Un (lógico) mal arranque de River

23 de junio de 2013, termina el Torneo Final en el que salimos subcampeones a pesar de que nuestros máximos goleadores convirtieron apenas 5 goles cada uno (Luna y Lanzini), y sabemos que a partir de agosto disputaremos otro campeonato intenso y la Copa Sudamericana.

Imaginamos que los dirigentes harán el máximo esfuerzo, económico y creativo, para reforzar el plantel. Tenemos por delante 1 mes y medio. Lo ideal sería tener a todos los jugadores listos para la pretemporada. Mantengamos la fe, a pesar de que esta dirigencia demostró ineptitud en varios mercados de pases. Lo mejor está por venir.

Sabemos que se nos irán Mora e Iturbe, creemos que Ramón no tendrá en cuenta a Trezeguet y comprobamos que Luna no es la solución (al menos como el 9 titular). Con lo cual habrá que traer delanteros. Vangioni demostró que es mejor volante que lateral, entonces sería bueno conseguir un buen 3. ¿Y por qué no también un lateral por derecha, para que Mercado tenga con quién pelear el puesto?.

-          “Che, se va Marinelli a Atlético Rafaela”

-           “No te preocupés, seguro traerán otro arquero, ¿o pensás que vamos a jugar Copa y Campeonato solo con dos arqueros y un pibito de las inferiores?, Mirá si se lesiona uno y echan al otro…”.

 4 de agosto de 2013, empieza el campeonato. El arquero no llegó. El 3, tampoco. ¿El 4?, no lo veo. ¿Delanteros?…

-          “Mora no vino, a Iturbe lo vi en un amistoso en Porto, creo que Trezeguet firmó con Newell’s… Luna se fue a Central…  Ah, pará, vino Teo Gutiérrez”…

-          “Grosssso, ¿y cómo anduvo en los amistosos?”

-           “No, pará, vino hace un par de días”…

-          “Ah, tá para jugar?”,

-          “…y, no, supongo que hasta la tercera o cuarta fecha no debutará…”

-          ¿Entonces…?”

-          “Juega Simeone!!”

-          “Dale, ¿el Cholo?, jajaja”

-          “No, el hijo, el de las inferiores”

-          “UH, ok… y ¿en el banco?”

-          “Andrada, otro pibito”

-          “¿Y con estos vamos a jugar los dos torneos?”.

-          “No, pará, anotamos a varios…”

-          “¿A quiénes?”

-         “Hauche, Castillón, Romero, Leguizamón y Mora”.

-          “¿Otro Mora?

-          “No, es el mismo… te lo juro, se ve que se arrepintieron y ahora fueron por él”

La derrota contra Gimnasia pudo haber sido injusta. Quizás el penal no fue penal y perdimos por Ceballos. Es cierto que aún falta que debuten Fabbro y Teo Gutiérrez, que puede llegar un delantero más y que Carbonero aún va a rendir mejor. Pero, esta derrota era esperable. Un equipo, sobre todo el más grande, no puede jugar sin delanteros de experiencia.

Simeone, Andrada, Kaproff, etc… son la gran apuesta a futuro y, como tales, tenemos que cuidarlos. No tirarles toda la responsabilidad.

Como dije la semana pasada, este libro de pases fue muy desprolijo. Seguramente los dirigentes esperaban contar con dinero de las ventas de Balanta, Funes Mori y hasta de Lanzini. Pero bueno, ante esos fracasos había que armar otra ingeniería para conformar un plantel que tuviera volantes y defensores, pero también delanteros.

Ah… y encima, recordemos que en diciembre sólo se pueden incorporar dos refuerzos. Si se avivan de que nos falta un arquero y traen un jugador en ese puesto, solo quedará uno para adelante.

Además, ¿qué fue eso de anunciarle a Ramón que iban a extenderle el contrato?. Creo que la mayoría de los hinchas de River queremos que el riojano se quede. Pero, ¿no debería encargarse la próxima Comisión Directiva de las decisiones para lo que suceda a partir de diciembre, luego de las elecciones?. ¿Qué apuro había?.

Crucemos los dedos, recemos, confiemos en la magia de Ramón y no nos enojemos con los pibes de las inferiores. Ellos seguramente darán lo máximo para que River gane y salga campeón. Pero, si eso no sucede, no los responsabilicemos por haber tenido que ocupar espacios vacíos.

Ariel Wolman
@arielwolman 

Un mercado de pases para el olvido

Sí, claro que en materia de apellidos hubo peores… Es más, desde el 2005 para acá hubo muchos más desaciertos que aciertos en la  llegada de refuerzos a River. Pero lo de este invierno fue desastroso.

Ojo, no me refiero a los jugadores que llegaron. Teo Gutiérrez ilusiona, Fabbro promete, el “Malevo” puede ser importante (si recuperar la memoria) y Carbonero aportaría mucho fútbol en el medio.  Pero el manejo de los dirigentes fue, como mínimo, muy desprolijo.

En principio es el último semestre de Passarella como presidente. Posiblemente se postule para la reelección y veremos qué dirán las urnas. Pero por lo pronto es el último libro de pases de su primer mandato.

La lógica decía que iba a gastarse todos los cartuchos en refuerzos de gran jerarquía, apellidos que ilusionaran al hincha, esos que alguna vez nos hicieron felices…  Pero no, por ahora llegaron pocos y la mayoría tarde, cuando ya estaba terminando la pretemporada. De hecho Teo aún no se entrenó con el equipo y ya se habla de que podría debutar el domingo.

No hace falta recordar cómo fueron los libros de pases anteriores… el paraguayo Rodrigo Rojas, Juan Manuel Díaz, Carlos Arano, Luciano Vella, Fabián Bordagaray (único refuerzo para el semestre más difícil de la historia), entre muchos otros.

Claro que también vinieron Cavenaghi y el “Chori” Domínguez… pero vinieron  porque ellos hicieron fuerza en los medios y terminaron yéndose por la puerta de atrás, luego de darnos el ansiado ascenso. ¿Qué figuras querrían venir ahora a exponerse de esa manera?

Esta gestión, que no jugó hasta ahora ninguna Copa  y que permitió que nos fuéramos al descenso (luego de varios malos torneos y peor administración de la Comisión Directiva de Aguilar – lo aclaro por las dudas-), se vanagloriaba con haber ganado el “Campeonato económico”. Sin embargo no hay dinero para reforzar al plantel. El modus operandi para traer jugadores entonces es hablar con ellos para que fuercen su salida de sus clubes, como sucedió con Teo. Ni hablar con la desprolijdad en el tema del cupo de extranjeros. Llegamos al último día con la desesperación de desprendernos de dos jugadores, ¡con urgencia!.

A mí en lo particular no me gusta Luna, para nada. Considero que no es un delantero para River. Pero ¿venderlo cuando hay un solo 9 y dos competencias en el próximo semestre?. Espero que mientras estoy escribiendo esto los dirigentes cierren la llegada de otros tres delanteros…

En materia de fútbol espero que Ramón no comience el campeonato con la famosa línea de 3. Es un sistema que tiene que estar muy aceitado para que funcione y no es cuestión de hacer prueba y error en el comienzo del torneo…

Ojalá que en los próximos meses podamos ganar alguna de las competiciones que jugaremos. Aún faltan delanteros pero hay mucha esperanza en lo que pueda hacer Ramón, un hombre que sabe lo que es ganar.

Ariel Wolman
@arielwolman

Los ídolos de River

Es difícil determinar quién es ídolo de un club o quién no. Seguramente los de River estaremos de acuerdo en varios, pero aún así habrá algún hincha que pondrá reparos a algunos de la lista.

Es común hoy en día que se hable de “ídolos” cuando nos referimos a exjugadores riverplateneses que juegan actualmente en el exterior y que tuvieron la dicha de ganar varios campeonatos siendo figuras, como Aimar, Saviola, Dalessandro, etc. Pero, para mí, no todos lo son.

A lo largo de mis 40 años disfruté de grandes equipos y me maravillé con muchos jugadores. Hasta podría decir que los quise,  y aún los quiero, como si fueran familiares. Puedo nombrar a Alonso, Fillol, el “Negro” Enrique, Francéscoli, Alzamendi, Comizzo, Medina Bello (sí, el Mencho, ¿y qué?), Ramón Díaz, Hernán Díaz, Burgos, Salas y, obviamente, el jugador que creció conmigo, que se llama como yo, y nunca debió haberse ido del club, ninguna de todas las veces que se fue… Ariel Ortega.

Algunos de los jugadores que mencioné nacieron en el club, otros no y sin embargo se hicieron querer, mucho más que otros. ¿Cómo?, de mil maneras posibles, y con esto no me refiero a los que declaran en los medios una cosa pero piensan y/o hacen otra.

Son los que se mataron en la cancha, se esforzaron por el equipo y eligieron jugar en River por sobre otras opciones. Cavenaghi ocupa un lugar importante en mi corazón, al igual que el “Chori” Domínguez. Ya lo dije mil veces, pero hay que recordar que ellos también ganaban grandes cantidades de dólares, euros, o lo que sea en otros países pero aún así levantaron la mano para venir al club el día del descenso, cuando la cancha estaba en llamas, se hablaba de jugar en la B sin visitantes y con el estadio suspendido por varias fechas. ¿Qué en River ganaron plata también? Obvio, es su trabajo. ¿Qué salían de joda?… ¿Y?… que salgan todas las noches y jueguen como lo hacen… ¿o prefieren a los que se duermen a las 21 y luego no eluden ni a un cono?.

Seguramente muchos de ustedes pensarán también en Merlo, Gallego, Astrada, Almeyda, Trezeguet o quienes se les ocurran. Y quizás también es válido, cada uno se identifica con los jugadores que quiere.

También digo que los Aimar, los Saviola, los Demichelis, los Dalessandro, tienen derecho a jugar en donde quieran, pedir el dinero que les parezca justo y venir luego al club de la Argentina que más les plazca. River va a seguir siendo River con o sin ellos. Es cierto que el club los formó y les dio la posibilidad de debutar en Primera. Pero no nos deben nada.

Tampoco me importa si dicen que son hinchas. Para mí el hincha es otra cosa, es aquel que hace lo que sea para ir a la cancha, que no puede dormir cuando el equipo pierde, que siente los colores como parte de su vida, y que daría lo que sea por pisar el césped del Monumental con la camiseta de River. A los demás los podemos llamar “simpatizantes”…

El sábado iré a decirle “Hasta luego” a mi querido Ariel Ortega, como se merece. Tal vez se me escape una lágrima, en ese momento abrazaré a mi hijo y le diré que es la emoción por la despedida de un jugador al que quiero mucho. Ese día seguramente pueda ver a otros ídolos de siempre, a quienes siempre da gusto admirar.

En el futuro me gustaría que el club les diera un trato especial a todos estos grandes jugadores que hicieron tanto por River. Como por ejemplo  al “Pato” Fillol, quien se fue de mala manera tras el desaire que le hizo Juan Pablo Carrizo tras aquel partido contra San Lorenzo. Que vuelva y trabaje con los arqueros de todas las divisionales.

Gracias Burrito y gracias a todos los que hicieron que River sea grande, aún en las malas.

Quiero dedicarle este post a un gran tipo, hincha de River como todos nosotros, a quién mataron el lunes a la noche para robarle una puta moto. Se llamaba Esteban Solano, el “Ruso”. Con él tuve miles de charlas del Millo. Tenía apenas 32 años. Y lo mataron… por una puta moto…

Ariel Wolman
@arielwolman 

Otra vez la misma historia

¿Te acordás hermano cuando terminaban los campeonatos y pegábamos la oreja a la radio para escuchar con ansiedad y emoción a qué jugadores compraría River para el torneo siguiente?. Cada apellido era una ilusión, un crack que llegaría para reforzar al gran plantel que tenía el club en ese momento, lleno de figuras y promesas de las inferiores.

Desde hace algunos años eso cambió. Pero ojo, no fue por eso de que la madurez de la edad me sacó ese momento mágico. Los que me lo robaron fueron los dirigentes. Sobre todo desde el segundo mandato de José María Aguilar y este de Daniel Passarella.

No voy a hacer nombres porque no me gustaría ensuciar a los jugadores. Ninguno de todos los mediocres que vinieron en los últimos años tuvo la culpa de haber llegado. De hecho si me llaman a mí, voy también. ¿A quién no le gustaría jugar en River?.

Los responsables de traer jugadores idóneos son los dirigentes, más allá de los pedidos y las exigencias de los técnicos de turno. Pero está claro que, salvo algunas excepciones, en River las cosas se hicieron mal… o muy mal.

Las figuras que llegaron en los últimos años lo hicieron gracias a toda la voluntad que pusieron ellos mismos por jugar en el club, resignando dinero y hasta aceptando jugar en la B Nacional, como el “Chori” Domínguez y Cavenaghi. Y encima recuerden cómo los echaron… como perros.

Oro ejemplo es el de Trezeguet. Entiendo que no esté bien físicamente, pero estaba haciendo todo lo humano para volver bien, y merecía otra oportunidad. Sobre todo que por ahora solo tenemos al “Chino” Luna… Esta vez el responsable es Ramón Díaz, a quien banco, pero que en mi humilde opinión, en esta se está equivocando.

Passarella denuncia que Aguilar dejó el club al borde de la quiebra. Por esa falta de dinero y las grandes deudas no reforzamos a un plantel mediocre y nos fuimos al descenso. Ascendimos en gran medida a la diferencia que marcaron “Cave”, el “Chori” y David, pero fuimos testigos del festejo del presidente por haber obtenido el “Campeonato económico”.

Vendimos en millones de dólares a Lamela, al “Tucu” Pereira, a “Buonanotte”, a Ocampos… Y si bien ese dinero suele entrar en cómodas cuotas, seguimos incorporando poco y con apenas algunos a aciertos como Barovero o Vangioni. Después están los negocios extraños, como Iturbe, que vino por 6 (seis) meses, y más tarde, porque debía disputar el Sudamericano Sub 20.

Ahora escuchamos que para traer refuerzos hay que salir a vender… Es decir que, por ejemplo, para tener un mejor equipo tenemos que salir a vender a la joya del último torneo, Balanta. La famosa frazada corta…

Entiendo que haya déficit en el club, como sucede en casi todas las instituciones del país. Pero no tenemos ideas, ni empresarios que aporten, ni nada. Ese también es el trabajo del dirigente. Con plata somos todos empresarios… el tema es cuando no abunda… Si hay ídolos afuera, hay que mimarlos para que vuelvan. Si la opción es hacer trueques, evaluar las mejores opciones. Es decir, armar una ingeniería para poder conformar un plantel del nivel que River merece.

No creo que en este libro de pases me ilusione como cuando era más chico, la verdad es que estoy muy pesimista. Eso sí, espero que a partir de enero, sea quien sea el presidente del club, volvamos a las fuentes y que cada vez que termine un torneo, seamos campeones o no, soñemos con los jugadores que vestirán la camiseta en la competencia siguiente.

Ariel Wolman
@arielwolman

 

 

Gracias Ramón!

Es verdad que no ganamos el campeonato, que perdimos puntos insólitos como contra Unión, Quilmes y Boca, y que en algunos partidos no jugamos bien. Pero… ¿se acuerdan de dónde venimos?, ¿cómo jugamos en los últimos años?, ¿las temporadas de 40 puntos?.

Terminamos en el segundo lugar con un plantel que, el año pasado, estaba mentalizado en hacer 30 puntos para no sufrir con el descenso. Y, gracias a lo hecho en estos últimos tiempos, arrancaremos primeros en los promedios. Obvio que también suman los 23 puntos que hizo Almeyda, pero si perdíamos las últimas dos fechas del Torneo Inicial, hubiésemos hecho una campaña como las de antes de irnos a la B.

No hay que recordarles que Ramón agarró un plantel que no tiene la jerarquía de aquellos equipos que nos hicieron grandes, ¿no?. Mi idea no es hablar mal de los jugadores que jugaron para River en este último año, porque muchos de ellos dejaron todo. Pero faltaron apellidos, hombres de peso, y eso quedó a la vista de todos.

Barovero fue un gran arquero y es muy bueno que siga. Balanta cumplió, con creces, todo lo que se decía de él quienes lo veían en las inferiores. Vangioni fue un refuerzo de lujo. Llegó, se puso la camiseta y jugó como si lo hubiera hecho siempre en River. Ledesma demostró que necesitaba solo una oportunidad para ganarse un lugar en el medio. Ponzio tuvo un buen comienzo de campeonato pero no volvió bien luego de su lesión. Lanzini tuvo un buen año, le faltó agarrar un poco más la pelota, pero demostró que puede ser enganche en la Primera, y con gol.

El gran déficit sin lugar a dudas estuvo en la delantera, más allá de que en defensa también sufrimos en varias ocasiones. Tuvimos cuatro delanteros y sin embargo los goles fueron convertidos muchas veces  por los volantes o los defensores. Funes Mori desperdició todas las oportunidades, Mora bajó su nivel y no tuvo el respaldo que esperaba del técnico, Iturbe fue de menor a mayor –con altibajos- y Luna estuvo lejos de ser el 9 que necesita un club como River.

Distinto hubiera sido si teníamos en el plantel a Cavenaghi y a Orban, dos jugadores del club que terminamos echando, vaya a saber uno por qué. El “Torito” se hubiese cansado de hacer goles y el tres de Tigre le hubiera permitido a Vangioni jugar de volante por izquierda y así tener aún más chances de llegar al arco de enfrente.

Ahora es tiempo de buscar refuerzos de jerarquía y de hacer el máximo esfuerzo para mantener a jugadores fundamentales para el club, como al “Piri”, Leonel Vangioni, a quien recién elogié. Para algo ganamos el campeonato económico, ¿no?. Tenemos muchos chicos de las inferiores que, con la ayuda de jugadores experimentados y ganadores, nos darán grandes satisfacciones como ocurrió históricamente en River.

Miremos para adelante, compremos bien y vendamos mejor. Total el mejor refuerzo estará en el banco y no como suplente, sino como DT. Gracias Ramón!

Ariel Wolman
@arielwolman

 

 

Renovación y cambio

Si tuviésemos dirigentes deberíamos decirles que River no puede ir a jugar un partido que define el campeonato, contra uno de los rivales directos, tres horas después de que lo haya hecho el líder del torneo  y sin hinchas.

Entiendo los “pedidos” para que un grande juegue a las 21:30 por la TV, la prohibición de los visitantes en los estadios, pero… ¿los encuentros por el descenso se juegan todos a la vez y los del campeonato no?. No muchachos, así no. Algo hay que pelear en la AFA. Boca y Arsenal o Racing y All Boys podrían haber disputado sus partidos en el último turno, porque no jugaban por nada.

Ahora bien, ¿perdimos por haber jugado sin hinchas?. No. ¿Perdimos por saber que Newell’s había ganado y casi no había chances de obtener el título?. No. ¿Perdimos por goleada, jugando mal y sin actitud? Si. El equipo entro frío, desatento, como dormido. Y nunca mejoró.

Es cierto que el uno de los asistentes, Sergio Zoratti, convalidó el primer gol de Lanús cuando era una clara, clarísima, obscena posición adelantada de Chávez. Pero Vangioni logró empatar el encuentro a los pocos minutos, con lo cual la historia volvía a empezar de cero (o de uno, mejor dicho).

Para ser sinceros hay que decir que Lanús llegó unas 20 veces y nos hizo solo 5 porque tuvieron mala puntería. Esta vez Barovero no tuvo la seguridad que viene mostrando desde que llegó a River, y hasta se equivocó Balanta, como clara muestra de que no iba a ser nuestra noche.

Pero bueno, si tuviera que calificar a los jugadores por este partido no se salvaría ninguno. Jugaron mal, sin ganas y sin ideas, en una fecha clave, en la que había que dejar todo en la cancha para intentar el milagro en el último partido, aunque todos los profesores de matemática nos dijeran que las chances eran mínimas.

Hasta Ramón se dio cuenta en un momento que ya no alcanzaba su grito de guerra,  “Vamo, vamo”, para que estos tipos dieran el máximo esfuerzo en la hora y media que les tocaba trabajar. El DT, que indudablemente logró sacarle el máximo potencial a este plantel en casi todo el torneo, se quedó sentado, inmóvil en el banco y con los ojos llorosos al mejor estilo J.J. López (salvando las enormes distancias y los contextos).

Seguramente a fin de mes habrá una renovación del plantel. Varios se irán y, si Passarella lo permite, llegarán refuerzos de jerarquía, para pelear el próximo semestre tanto el campeonato como la Copa Sudamericana. De todas maneras espero, que aunque llegaran Saviola, D’alessandro o  Messi y ganemos todo lo que juguemos, la verdadera renovación llegue en diciembre, con el cambio de presidente.

No me importa qué candidato gane. Pero que el próximo sepa escuchar a la comisión directiva, a los socios y a los hinchas. Porque River es de todos y no puede manejarse de manera caprichosa o soberbia. Lo que había que evitar no se evitó, el descenso. Se buscó tarde a Ramón y se echó de mala manera a dos tipos que vinieron a poner el hombro por River, como Cavenaghi y el “Chori” Domínguez.

Podría seguir pero, como dije antes, ahora hay que pensar solo en el próximo semestre. Para no volver a equivocarnos y conformar por fin un plantel competitivo. Mientras tanto me ilusionaré con el partido tan ansiado. ¿El que jugaremos contra San Martín de San Juan?. Nooooo amigo, el de la despedida al gran “Burrito” Ortega.

Buena semana para todos y acuérdense: estén despiertos y pongan actitud en lo que hagan en la vida, porque sino se comerán una goleada.

Ariel Wolman
@arielwolman

Un esfuerzo más, River

Llegamos a las últimas dos fechas del Torneo Final con chances de ganarlo. Claro, por ahora hay que esperar a ver cómo le irá esta noche a Newell’s ante Unión y, en menor medida, a Lanús contra Estudiantes. Pero lo importante es que River se recuperó del traspié ante Argentinos Juniors y está nuevamente en carrera.

El partido ante Independiente fue muy bueno. Es cierto que no se jugó “lindo”, pero se crearon muchas situaciones y, salvo en el final, no se sufrió. Fue un equipo inteligente que supo manejar el encuentro.

Barovero estuvo firme como siempre. La defensa dio seguridad, pero si hablamos del fondo tenemos que destacar necesariamente a Balanta. Corre, marca, cabecea, sale jugando, se anima a proyectarse… ¿Podremos mantenerlo al menos un año más en River?. Obviamente Vangioni también sigue en un gran nivel y Maidana cumplió. El único que debería aportar más, al menos en el ataque, es Mercado.

En el medio volvió a destacarse Ledesma. ¿Es el mismo que estuvo relegado un año en el Nacional B detrás de todos los volantes?. Rojas estuvo algo perdido y Ponzio sigue lejos de su mejor nivel. ¿No convendrá que se recupere bien para volver?. Lanzini volvió a convertir un golazo y, por momentos, se animó a agarrar la manija del equipo. Si no se va en el próximo libro de pases, creo que en el torneo que viene puede llegar a explotar definitivamente. El chico Matías Kranevitter entró muy bien y, más allá de meter en el medio, puso una pelota increíble que inició el segundo tanto de River.

Pero si el equipo ante Independiente tuvo contundencia fue en gran medida gracias a Iturbe que no solo convirtió un gol sino que, con una gran corrida, propició el segundo y volvió loco en varias oportunidades a toda la defensa “roja”.

Por su parte Funes Mori fue importante en el juego aéreo y poniendo el cuerpo ante todos los rivales. Lástima que aún no logra entender cómo es la ley del offside, al margen de los goles errados. Mora entró bien y casi logra definir el partido

Veremos qué sucede en las próximas horas. Tenemos la chance de salir campeones y hay que aprovecharlo. No depende solamente de nosotros, pero hay que pelearla hasta el final, y como sea.

Para el próximo torneo ya habrá tiempo de pensar. De todas maneras River parece haber encontrado una columna vertebral con Barovero, Balanta, Vangioni, Ledesma y Ponzio, entre otros. Ojalá puedan seguir Iturbe y Mora y que River sume dos refuerzos importantes con los regresos de Aguirre y Trezeguet. Ahora disfrutemos el presente y soñemos con una posible vuelta olímpica.

Buena semana para todos.

Ariel Wolman
@arielwolman

Ramón no puede patear al arco

La semana pasada escribí en este blog que este plantel pelea el campeonato gracias a la mentalidad ganadora de Ramón. Otro técnico se hubiera conformado con el solo hecho de haber clasificado a la Copa Sudamericana o con el hecho de no sufrir con los promedios. Pero el DT hace lo que puede, con lo que tiene.  Ojalá pudiera él mismo entrar a definir los partidos como lo hacía en su época de jugador.

Quienes ven los partidos cerca del banco de suplentes de River, o por televisión, escucharán el constante “Dale, dale” o el “vamos, vamos” de Díaz. Pero los jugadores solos deberían tener la suficiente madurez para comprender que deben entregar todo siempre, pero sobre todo en estas instancias finales en donde estamos peleando el campeonato. Esto significa que hay que buscar, como sea, la manera de convertir goles para ganar los encuentros.

Lamentablemente ayer hubo un antes y un después de la salida de Jonathan Maidana. O, mejor dicho, con la entrada de González Pires, que se equivocó feo en los dos goles del rival. Pero bueno, aún así no es el culpable de que nosotros no o hayamos podido meter ni un solo tanto. De eso deberían rendir cuentas Funes Mori, Luna, Iturbe, etc.

El equipo en sí jugó muy mal. Rojas fue el de 2012, los laterales no gravitaron, Ledesma cortó lo que pudo y se vio condicionado por una amonestación temprana. Lanzini comienza bien las jugadas y las termina mal. Por suerte tenemos un buen arquero que permite que los rivales no nos conviertan más goles.

A solo tres 3 fechas para que finalice el torneo  estamos mejor de lo que hubiéramos imaginado a principios de año, cuando veíamos que a este plantel, falto de figuras, solo le sumábamos a Iturbe, que venía mal del Sub 20, y a Vangioni, un volante que venía jugando bien en Newell’s. Y eso, vuelvo a decir, es mérito de Ramón.

El campeonato aún no está terminado, todavía hay chances matemáticas. Pero creo que ya es hora de empezar a pensar en qué equipo queremos para el próximo semestre, en el que no solo debemos pelear el torneo sino que además tendremos la chance de jugar la sudamericana. Está claro que no nos puede volver a pasar lo que sucedió en la Copa Argentina.

Buena semana para todos

Ariel Wolman
@arielwolman

Mentalidad ganadora

Las estadísticas marcan que en el torneo pasado, a esta altura, habíamos conseguido 21 puntos y estábamos a 11 del líder, Vélez. Hoy tenemos 29 puntos y nos separan apenas 3 del puntero, Newell’s, que tuvo la suerte de recibir justamente 3 puntos de regalo en su último encuentro.

La idea no es volver a caerle a Almeyda, sino destacar la importancia de la mentalidad del técnico actual, Ramón Díaz, quien obliga al equipo a pelear el campeonato, más allá de las limitaciones del plantel.

¿Por qué digo esto?. El técnico recibió un equipo  que el año pasado era muy irregular. Ramón incorporó dos refuerzos (pudo un tercero pero la dirigencia no le trajo el enganche que pidió) y aceptó que regrese al club Adalberto Román, que estuvo lesionado casi todo el campeonato.

Vinieron Vangioni e Iturbe. El primero es una pieza clave y el segundo recién empezó a jugar hace algunos pocos partidos. Pero la mayor virtud del DT fue, sin dudas, recuperar a jugadores que estaban en un muy bajo nivel, principalmente Ledesma y Rojas.

También se la jugó bien por Balanta, en un momento caliente del campeonato, y apoyó a Lanzini cuando Manu, por sus propias actuaciones, pedía volver al banco. Y además, como si fuera poco, aceptó dejar atrás la línea de 3 para probar otros esquemas, como jugar con enganche y tres delanteros.

Antes, el año pasado, el equipo era Ponziodependiente. Hoy aún se lo extraña a Leo, pero este equipo demostró que puede pelear el campeonato aún sin él. La contracara es Sánchez, quien hasta ahora nunca encontró su mejor nivel. Es la cuenta pendiente de este River.

Tal vez estos jugadores están capacitados para pelear el campeonato, pero quizás otro técnico ya estaría conforme con lo hecho hasta ahora. Con un muy buen promedio y clasificado a la Sudamericana, el objetivo podría estar cumplido. Pero Ramón es de River, es River. Sabe lo que es el club y sus obligaciones.

Por eso, aunque hasta cause gracia, es importante que el técnico esté al lado de la línea de cal gritando “Vamos, vamos, vamos”, para que los jugadores no se queden, no aflojen y entiendan que hay que ganar, hay que pelear el torneo y salir campeones.

Buena semana para todos

Ariel Wolman
@arielwolman

Sin defensa es muy difícil

Trataré de ser respetuoso con los jugadores de la institución, más allá del título que le puse a esta nota, que para muchos puede ser agresivo. Pero la verdad es que lo de River ante Unión, en materia defensiva, fue desastroso.

El primer tiempo nos hicieron solo dos goles porque Barovero atajó un penal y porque los delanteros “tatengues” no tuvieron puntería a la hora de patear al arco. Ojo, nuestro mediocampo tampoco les puso demasiadas trabas a los rivales, con lo cual Unión tenía vía libre para atacar.

Obviamente River tenía la obligación de ganar en santa Fe pero apenas logró rescatar un punto. Y eso fue gracias a Funes Mori, que peleó todas las pelotas, convirtió un gol, abrió una pelota bárbara en el segundo y hasta tuvo más chances de meterla, como la que Limia le tapo en el final del primer tiempo.

La defensa, como dije, tuvo un día negro, no se salvó ninguno. En el medio se destacó Lanzini con algunos intentos (si hubiera definido bien cuando aún íbamos 0 a 0…) y un poco Ariel Rojas que dentro de todo marcó y trató de jugar. Mal Cirigliano, flojo Acevedo y Sánchez apenas un centro para el primer gol.

Adelante Iturbe estuvo confuso, con poca movilidad. Luna jugó a lo Luna. Si la mete rinde, pero si falla no aportó nada. Es un jugador importante en el área, solo si logra convertir. En cambio Mora volvió a entrar enchufado y terminó siendo decisivo en el resultado. ¿No será hora de volver a confiar en el uruguayo o que al menos sea la primera opción para entrar?.

Sé que en el segundo tiempo generamos muchas jugadas de gol y que hasta pudimos terminar ganando el encuentro. Pero lo que que más preocupación me generó es que los jugadores no demostraron que estaban jugando un partido clave, por el campeonato. Es como que se sintieran cómodos en el puesto en el que está el equipo en la tabla de posiciones, lejos de los puestos de descenso.

No señores, hay que dejar todo. Porque River tiene que ganar el campeonato o al menos pelearlo hasta la última fecha. Sé que en los últimos años eso no pasó, pero es hora de volver a ser lo que fuimos. Y ese momento es HOY.

Buena semana

Ariel Wolman
@arielwolman