Me gusta cada tanto referirme a un nuevo derecho que está naciendo: Trabajar en el lugar que querramos.
En la sociedad industrial, fue el peón agrario el que primero se movilizó hacia donde se encontraba el trabajo, atraído por las expectativas de una mejor condición de vida.
Las ciudades albergaron a cantidades de personas dispuestas a vivir en zonas marginales para evitar los viajes. Esta cercanía les acortaban los tiempos y los gastos de traslados al trabajo. Se crearon así, grandes zonas de viviendas precarias próximas a los lugares de trabajo.
La villa 31 de Retiro, y en general las villas de emergencia que se encuentran en la ciudad de Buenos Aires y en otras ciudades urbanas, son las que más han crecido. Uno de los principales motivos es porque están más cerca de las empresas proveedoras de trabajo.
Latinoamérica en general, ha generado zonas de marginalidad consideradas, en principio como una reserva de mano de obra, pero que en un alto porcentaje resultaron de difícil inserción laboral.
La ubicuidad que permite el uso de las tecnologías de la información y el conocimiento para el trabajo produjo un cambio en el uso del espacio productivo que no había sido posible nunca antes.
La evolución tecnológica que da origen a la Sociedad de la Información y el Conocimiento permite una diferente utilización del espacio de trabajo y también geográfico. Acercándolo adonde el trabajador está disponible para realizar sus tareas, a veces tan cerca como en el propio living de su casa. Resulta paradójico que se llame trabajo a distancia al teletrabajo, cuando el trabajo… nunca estuvo tan cerca.
Incluso el dia de Internet, el Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki Moon, alentó a usar las tecnologías para evitar accidentes de tránsito que a nivel mundial causan anualmente 1,3 millones de muertes en el mundo de los cuales la mitad son jóvenes. Creo que el teletrabajo podría hacer un gran aporte en este sentido también. Argentina tiene más de 7000 muertos anuales en accidentes viales a pesar de que viene descendiendo en los últimos cinco años, el número sigue siendo inaceptable.
Bien, entonces hablar de no tener que trasladarse al “espacio” de trabajo no es solo un impacto para los ámbitos laborales sino para la vida misma. Las TIC permiten que la oficina o la fábrica, ahora pueda construirse donde está el trabajador, en el punto exacto de la convergencia del conocimiento y las TIC, que da lugar a la ubicuidad y al mismo tiempo a la universalidad, tal vez también a un nuevo oximorón.
Esta época hace que tengamos que aprender a formular nuevas preguntas antes de tomar nuestras decisiones: ¿Por qué dejar emigrar a nuestros hijos? ¿Por qué dejar la ciudad que amamos para ir a otra en busca de trabajo? ¿Por qué no repensar el espacio y hacer nuevas propuestas de contratación dispersa? ¿Por qué no ir a ver a nuestro hijo que ha emigrado sin perder el trabajo que tenemos? ¿Por qué no acompañar a nuestros familiares enfermos? ¿Por qué no estar con nuestros hijos en el parque, un soleado lunes a la siesta?
No considerar la posibilidad de la ubicuidad también tiene consecuencias económicas. El personal escaso en una ciudad, puede encontrarse en otra, pero tal vez el trabajador no quiera dejar su lugar de residencia ni sus afectos. Los puestos vacantes que no se pueden cubrir, provocan pérdidas a las empresas por productos que no se hacen o servicios que no se prestan.
Las leyes que hoy igualan los derechos de los trabajadores, también los limitan. Protegemos viejos derechos olvidando los nuevos. De todos modos creo que es una etapa de adaptación y transición hacia el reconocimiento de la existencia de este nuevo trabajador de la sociedad de la información.
El desarrollo tecnológico hace innecesarias algunas migraciones socio-laborales internas o externas. Hace poco en algún otro editorial hablamos sobre la Generación Y, y Z que nos hace suponer que en un tiempo cercano, el lugar donde trabajemos será una libre elección y un nuevo derecho para todos.
Sigamos conversando aquí y en mi oficina virtual http://torresdeteletrabajo.com/oficina/123/D1
Hasta el próximo jueves!