Tuvimos la posibilidad de contactarnos con Damián Benetucci, quien fue la persona encargada de retratar las imágenes de la extensa gira de Soda Stereo por todo el continente en 2007. Un material histórico que quedará en el recuerdo de todos los fans y que se vio reflejado en el libro “Diario de gira”, que publicó la editorial Sudamericana.

Damián, fotógrafo oficial de la “Gira Me Verás Volver”, nos habló de su relación con Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti; y también nos contó cómo conoció a los Soda, cómo eran en la intimidad y detalles de su trabajo.

 

 

Compartimos la entrevista:

• Damián, vos fuiste el fotógrafo oficial de la gira MVV pero también ya habías trabajado con Gustavo. Tengo entendido que además sos muy fan de la música de ellos. ¿Cómo fue esa experiencia de trabajar dentro del staff de la banda?

 

Sin dudas, el hecho de conocer tanto a la banda y desde muy chico ser fan de ellos, de haber comprado sus discos, todas las revistas en donde ellos aparecieran, de tener sus pósters en mi habitación de adolescente, toda esa info estaba almacenada en algún lugar de mi inconsciente.

Y a la hora de trabajar con ellos, debo haber puesto a disposición de las imágenes que yo estaba generando, todo ese arsenal de información que había observado desde chico.

Ese fue un factor determinante que me ayudó y me permitió lograr algo tan sentido y profundo con las imágenes de ellos. No es lo mismo trabajar para alguien a quien apenas conoces y hasta ni siquiera te gusta mucho lo que hace musicalmente, que estar fotografiando a la banda que más te gusta y de la que ibas a todos sus shows desde pequeño.

El primer cassette que compré fue Doble Vida en 1988, y al primer concierto que me dejaron mis padres fue la presentación de Canción Animal en diciembre de 1990, yo tenía 14 recién cumplidos. De ahí en adelante, fui a todos sus conciertos.

• Me imagino que tendrás mil anécdotas, pero te pido que nos cuentes una de las que más recordás de la gira por todo el continente.

 

Para mí, salir de gira era una experiencia absolutamente nueva a esa escala. Todo era increíble y lo disfrutaba al máximo: ya sea una conversación con ellos, un traslado en combi, un vuelo en avión, una espera en algún aeropuerto, uno y otro hotel nuevo en el que te registrabas, o mismo ir a los estadios donde se iba a realizar el concierto, las pruebas de sonido, todo me tenía fascinado. Si bien ellos ya tenían 25 años de ruta encima y se movían como peces en el agua, yo estaba como sumergido en un sueño increíble.

Te puedo mencionar muchísimas anécdotas, fueron varios meses que compartimos juntos y hubo varias memorables. Particularmente recuerdo el día de mi cumpleaños, en plena gira por Guadalajara, donde después del concierto se filtró la información de que pasadas las 12 de la noche ya era mi cumple y me empezaron todos a saludar y felicitar. Así que después del show nos fuimos a tomar algo a un bar y el propio Gustavo junto a una parte del staff terminaron cantándome el feliz cumpleaños. Son cosas que uno no va a olvidar nunca en la vida. Como muchas charlas que tuvimos dónde siempre elogiaba y valoraba mi trabajo.

Todo se fue dando de una manera muy natural y espontánea, y eso es algo que lo valoro infinitamente. Muchas veces, tenía tanto material capturado y al día siguiente ya partíamos a otra ciudad, que me quedaba toda la noche luego del concierto editando las fotos. Estaba agotado pero feliz a la vez. Cuando uno ama lo que hace y es un apasionado de su trabajo, ningún cansancio puede vencerte.

• ¿Cómo conociste a Gustavo? ¿Te acordás cómo llegaste a él y quién los presentó?

 

A Gustavo lo conocí a través de Fernando Samalea. Yo venía trabajando con un grupo que se llamaba “No Lo Soporto” y Sama participaba ocasionalmente haciendo unas percusiones y arreglos en los shows de las chicas. Enseguida se interesó por las fotos que le tomaba a él y me ofreció ir a la prueba de sonido del Pepsi 2006, donde Gustavo iba a tocar y “No Lo Soporto” tocó en ese mismo escenario más temprano. Así que pude hacerle un par de fotos al show de Gustavo, luego le pasé un CD con las imágenes a Sama y le dije si se las podía dar a Gustavo en algún momento y sin compromiso.

Conclusión: al día siguiente Gustavo estaba llamando por teléfono a Sama preguntándole por mí, por quién había hecho esas fotos, que estaba encantado con el material y que me quería conocer. Así fue como en el show gratuito de Avenida Alcorta pude volver a fotografiarlo en vivo y conocerlo personalmente a Gustavo. A partir de ahí, todo fue más directo y entablamos la relación con Gustavo. Enseguida surgió lo de la vuelta de Soda, aunque no se sabía públicamente, y él mismo me ofreció ser el fotógrafo de la gira.

• Muchos amigos de Gus dicen que él era una persona muy cálida en la intimidad y con sus afectos. ¿Cómo era tu relación con él? ¿De qué temas solían hablar?

 

Gus era una persona súper generosa y cálida, te daba espacio y libertad para que trabajes sin problemas. Siempre se mostraba interesado, se acercaba, te preguntaba si podía ver el material, incluso muchas veces me pedía directamente la cámara y se ponía a ver todo lo que había hecho hasta ese momento. Siempre fue muy generoso y elogioso conmigo, no paraba de tirarme flores. 

Me decía que en vivo lo habían fotografiado millones de veces y que casi siempre podía rescatar pocas fotos, que le gustaba alguna que otra en particular… Pero que veía todo el material que yo había tomado y le gustaban todas. Se veía bien registrado, cuidado en los detalles más chiquitos y aparte veía reflejada la emoción del momento de estar tocando.

Es muy difícil hacer buenas fotografías en vivo y yo tenía esa ventaja: me salían en cantidad y aparte amaba la música que él hacía. Así que todo se alineó a mi favor.

• Respecto a tu trabajo y al momento de fotografiar a Gus, a Zeta y a Charly; ¿A qué aspectos solías prestarle más atención? ¿Ellos te marcaban algunas pautas o podías tomar decisiones con absoluta libertad?

 

Le prestaba atención a todo lo que ocurría, iba y venía de un lado al otro, fotografié los conciertos desde todos los ángulos posibles. El show era básicamente el mismo y se hizo 22 veces, así que tuve la oportunidad de cubrirlo ampliamente.

Siempre busqué mostrarlos en sus aspectos más expresivos, pero enmarcándolos en el contexto de la puesta en escena. No siempre uno tiene la posibilidad de trabajar con una banda como Soda y con un artista como Martin Phillips, quien hizo la puesta. Así que me preocupaba mucho porque ellos tres se vieran bien, pero también porque estén integrados a lo que ocurría a su alrededor con las visuales, las pantallas móviles, las luces, los músicos invitados… Todo era tenido en cuenta a la hora de plasmar una foto.

De parte de ellos, sólo tuve libertad, buena predisposición y felicitaciones. Éramos un equipo de más de 50 personas viajando por Latinoamérica, cada uno con una responsabilidad muy grande, pero con la capacidad suficiente para llevarla a cabo. Ellos saben elegir al grupo, no sólo por lo profesional sino también por lo humano.

• Tras la gira salió a la venta el libro de fotos de la misma. ¿Cómo surgió? ¿Estaba pactado en el contrato previamente o fue una idea tuya?

 

La idea de tener un fotógrafo oficial y permanente a lo largo de la gira, era porque ya habían firmado un contrato con la editorial Sudamericana para la publicación de un libro con las imágenes y un texto que vaya narrando a modo de diario todo lo que fue la experiencia vivida. Así fue que trabajamos con el periodista Marcelo Fernández Bitar y Alejandro Ros en el diseño del mismo.

• Hace poco tiempo vi una muy linda producción de fotos que hiciste con Zeta y su mujer antes del nacimiento de Anastasia. Me imagino que tu relación con Zeta debe ser de mucha confianza y amistad. ¿Cómo fue esa experiencia de trabajo en la intimidad de la familia?

 

A Estefanía la conocí en esa misma época también y enseguida pegamos buena onda. Zeta es un tipazo, una persona muy copada, abierta, sencilla y con la mejor onda siempre. Ya le había hecho fotos a Estefanía como modelo anteriormente y cuando quedó embarazada, la propuesta cayó de madura. Así que esperamos al octavo mes para que el embarazo esté bien avanzado, vinieron una tarde a mi estudio, nos divertimos y charlamos un montón, yo justo tenía a la vista los vinilos de Soda y Zeta me contó muchísimas cosas que no sabía acerca del diseño original de sus primeros discos mientras los revisábamos juntos.

La pasamos bárbaro esa tarde, hicimos las fotos con tanta naturalidad, soltura y buena onda, que se nos pasó volando. Creo que eso quedó plasmado en las fotos y por eso fueron tan elogiadas. Muchos medios las publicaron y tuvieron bastante difusión. Pero para mí, lo más importante es mantener el vínculo fuerte con ellos, porque son una familia hermosa y se merecen toda la felicidad del mundo. Plasmamos un momento histórico de la vida, como lo es un embarazo, que perdurará por siempre ese recuerdo en el tiempo.

• ¿En estos momentos estás trabajando con alguna banda de forma permanente?  ¿Cómo viene este año a nivel profesional?

 

Sigo haciendo fotografías, tapas de discos, editoriales, campañas, y también sigo dedicado a mi faceta de Colorista (trabajo en post producción de cine desde el año 1998. Paralelamente a mi carrera como fotógrafo, he estudiado la carrera de cine y trabajo también en ese medio hace 16 años).

Tengo en mente editar varios libros con mis trabajos, estimo que para el próximo año, y alguno de ellos estará obviamente dedicado a la fotografía en la música y todas esas imágenes que llevo tomadas a diferentes bandas, no solo a Soda o a Gustavo solista. Siempre hago las cosas cuando las siento con el alma, y no soy de planificar mucho las cosas, pero internamente ya lo estoy desarrollando.

Considero que lo más puro y honesto se da a partir de la sinceridad, de la espontaneidad, de hacer las cosas con mucha pasión y amor, y cuando uno más las siente. Y eso le llega al espectador, porque eso queda plasmado en las imágenes.

No me gusta trabajar con presión o por encargo, soy de tomarme mis tiempos y ser sincero ante todo conmigo. Todo el tiempo recibo infinidad de mensajes de los fans hablando maravillas de tal o cual fotografía, de lo que les generó verla, de la emoción que les provocó…

Y eso para mí tiene un valor inmenso, soy muy agradecido de las palabras y muestras de afecto que recibo a diario. No hay un mensaje que no responda, incluso con la mayoría de los fans tengo un contacto permanente y a lo largo del tiempo, por más que nunca los haya visto en persona. Siempre han sido muy generosos conmigo.

Agradecimiento especial a Laura Alba, quien se encargó de la producción de la entrevista.

 

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