Por: Sebastián Ortiz
Como todos sabemos el tenis es un deporte individual, a diferencia de otros donde importa más la camiseta, el jugador recorre el mundo siguiendo el circuito profesional representándonos indirectamente. Cuando opinamos sobre las decisiones que un jugador de tenis toma o debería tomar, seguramente priorizamos nuestros deseos de obtener la tan preciada ensaladera, perdiendo en parte la objetividad. Es fácil opinar desde afuera pero si analizamos a conciencia teniendo en cuenta su carrera profesional vs la espectativa de la gente terminamos en una encrucijada con una difícil desición.
Pensemos en los siguientes ejemplos
A) Delpo decide participar de la Copa Davis, hay 4 escenarios diferentes
1- Bien en la Davis y bien en su carrera (Ideal)
2- Bien en la Davis y mal en su carrera (Frustrado en su objetivo personal)
3- Mal en la Davis y bien en su carrera (muy criticad)
4- Mal en la Davis y mal en su carrera (Frustrado y criticado)
B) Delpo decide no participar solo 2 escenarios
1- Bien en su carrera (logró su objetivo)
2- Mal en su carrera (hizo todo lo posible y no lo consiguió)
Desde esta perspectiva si Delpo decide jugar la Davis correria un riesgo muy grande.
Leyendo lo que los expertos y fanáticos opinan desde el twitter, algunos comentan que Delpo estaba en dudas acerca de si jugar ó no la Davis y que tras la exhibición con Federer, donde el público se mostró exigente con él con comentarios como “Delpo…jugá la Davis… pecho frío” etc. (y de eso fui testigo) tomó la decisión de no asistir a la cita ante Alemania.
Estar en la cabeza de uno de los siete mejores jugadores de tenis del mundo es dificil de pensar para cualquier mortal como nosotros. A quién se le pregunte seguramente dirá: “yo jugaría la Davis por mi pais” A Del Potro le hemos creado con nuestro fanatismo una carga muy pesada, una exigencia sobre aquello que para cualquier argentino debería ser un orgullo y una pasión. Me da la impresión que todo ese clima inclinó la balanza re Delpo respecto de sus objetivos y deseos personales que no son pocos.
De todas maneras comparto el comentario de la mayoría respecto a la falta de respuesta al capitán Jaite, eso sí me parece una falta de respeto y de profesionalismo de su parte.
Tomemos dos casos muy cercanos y conocidos:
David Nalbandián: Luego de una exitosa trayectoria y próximo a retirarse, decide en este momento particular sacrificar su participación en un Grand Slam para avocarse a la Davis.
Federer: Prioriza 100% su agenda personal en pos de la Davis, en la que tuvo pocas participaciones, actualmente siendo el 2 del mundo.
Si David hubiera tomado otras decisiones, otra dedicación hacia este deporte, ¡¿ubiera tenido chances de mantenerse entre los primeros 7 del mundo?
Si Federer se hubiera dedicado a jugar la Copa Davis, ¿Habría rendido lo que rindió en estos años?
Seguramente Delpo, en ese sentido es más suizo que argentino. Para el hincha fanático esto es inperdonable, sólo digno de un “mercenario” y “sin sangre”. Por otro lado, ¿será este el ingrediente que lo hace ser tan efectivo?
Considero que los fanatismos, las duras críticas y comentarios irrespetuosos sólo generan en el jugador un desinterés por representarnos, creo que la actitud más inteligente sería apoyarlo en su carrera, valorándolo como nuestro Nro. 1 sin presionarlo, dejarlo respirar para que surja de él la pasión por la camiseta.
Prof. Sebastián Ortiz