El bajista de la banda contó, en una entrevista publicada por La Tercera, que editará a fin de año su autobiografía, impulsado, entre otros factores, por la enfermedad que sufre Gustavo Cerati.

Compartimos la nota:

Héctor “Zeta” Bosio se define como un músico de vieja escuela. De esos que tras un show impulsaban largas tertulias nocturnas con sus camaradas o que siempre estaban dispuestos a acompañar un brindis con historias tejidas en estudios, hoteles o camarines.

“Por eso siempre me decían ‘vos tenés que escribir un libro y contar todo esto. Dale, animate, después de tantos años tiene un valor’. Y bueno, hasta que lo hice”, relata el histórico bajista de Soda Stereo ante el más ambicioso de sus proyectos fuera del desaparecido trío: el estreno de una autobiografía que cubrirá desde su niñez hasta su vida bajo el dramático accidente que, hasta hoy, tiene en coma a Gustavo Cerati y que se convertirá en el primer testimonio escrito por uno de los integrantes de la mayor institución del rock latino ochentero.

Tras ese impulso inicial, el argentino se acercó en 2011 a editorial Planeta para acordar un texto que saldrá en toda Latinoamérica antes que termine 2013 y que también estima incluir imágenes inéditas de sus días junto a la agrupación que también integró el baterista Charly Alberti.

“La editorial me está apurando para que salga en septiembre, pero veamos si podemos llegar”, acota el músico, al teléfono desde el aeropuerto de Lima y luego que el pasado jueves, tras despegar desde Buenos Aires, quedara varado más de cinco horas en la escala en Santiago, debido a que fue mal inscrito en un vuelo que tenía a Miami como destino final.

Más allá del puñado de anécdotas que sirvieron como gancho, Bosio también reconoce que el estímulo clave estuvo en la larga enfermedad que tiene internado al cantante desde 2010.

El bajista sigue: “Es mi hermano del alma, mi compañero en todo esto, por lo que, mientras más pensaba en mis historias, más me daba cuenta que él estuvo involucrado en miles de ellas. Muchísimas. Por eso, es obvio que todo lo que le sucedió también precipitó esta decisión de armar un libro. Gustavo es parte de mi vida, lo extraño, y todo lo que pueda incluir de él lo haré con mucho amor y respeto”.

En coincidencia con ese mismo espíritu emotivo y revisionista, el también DJ cuenta que empezó a someterse a una serie de sesiones de entrevistas con los periodistas que asesoraron la obra -aun sin nombre- y que se extendieron por tres horas diarias durante varios meses. “Hablar de mi vida personal y profesional fue lo más cercano a una terapia. Y a una terapia con muchísimos encuentros de ese tipo”, describe.

En esas conversaciones, Zeta fue advirtiendo el carácter que tendrá su debut editorial. Más que profundizar en demasía en detalles técnicos o en la trastienda de los mayores himnos del conjunto, los capítulos se centrarán en la faz más humana de los músicos.

“La idea es contar como alguien normal como yo, un joven con expectativas como cualquiera, vivió toda una situación de locura, de éxito y de un escenario totalmente inesperado. Habrán anécdotas e historias nunca sabidas de Soda, sobre todo antes que fuéramos famosos o ya en los 80, en esos períodos que se han ido perdiendo en el tiempo. Son cosas que no se han contado jamás y que no quería que quedaran guardadas. Si calculo, yo creo que son más de mil horas de anécdotas”, adelanta en torno a un relato que, desde su cuna, lo tuvo como protagonista: en 1982, y mientras ambos integraban bandas distintas, coincidieron con Cerati en Punta del Este, inaugurando la amistad que devino en Soda Stereo.

Ya en el presente, Bosio asegura que el propio viaje a Miami antecedido por esa turbulenta escala capitalina (“el peor viaje de mi vida”, define), servirá para que pueda leer con tranquilidad el libro y para darle los ajustes finales antes de su estreno. “Es algo necesario”, culmina.

Para cerrar, vamos a comentar una noticia. Tiene que ver con la prestigiosa revista Rolling Stone, que en un número especial, dio cuenta de los mejores 100 discos de la historia del rock nacional. Dentro de esa nómina hay dos de Soda Stereo y dos de Gustavo Cerati. Compartimos los comentarios:

Posición 9: Canción Animal - Soda Stereo: “Este disco es la respuesta a tanta sofisticación y el primer registro en que Gustavo Cerati empieza a mirarse como un heredero natural del rock argentino de los 70″.
Posición 25: Signos - Soda Stereo: “En el año de la consagración de Soda en América Latina, Signos aparece como el objeto ideal para seducir grandes audiencias. Con este álbum, Soda demostró que su irrupción en el rock latinoamericano sería duradera”.
Posición 50: Fuerza Natural - Gustavo Cerati: “Cerati bebe de su propia fuente. Aquí priman la excelencia y una afirmación de estilo sostenida hasta el último segundo”.
Posición 80: Colores Santos - Gustavo Cerati y Daniel Melero: “Cerati-Melero unieron fuerzas para cristalizar un proyecto postergado. El disco combina la excelencia melódica de Cerati con el método de Melero y anticipa la textura sónica de Dynamo”.

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