Por: Sebastián Ortiz
En este post les narraré la historia de una vida completamente ligada al tenis. En la misma se mencionan datos históricos del tenis que no son muy conocidos. Como en la película efecto mariposa comienza por la actualidad y recorre la historia moviéndose en el tiempo sin un orden cronológico establecido.
Antes de comenzar con el relato quería decirles que es 100% real ya que conozco fehacientemente de donde proviene la fuente. Ahora sí la historia.
“Hace unos pocos días cumplí 41 años. Ese día me vi sentado en el living de casa y con un vaso Whisky y empezaron a fluir recuerdos de pasado, dejando volar los pensamientos y llegué a distintos momentos y todos estaban ligados al tenis.
Uno de los recuerdos que primero aparece está relacionado con el inicio del tenis en la familia.
Fue un verano en que viajábamos a San Clemente, tenía 8 años y me disponía a pasar unas vacaciones más como cualquier otra pero no imaginaba el cambio radical que allí se produciría.
En un día de ese verano, de repente mi padre se detuvo frente al Club del ACA y luego de observar detenidamente la publicidad de un torneo de tenis decidió bajar para averiguar las categorías. Para mí fue algo extraño ya que nunca lo había visto agarrar una raqueta y me sorprendí más aún al ver que se anotaba en la categoría más alta.
Al día siguiente me pregunté qué bicho le había picado, se estaba mandando al muere sin tener idea del deporte, ya que haciendo un paneo general de la situación pude observar el nivel de los competidores y aunque aún no conocía mucho del tema notaba que le pegaban muy bien a la pelota y pensé “que baile le van a dar”.
Decido acompañar a mi padre para ver hasta dónde llegaba todo esto. Cuando le toca jugar el primer partido, se presenta el rival: un chico bastante menor que él con pinta de jugar muy bien. Recuerdo haber visto el peloteo y la verdad mi viejo se defendía bien, lo cual fue una sorpresa pero de todos modos, al comenzar el partido opté por no mirar pensando que le darían una paliza. Luego de un rato, mi asombro aumentaría de manera exponencial, ya que comencé a escuchar unos gritos tales como “este viejo de m… llega a todas” “lptm” fue ahí cuando me di vuelta y me puse a ver los últimos puntos donde mi padre claramente era quién llevaba las riendas.
Demás está decir que ganó ese partido y todos los que vinieron después, transformándose en el Campeón del Torneo. A esta altura ya estábamos todos: mis hermanos, mi mamá como locos con nuestras raquetas, que desconocía que teníamos dando los primeros golpes, él usaba la Dunlop Maxply y nosotros teníamos otras de madera.
Lamentablemente terminan las vacaciones y todos regresamos incluyendo las raquetas que viajaban en el portaequipaje del techo, la lluvia no tardó en aparecer dejándolas todas deformadas.
Al llegar a casa y cuando apareció el primer rayo de sol, intentamos pelotear en el parque con las raquetas totalmente chanfleadas, como la pelota salía para cualquier lado tuvimos una solución, pero fue temporaria, utilizábamos la famosa prensa con un gran peso encima (el auto) y así quedaban perfectas para jugar, eso sí, el encantamiento duraba 1hs, luego se torcía la madera nuevamente Ja Ja.
No faltó mucho para comenzar a ir al club. Al principio íbamos al frontón y lo gastábamos.
A unos poquitos días mi papá se anotó en un torneo interno de dobles en el Country Club Longchamps. Como aún no era conocido, se eligió de compañera de dobles a mi mamá. Ella se quedaba en la red sin tocar una pelota, sólo sacaba e intentaba devolver algún saque, el resto lo hacia él. Lo llamamos “el single con obstáculos” ja ja. Por supuesto ganaron el torneo y automáticamente le pidieron a mi viejo formar parte del equipo de Inter-clubes.
El club en esos años no tenía un alto nivel de tenis, el motivo de la elección había sido la cercanía con nuestra casa en Burzaco. Al poco tiempo él, junto con el resto del equipo que se estaba armando lograron lo imposible: llevar al Club por primera vez en su historia a primera categoría.
A esta altura ya estábamos todos formando parte de distintas categorías incluyendo a mi mamá.
Pero aún me quedaba una gran duda, ¿Quién era este tipo que de repente se transformó en superhéroe y vencería a todos con su arma mortal (la raqueta)?. Nadie puede arrancar de grande en el tenis y jugar de esa manera, acá tiene que haber una historia que desconozco, pensé.
Entonces me puse a averiguar qué era lo que pasaba y descubrí lo siguiente: unos tantos años atrás, cuando él era chico jugaba tenis en el Darling Tenis Club.
Allí es donde se originó todo, porque me entero que en ese mismo club, cuando era niño, conoció a mi mamá y gracias a ello es que yo estoy hoy narrándoles está historia. En aquella época , y ya entrado en la adolescencia (1960 aprox.), él se dedicaba al tenis a full, había logrado importantes triunfos entre algunos podremos destacar cuando venció a Fontan Balestra quién era el número 1 argentino de aquel entonces. También jugó una vez en los años 60 contra un súper conocido comentarista de tenis a quién respeto y aprecio mucho por sus conocimientos en este campo y quién en aquella época rondaba los 15 años de edad y era 4 del país, nuestro querido Guillermo Salatino.
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Voy a retroceder aún más en la historia para mostrarles unas fotos, en donde mis abuelos maternos e incluso mi bisabuelo, a quien no conocí, también practicaban este deporte. Es una foto tomada en el Club Harrods Gath & Chaves . Sí, mis abuelos también jugaban al deporte blanco.
Datos anecdóticos: (avanzo en el tiempo nuevamente) En otro año de vacaciones, tenía yo 14 años en Pinamar, la primer decisión tomada apenas llegamos a la casa, fue anotarnos en cuanto torneo pudimos encontrar. Para no hacernos lío pegamos en la heladera un Fixture con los partidos que teníamos programados cada uno.
Mi papá se anotó en un torneo que se jugaba en el Hotel del Bosque, donde había anotados jugadores de alto nivel. Uno de los más destacados inscriptos era nada menos que Guillermo Caporaletti, un gran periodista de tenis. En ese torneo salió campeón en doble caballeros y doble mixto. Los premios recibidos fueron geniales: el conjunto deportivo completo de Stefan Edberg. Con bolso y todo
Era este modelo, hacia juego con el bolso, el short y la remera
En estos días mi padre, Jorge Ortiz está cumpliendo 69 años y luego de varios problemas de salud aún continua deleitándonos con su juego. Pudo vencer una enfermedad terminal hace pocos años, recuperarse y seguir compitiendo en los más altos niveles, actualmente juega en la primera de más 55.
Así inició el tenis en mi vida y espero poder seguir disfrutándolo.”
Esta es una historia más, si alguien quiere contar la propia, los invito a hacerlo en este espacio.