Creo que nuestro país está lleno de incongruencias y uno de los ejemplos es que el voto sea obligatorio cuando es mucha la densidad poblacional que no sólo manifiesta desconocimiento sobre la política sino completo desinterés sobre la misma. Para el sector mencionado es difícil cumplir con esta obligación civil y pareciera que todo se reduce al año electoral cuando los candidatos con menor o mayor contenido exponen su perspectiva de desarrollo y crecimiento, nos dicen lo que van a hacer, lo que hicieron y sus razones por las cuales nosotros deberíamos elegirlos. Ellos en el escenario exponen, hablan, nosotros en las butacas escuchamos; ellos activos, nosotros pasivos. Sin embargo cuando agarramos la boleta elegida, la colocamos en el sobre e insertamos en la urna tenemos la oportunidad de ser activos y nuestra acción influye con nuestra elección el destino propio bajo su gobernabilidad durante los próximos 4 años y el destino del electo ya que le damos la oportunidad de que nos presida.
Los políticos accionan y construyen desde su ser. Ellos son y es a partir de esta esencia, su personalidad, su pensamiento y su modo de relacionarse que llevan a cabo. En general le prestamos atención a sus ideas, no obstante para quienes desconocen o no les interesa la política las mismas caen en saco roto. Y para los que creen que saben o para los que saben son tantas las ideas, tanto por hacer en un país, tantos rubros: educación, salud, seguridad, desarrollo social, planificación, economía etc etc, nadie sabe sobre todo lo mencionado. Ahora bien, votar es una obligación civil, tenemos que elegir, ellos, los candidatos nos van a tratar de convencer de que son la mejor opción, nosotros los electores no desaprovechemos esa oportunidad de que nos demuestren ser lo mejor. Podemos tener una mirada global de ellos, intentemos considerar sus ideas como forma y su persona como fondo, las ideas van a tomar forma dependiendo del fondo de donde provean, de allí emergen, no desatendamos el fondo de cada uno de los candidatos porque desde allí es que nos van a gobernar, desde el fondo de su ser.
Tenemos una oportunidad más de ser activos, no sólo cuando entramos al cuarto oscuro sino también cuando sentados en nuestra butaca no oímos sus ideas, los escuchamos a ellos, hagamos que en su exposición expongan su persona. La mayoría debería ser capaz de esto, de conocer al candidato, todos tenemos noción de cómo percibir a un otro, todos nos relacionamos y cuando lo hacemos podemos formarnos una idea de esa persona, de dónde viene, cómo llegó a ser quién hoy es, de qué manera transurrió su vida, si la caminó; la corrió, la tropezó, de hacerlo pudo levantarse? Con quién se fué relacionando en su crecimiento, a quiénes eligió para que lo acompañaran, que fué haciendo con lo que le fue pasando, quién lo conoce, si se deja conocer, si se hace conocer, si lo menciono en Usuahia, Córdoba o Jujuy saben quién es, quién le importa a él. Esa es la idea que debería preponderar en nuestra decisión, confiemos más en nuestra idea de ellos que de las suyas.
Por: Clr. María Grazzini