Por: Sebastián Ortiz
Así como en la vida cotidiana las personas suelen tener diversos miedos, en los deportes ocurre algo similar. Específicamente en el tenis, como se trata de un deporte individual esto se potencia. No todos los jugadores tienen los mismos miedos, es algo particular de cada jugador: Algunos pueden temer a la derrota pero también hay otros que temen al triunfo, también se puede temer a mal desempeño, al fracaso, a hacer el ridículo, etc. Es común ver que un jugador desarrolla un partido impecablemente pero a la hora de ganarlo no logra acertar con sus tiros, parecería que perdiendo juegan mejor y cuando deben definir aparecen la dudas…
Las presiones…los miedos
El tenis es un deporte mental. Aquí la influencia de diversas presiones que suelen estar presentes en todos los jugadores generan en la mayoría de los casos miedos diversos, estas presiones que se observan a menudo provienen de entrenadores, los padres, de una exagerada auto exigencia, del público, del afán de triunfo etc.
Muchas veces se observa en entrenadores y padres cómo estos suelen exigir al jugador sin límites, sin poner un tope a aquello que es particular de cada jugador, le piden, le exigen, resultados, perfeccionamiento, actitud, etc. Las frases que se escuchan habitualmente son “vos podes, tenes que ganar, sos mejor etc.”
Esto se incorpora con el tiempo y se transforma en auto exigencias que en muchos casos se tornan una vía directa al fracaso, es decir es tan alta la expectativa que entra en escena el miedo, entonces nunca se está a la altura de las circunstancias y ante cada situación se instala el temor al fracaso, es decir, un mínimo error ya es un fracaso total. Parece ser que cuando uno mas temor tiene que algo suceda finalmente ese fantasma se concreta y justo ocurre lo que menos esperamos. Por ejemplo cuando uno por temor de errar una pelota muy importante decide solamente ponerla en juego ocurre que por mas suave que ejecutemos el golpe la misma termine en el alambrado o en la red.
También existen miedos que se instalan en determinada situación de un partido y luego jugando otro en el que se presenta una situación similar toda la solidez que llevaba el jugador se desvanece. En estos casos hay que poder primero ser capaz de observar la repetición para luego analizarla con detenimiento y trabajar mentalmente para hacer algo al respecto.
Enfrentar los miedos
La cuestión sería poder acortar la distancia entre ese ideal de ser el mejor y aquello que uno puede intentar poner en práctica. Claramente la preparación mental y emocional es fundamental en los resultados de un tenista. Es común sobre todo en alta competencia que uno estudie y conozca muy bien a su rival analizando cuales son sus debilidades y fortalezas y que táctica emplearemos pero sin embargo, en muchas ocasiones no se trata de vencer a nuestro rival para triunfar sino que debemos enfrentar a nuestros propios miedos. Entonces seria de vital importancia dedicar tiempo también en trabajar sobre nosotros mismos identificándolos para conocerlos bien y poder derrotarlos, esto claramente nos llevaría a un triunfo mucho mayor que la simple victoria de un partido.
Prof. Sebastián Ortiz