Con la llegada de nuevas tecnologías y las redes sociales, los deportistas más destacados han comenzado a utilizar estos medios para que sus fans estén informados en tiempo real de sus actividades, sentimientos, incluyendo fotos y videos  expresando así opiniones de su vida tanto profesional como personal. Este es el caso de Juan Martin del Potro, quien en el último tiempo está priorizando este tipo de medios comunicación directa con sus fans a las conferencias de prensa, dirigidas a los periodistas, lo cuál lleva a que las primicias, las noticias de último momento, lleguen simultáneamente al público en general y a la prensa. Todo esto tiene repercusiones de distinta índole en aquellos medios y periodistas encargados de trasmitir dicha información. A algunos les resulta bienvenido y acompañan a las nuevas tecnologías y a otros no tanto, ya que al no tener la primicia queda desdibujado el rol del medio, ubicándose en un segundo plano.

Con esta entrada de Facebook, Del Potro informaba a sus seguidores el resultado de la operación de muñeca:

 

Los entredichos y comunicados:

Navegado por twitter encontré en la cuenta de Jorge Viale, encargado de la comunicación de Juan Martín Del Potro, un twitt del 22 de marzo que se me había pasado por alto y resulta sumamente interesante para explicar un poco la problemática interna entre ciertos temas que no quedan demasiado claros y que tienen que ver con un sector de la prensa y Juan Martín. Les pido que lo analicen y saquen sus conclusiones.

 

Carta de Jorge Viale vía Twiter
“Desde hace aproximadamente dos años, la información de cierta prensa -supuestamente especializada- sobre el proceder de Juan Martín del Potro no parece contener solamente un sesgo periodístico. Se observó en conductas relacionadas con la Copa Davis -filtración de mensajes, operaciones de prensa, desconocimiento de las cartas enviadas por Del Potro a la AAT- y el ocultamiento de lo que hizo que, durante estos últimos dos años, el tandilense no jugara la Copa.

Más allá de las cuestiones relacionadas con la Copa Davis y la profunda crisis que vive el tenis nacional, desde enero de 2013, específicamente, el rubro de la comunicación de Juan Martín se intensificó como blanco. Era el momento en que el dueño de esta cuenta  (?) comenzaba a trabajar en ese puesto.

La comunicación, ya saben, incluye a la prensa, pero no es ésta su totalidad.

La tarea es mejorar la comunicación de Del Potro para el bien de todos: fans, sponsors, autoridades, periodistas y público en general. Que todos sepan las decisiones que toma. Cada jugador tiene su estilo; el que adoptamos con Delpo es informar cuando hay definiciones, no supuestos o probabilidades. Si decide viajar a Rotterdam un jueves y embarca un viernes, se cuenta el jueves. Aun entendiendo la ansiedad de estos tiempos, fogoneada por la multiplicidad de plataformas, no indicaremos antes si tiene un 20% u 80% de chances de que una noticia se produzca. Eso no es informar.

De nuevo: es un estilo, no un dogma. Hay aciertos y errores, como en cualquier ámbito.

El nuevo capítulo, la crítica reciente de cierta prensa en Miami, se refiere al uso de redes sociales. No hace falta que me extienda mucho: el correo y las redes son una manera de comunicar válida y eso inquieta al periodismo. Como así también otras profesiones se modifican por el avance de la tecnología, el periodista pierde el monopolio de la mediación y queda atrapado en un dilema: seguir como antes o cambiar. Esta situación la viví como periodista e intenté adaptarme.

Sin embargo, la crítica de cierta prensa por esta situación incluye los ataques personales indirectos, con chicanas hacia Del Potro y mayor virulencia, como es lógico, hacia quien era un colega en coberturas de torneos y luego fue llamado por el jugador para trabajar con él.

 

En Miami, lamentablemente, la noticia no era que Del Potro vivía uno de los peores momentos de su carrera, sino que había comunicado la deserción por Facebook o que no había avisado su baja a la ATP. Una situación como esta última es imposible en un torneo así, por lo que fue negada por Nicola Arzani, jefe de comunicaciones del organismo.

Sería buenísimo que la crítica al uso de redes fuera universal y unánime, pero lógicamente éstas son una fuente de información importante de noticias de otros tenistas top ten, así como deportistas en general, artistas y políticos. Tengo contacto diario con especialistas de tenis de otros países y ninguno de ellos me planteó la vergüenza de que se utilicen las redes para informar.

La operación de la muñeca de Del Potro es probable, pero no se ha decidido aún: debe escuchar la palabra de su médico Richard Berger cuando lo visite en la Mayo Clinic. Los periodistas, con responsabilidad y chequeo, pueden creerle a sus fuentes y publicar que la cirugía es un hecho. Si aciertan, bien por los que tuvieron la primicia. Si no, que quede en el olvido. No hay competencia entre nosotros, no debería haberla. Estamos hablando de la carrera de un jugador muy importante, pero esto es apenas es tenis, un deporte profesional. Ya se afirma la cantidad de meses que Delpo estaría inactivo, hasta 2015. No hay necesidad de estar peleando como chicos al “yo lo dije primero”. El periodista, hoy, se mide por la confianza que depositan en él.

Lo que sí, por las dudas, Delpo no tiene novia.

Desde este lado de la historia, con firmeza, se le dice que no a los colegas que…

… operan “políticamente”.
… se meten con cuestiones personales con liviandad.
… piden públicamente ética pero no paran de hablar mal de sus compañeros.
… realizan ataques personales al encargado de comunicación por habérseles negado una nota.
… borran mensajes contrarios a sus ideas en twitter, bloquean usuarios y les mandan un mensaje privado insultándolos.

Por suerte, hay muchísimos más periodistas que hacen su trabajo con honestidad profesional. Cuatro o cinco casos no harán que la profesión cambie.

Lo que viene será un intento de victimización. Quizá se recurra a la falsa idea de “periodismo de periodistas”. Hace dos años que los informes radiales y los tuits de estas personas cargan con un veneno que genera la misma reacción en conocidos o colegas en sus mensajes hacia mí: “¿Viste lo que dijo/puso tal o cual sobre vos?”.

Suave este último tuit…

La idea siempre fue ignorarlos, pese al aviso recurrente de que respondiera a las chicanas que aparecieron antes de que pusiera el primer dedo en la tecla (lo recuerdo: “Eh, ¿pero Del Potro no tenía un encargado de comunicación? Me enteré de tal cosa por un amigo…”).

Es todo muy pequeño. Muy chiquito. Triste. Por una vez, no está mal que ustedes se enteren de lo que pasa. Perdón si los aburrí. El tenis argentino atraviesa una fuerte pero eso no se explica. Una lástima el encono de cierta prensa con el mejor jugador actual, lo cual también puede repercutir en los más chiquitos que lo toman como ídolo.

Alejado de la guerra de vedettes, vuelvo a sumirme, hasta nuevo aviso, en un bajo perfil. Esto que les transmito a continuación no obedece al sueldo: estoy a gusto trabajando en un equipo de muy buena gente.

Cuando haya alguna información confirmada después de la visita al doctor Berger, la conocerán.”