El francés más famoso

#PorQuéParís

Alain Delon es para los franceses lo que para nosotros Maradona (y ahora también Messi): el compatriota al que, de Tokio a Los Ángeles, de Buenos Aires a Moscú, todo el mundo conoce. Y, sin embargo, el “James Dean francés” no goza en su patria del mismo reconocimiento que tiene en el exterior. Tal vez porque nadie es profeta en su tierra. O quizá porque a Delon jamás le interesó mostrarse políticamente correcto…

Madonna compuso una canción inspirada en él: Beautiful killer. Richard Gere lo imitó para construir su personaje en American Gigolo. El actor Chow Yun-fat hizó célebres los anteojos de sol Delon en Hong-Kong al usarlos en un film. Y su imagen fue relanzada hace poco por la firma Dior mediante una fotografía de 1968 que –retocada para borrar el cigarrillo entre los dedos en la toma original- ha dado la vuelta al planeta.

Alain Delon y Charles De Gaulle fueron en el siglo XX los dos franceses más célebres universalmente. Y, aunque está parcialmente retirado, nadie ha sustituido al actor como ícono del cine y de la cultura francesa.

 

Si bien pasó por todos los géneros cinematográficos, su imagen quedó más bien asociada a personajes trágicos, solitarios y reservados, duros y frágiles al mismo tiempo; el piloto ceñido a la cintura y el sombrero fueron sus marcas de identidad. Pese a la perfección de su rostro, no hizo de la categoría de galán lo central de su recorrido y hasta se mostró vulnerable –como sus personajes- al confesar su desolación tras el divorcio de su última esposa, la holandesa Rosalie van Breemen (con quien estuvo de 1987 a 2003), madre de dos de sus hijos.

Alain Delon y Romy Schneider

Con la bella Romy Schneider formó una pareja mítica en el cine y en la vida, y hace poco aseguró que fue la mujer que más amó.

Iniciada a fines de los años 50, su carrera cinematográfica conoció en los 60 y 70 un esplendor que dejó varios clásicos en los que actuó dirigido por “monstruos” de la realización como Luchino Visconti, René Clément, Jean-Pierre Melville, Joseph Losey, y en compañía de actores de la talla de Renato Salvatori, Annie Girardot, Claudia Cardinale, Burt Lancaster, Maurice Ronnet, Romy Schneider, Lino Ventura, Jean Gabin, Simone Singoret, Anne Margret…

Annie Girardot y Alain Delon, dirigidos por Luchino Visconti
Rocco y sus hermanos (1960)

Más tarde, vino un inesperado eclipse, cuando se puso a producir sus propias películas y el cine comercial le quitó espacio al cine arte. Cayó casi en el olvido en los 90 y volvió con el nuevo siglo a otra de sus pasiones: el teatro, donde hace poco se dio el gusto de actuar con su única hija mujer, Anoushka.

“Soy uno de los pocos mitos vivientes del siglo XX”, dice de sí mismo Delon, que hoy tiene 77 años.

Con Claudia Cardinale en El Gatopardo

El éxito y la fortuna no cambiaron nunca en él cierta atracción por la marginalidad en la cual creció y vivió hasta sus comienzos actorales. Quizá eso explica la afición por el mundo del boxeo y la amistad con Carlos Monzón, a quien incluso visitó en la cárcel en 1993. Hijo de una familia tempranamente disuelta –sus padres se divorciaron cuando tenía 4 años y lo dejaron en un hogar- a los 17 se enroló en la marina y peleó en Indochina. Fue al volver de esa experiencia, y luego de subsistir con pequeños trabajos, que obtuvo pequeños papeles en cine.

Delon y Girardot (Rocco y sus hermanos)

Su carrera en el cine

La fama llegó con Plein soleil (A pleno sol, 1960), film del que hoy se conoce más la remake (El talentoso Mr. Ripley) protagonizada por Matt Damon en el papel que entonces hizo Alain Delon. Segunda versión muy lograda pero que para nada opaca la primera, una verdadera joyita del suspenso policial y psicológico.

A pleno sol (1960)

Luego, ese mismo año, vino mi favorita: Rocco y sus hermanos, dirigida por Luchino Visconti, un drama de aquellos, no recomendable para ánimos caídos porque, como buen producto del realismo italiano, es tristísima por lo veraz, justamente. Pero es una película ineludible.  En este link se puede ver una galería de fotos.

En 1963, filma El Gatopardo, la versión cinematográfica de la novela de Giuseppe di Lampedusa, nuevamente bajo la dirección de Visconti, con Burt Lancaster y Claudia Cardinale; con ésta última volverá a actuar en la excelente Los Centuriones (1966), también adaptación de una novela (de la saga de Jean Lartéguy) ambientada en la Argelia francesa. El Samurai (1967) –sobre un asesino a sueldo- y El Círculo Rojo (1970) son otros de los films míticos de Delon (1967).

En El Samurai

En 1968, vino el reencuentro –cinematográfico- con Romy Schneider en La piscina (de esa película es la fotografía que cedió a Dior para su publicidad de perfume).

También incursionó en films de aventuras como El tulipán negro (1964, basado en una novela de Alejandro Dumas) y Los aventureros (1966, con Lino Ventura), de la cual surgió el primer tema grabado por Delon, Laetitia, más dicho que cantado. Aquí se puede escuchar una versión con fotos de la película.

Y este es un buen clip de la película.

Laetitia no fue su única incursión en la canción: llegó a pisar el escenario con Céline Dion.

Otro éxito fue Borsalino (en 1970, con Jean-Paul Belmondo). Monsieur Klein (1976) fue un film diferente, donde la psicología se mezclaba a una historia en tiempos de la ocupación nazi.

En 1971, “asesinó” a Trotsky, interpretado por Richard Burton, al hacer el papel de Ramón Mercader, en el film El asesinato de Trotsky, dirigido nuevamente por Joseph Losey. Aquí hubo otro reencuentro con Romy Schneider.

Dos contra la ciudad (1973, Deux hommbes dans la ville), con Jean Gabin, es un gran alegato contra la pena de muerte, de lejos muy superior al que intentaron Susan Sarandon y Sean Penn recientemente y que de tan malo casi logra el efecto contrario al propuesto.

También compartió cartel con Simone Signoret (esposa de Yves Montand) en La viuda Couderc (1971).

Con Jean-Paul Belmondo, en Borsalino

Monsieur Klein (1976)

Inolvidable fue Adiós al amigo, con Charles Bronson, uno de los policiales más entretenidos que he visto, original y con cierto tono de comedia.

En los 80, produjo y realizó una serie de policiales más bien olvidables.

Pero en esos años fue él quien descubrió y lanzó a Anne Parillaud, conocida entre nosotros por su papel en Nikita (la original, dirigida por Luc Besson en 1990).

Con Anne Parrillaud

Luego de su romance con Romy Schneider, se casó con Natalie Canovas, con quien tuvo un hijo, Anthony.

Más tarde, y por 15 años, fue pareja de Mireille Darc, su amiga hasta el día de hoy.

Después de ella hubo algunos romances fugaces, con la mencionada Parillaud y con la cantante Patricia Kaas, entre otras, hasta que en 1987 conoció a van Breemen.

En este video, un racconto de su vida sentimental.

 

Nostalgia y otras aficiones

Con Visconti cometió un furcio que todavía lo hace reír: “Vi que tenía valijas marcadas con las iniciales L.V. Le dije: ‘Maestro, es formidable tener el equipaje con su nombre’. Él estalló en carcajadas porque yo ignoraba que eran las iniciales de Louis Vuitton”.

Como promotor de boxeo, entre 1972 y 1974, organizó peleas entre Jean Claude Bouttier y Carlos Monzón y entre éste y José Nápoles.

Políticamente gaullista, varias veces representó a su país en eventos internacionales, pero también hizo otras gestiones menos públicas, como cuando viajó a Rusia para apoyar la candidatura a gobernador de Siberia del general Alexandre Lebed, cuya muerte en un accidente aéreo en 2002 despejó el camino a la presidencia de Vladimir Putin.

Una de las razones de la escasa empatía hacia él de parte de la opinión francesa, es su alineamiento con el centro derecha y algunas provocaciones como la de decir que adoró filmar con Jean Gabin Dos contra la ciudad pero que personalmente está a favor de la pena de muerte.

Con Jean Gabin, en Dos contra la ciudad

Sin embargo, sus opiniones sobre la crisis del cine son compartidas por muchos. Denuncia a la globalización y su tendencia a homogeneizar y estandarizar la cultura: “Lo que ha cambiado –dijo recientemente- es que ya no hay más cine nacional. No hay más cine francés, como antes. No hay más cine alemán, cine italiano, cine español. Hay personalidades en cada país, pero eso no hace el cine de un país”.

En el patio de la cárcel con su amigo Carlos Monzón (1993)

Como sobreviviente de una época dorada, no puede evitar la nostalgia: “No me gusta mirar mis películas porque veo demasiados amigos desaparecidos y soy el único sobreviviente. No me gusta ver revivir en la pantalla a gente que amé. Pienso en Burt Lancaster, en Serge Reggiani, en Jacques Deray, en Visconti, por supuesto y su jefe operativo, Aldo. Ellos son parte de mi vida. Me resulta insoportable reencontrar a Romy Schneider y Maurice Ronet en La Piscina. Son imágenes demasiado crueles”.

En nuestro país, todo el mundo recuerda que en 1968 Pipo Mancera lo recibió y lo entrevistó en su show Sábados circulares. Lo que no es tan recordado fue que en un momento de la entrevista le soltó un: “Si tuvieras un accidente de auto y se te deformara la cara, ¿seguiría sonriendo como ahora?”. La respuesta fue: “La sonrisa es algo que viene del alma”. La revista Primera Plana hizo una crónica indignada de este derrape del anfitrión de Delon.

Años más tarde volvió a la Argentina para visitar a su amigo Carlos Monzón, caído en desgracia.

A los fans del cine, les recomiendo sus películas. Todas las que mencioné en esta nota son buenas; y varias de ellas lo son superlativamente.

Por último, la frutilla del postre. Un clip de fotos de Alain Delon, posando con Brigitte Bardot.