Parejas versión siglo XXI

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El modelo que guio la mayor parte del Siglo XX respecto de las relaciones de pareja, ubicaba como valorable la estabilidad, solidez y permanencia de los vínculos, incluso a cualquier precio. Matrimonios “hasta que la muerte nos separe”, obligaciones y compromisos contraídos y sostenidos en el tiempo eran la guía que tanto la sociedad como la religión avalaba. La saturación de este modelo llevó a su contracara y en la época actual somos testigos de un cambio de paradigma que se inició también en el siglo pasado. Hablaremos en este post de las características de las relaciones de parejas en la era de la globalización.

¿Qué matiz particular caracteriza los vínculos en la época actual?

Z. Bauman en su libro “Amor Líquido” plantea acerca de la fragilidad de los vínculos actuales a los que caracteriza como “Líquidos”, para contraponer a los “Sólidos” vínculos de otras épocas. Lo líquido se diluye, cambia de forma según el recipiente, se mueve. De esta manera se presentan con mayor plasticidad, movilidad, inmediatez y precariedad que antaño.

Explica el autor que cuando se patina sobre hielo fino, la salvación es la velocidad. Cuando la calidad no da sostén se busca remedio en la cantidad. Si el comprometerse con alguien perdió el sentido y las relaciones difícilmente duren a lo que se tiende es a un movimiento rápido de cambio de pareja. Lo importante es mantener la velocidad.

Ahora bien, ¿cómo se produjo este cambio tan radical?

 

Caída de los ideales y parejas

¿Qué fue lo que cambió? Luego de la caída del muro de Berlín, la globalización hizo su entrada y aquellos grandes ideales que guiaban a la civilización y que ya venían declinando, cayeron finalmente en desuso. Las instituciones perdieron peso notoriamente y el matrimonio es una de ellas.

Los roles se han vuelto flexibles y aquello que antes era considerado como del ámbito de lo femenino o masculino es relativo tanto una mujer puede asumir un cargo importante en una empresa como un hombre hacer tareas del hogar u ocuparse de criar a los hijos. También se flexibilizaron las leyes respecto de las parejas y aquello que antes la sociedad condenaba como prohibido y obligado a quedar en la clandestinidad hoy es socialmente aceptado (como por ej. el matrimonio igualitario).

 

El romanticismo versión actual

La definición romántica del amor ha pasado de moda: ya no encontramos aquellas historias de amores prohibidos y secretos tipo Romeo y Julieta. Esto conlleva a la banalización del amor: ya no es necesario pasar por diversas pruebas (tiempo transcurrido, experiencias compartidas, momentos difíciles etc.) para ser considerado como tal. Lo que sí se valora entre los jóvenes es el paso por una cantidad y variedad de experiencias.

 

Los “vínculos” como “conexiones”

En el marco de las relaciones de pareja podríamos tranquilamente reemplazar la palabra “vínculo” (cuya acepción tiene que ver con la asunción de una responsabilidad, la perpetuidad y continuidad y una obligación mutua) por “conexión” (más relacionada con el lenguaje informático, con una red en donde contactarse o desconectarse es posible con un simple acto a libre demanda) Entonces las conexiones tienen la ventaja de tener fácil acceso y salida: enganches y desenganches se suceden. Esto también modifica el valor que se le asigna a las relaciones reales entre personas respecto de las relaciones virtuales más convenientes: videoconferencia, portales de solos y solas, redes sociales (Facebook, Twitter, Whatsapp), chats, mensaje de texto y muchas otras más formas son la vía regia en que las nuevas generaciones se acercan al amor.

 

¿Son más felices las parejas actuales?

La pregunta sería si ha mejorado la calidad de las relaciones humanas. Por mi experiencia clínica opino que no. Las parejas han modificado su forma de vincularse con el afán de obtener mayor bienestar individual y en búsqueda de modificar todo aquello que ocasionaba sufrimiento, soledad, angustia. Pero se verifica que el malestar permanece. Antes se adolecía de la rigidez y lentitud de los vínculos de pareja y hoy de lo laxos y veloces que pueden ser. De esta forma el sufrimiento toma otros disfraces, plantea nuevas facetas, otros matices al tema tan complejo de las relaciones de pareja.

En próximo post analizaremos el tema de la influencia del individualismo y consumismo en la constitución de las nuevas parejas.

 

Lic. Marisa Fenochio

@mfenochio

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