche y disfrutá el efecto durante el día. ¡Ah! Elegí plantas autóctonas que consumen menos agua.
3. Aire acondicionado, no congelado
Por cada grado que subís, se calcula entre un 6 y un 8% de aumento del gasto energético. Mantené el aire acondicionado entre 24° y 26°, que es la temperatura suficiente para refrescar un ambiente.
Aprovechá las funciones de temporizador para la noche, así no terminás durmiendo con frazadas y derrochando electricidad.
Si tenés que comprar uno nuevo, mirá las etiquetas de eficiencia energética y, mientras pueda, andá por los que sean categoría A, que consumen aproximadamente un 50% menos de energía que el promedio.
4. Hidratate sin huella
Sí, es muy importante que tomés mucho líquido para no deshidratarte. Pero que esto no implique que vayas regando tu camino de botellas PET. Las botellitas deportivas de acero inoxidable son una opción súper sustentable para cargar líquido fresco para el camino.
5. A la pileta
Las piscinas son un lugar donde se derrocha miles de litros de agua. Por eso, es importante tomar algunas medidas para reducir la periodicidad con que se renueva el agua. Por ejemplo, pasar el barrepileta diariamente; cubrirla cuando no se usa para impedir que entren desechos; diluir una taza de lavandina por cada mil litros de agua y hacer el vaciado o llenado durante la noche.
Al calor, ¡conciencia y preparación!
Hasta la próxima,
Marian