Por: Sebastián Ortiz
En este Post, conoceremos la vida de Oscar Reinoso, un ejemplo de lucha y de nunca darse por vencido.
A continuación la nota realizada por @impactotenis en Mayo de 2014, previo a su partida a exhibición nada menos que en Roland Garrós (pare 1 de la nota)
@impactotenis : ¿Cómo fue tu infancia?
Soy hijo único, mis padres se separaron de chicos, yo no tenía una imagen de un hombre en la casa, era el único hombre yo y convivía con 2 mujeres y como le puede pasar a casi todo chico, las madres son bárbaras pero a medida que vas creciendo vas necesitando más libertad y estas dos mujeres me las dieron, tanto mi madre como mi abuela, pero me la daban en cuenta gotas y ese cuenta gotas era ir al club. Por suerte en esa época se iba al club o a la plaza, la plaza no me convencía mucho.
De chico siempre fui muy gordo hasta los 11 años pesaba cerca de los 100kg pero a mi me interesaba hacer alguna actividad ahí uno siempre descargaba, ya que uno no tenía esa contención del padre, por eso el club fue el apoyo de mi vida, por suerte tuve eso, tanto como a River, Platense, Obras Sanitarias, siempre los clubes era en lo que me apoyaba por los amigos sobre todo.
@Impactotenis :¿Cuál era tu club de base?
El club más fuerte en mi vida fue Obras Sanitarias, ahí fue donde aprendí a jugar al tenis en el frontón porque fue la época de Sabatini, porque venían muchos jugadores, de repente me cruzaba a Cano que era una imagen en Obras Sanitarias, en la vida me crucé con gente de Rugby por ejemplo que después terminaron jugando para los Pumas. Todo esto fue vinculándome fuertemente al deporte.
@Impactotenis : Entonces ¿empezaste de entrada con el tenis?
Lo mío eran las artes marciales, tal vez por ser un deporte de contacto, porque me sentía un poco molesto con lo que me había pasado en la vida, por no estar con mi padre y criarme rodeado de mujeres, con tanta protección. El taekwondo fue lo que me gustó, empecé a los 12 años y a partir de ahí mejoré físicamente, baje de peso y a eso de los 15 años ya fui cinturón negro. Este es un deporte de mucho contacto y posiblemente por ello haya pasado lo del sarcoma, el tema del cáncer, por tantos golpes fuertes. Fui Campeón argentino, estuve en la Selección, Campeón Sudamericano, representé a la Argentina. La verdad es que era mucho entrenamiento, no me quedaba tiempo para el estudio.
@Impactotenis : Pero, ¿Por qué pasaste del taekwondo al tenis?
De grande, cuando estaba en la Selección deje los estudios un tiempo después pude retomar y finalizar el secundario, comencé el profesorado, pero el taekwondo llegó a ocupar tanto espacio de mi vida, estaba tan compenetrado, que comencé a necesitar hacer otro deporte. Ahí me acordé que de chico juagaba al tenis y como ya teníamos a Vilas que era una explosión y había aparecido Gaby, que ya comenzaba a dar que hablar, me decidí a retomar ese deporte practicándolo todos los fines de semana, sin descuidar el taekwondo. Cuando comencé con la selección tuve buenos resultados, lo que llevo a rápidamente a aumentar el ritmo de entrenamientos, esto trajo un poco de agotamiento y el consejo que me dieron era anexarle otro actividad como la natación, correr, el tenis. El tenis, como es tan apasionante, tan compañero, disfrutas con alguien, a mí siempre me sirvió tener un espejo, una persona y mirar lo que hace en la actividad para reflejarlo.
@Impactotenis : ¿A qué club representaste en tenis?
Tuve la suerte de ser hijo único, eso me ayudó porque la situación económica de mi madre era media para abajo y todo el esfuerzo que hacían, tanto mi abuela como mi madre era para mí y por eso tuve tanto clubes distintos, aparecía un amigo que iba a Gimnasia y Esgrima y me hacían socio para que estuviera acompañado. El taekwondo era como mi papá, por la conducta, por la disciplina y me encamino, hasta los 30 años. Después me casé tuve hijos, puse un gimnasio en Villa Urquiza, que me ayudó a conocer mucha gente, vuelvo a entrenar, tengo un grupo de competidores míos de taekwondo pero ya a esta altura estaba saturado y le daba más espacio a otras actividades, correr, el tenis y comencé a empujar a mis alumnos a jugar algunos partidos. Ya para entonces era fijo, los Domingos tenía que jugar al tenis si o si, también mucho frontón, para mí es fundamental y darle repeticiones a cada golpe. En el 2000 mi hija nadaba para el club Velez en primera. Un día llevo a mi hija al entrenamiento y al pasar por el polideportivo veo la cancha de tenis y el frontón y me dieron ganas de ponerme a entrenar en serio en ese deporte. Al poco tiempo para eso del 2003, ya estaba jugando interclubes para Vélez, ya tenía entrenador y preparador físico iba al gimnasio y casi todos los día tenis en cancha, los fines de semana jugaba los nacionales.
@Impactotenis : Vos tenés una pierna ortopédica, ¿Qué pasó?
En 2007 estábamos de vacaciones en Brasil, Curitiva, En las vacaciones a mí me gusta salir a correr pero me empezó a doler la pierna derecha, el gemelo lo tenía muy inflamado, veía que había muchas moscas como que me perseguían y me llamó mucho la atención. Entonces veo la pierna inflamada y los bichos que se acercaban y pensé que tendría una infección, algún líquido que se habría formado por algún golpe interno que generó la inflamación. Regresamos a Argentina, voy al Hospital, pero de lo que me estaba pasando no tenían ni idea, puede ser un golpe, lo habrá picado un bicho, habrá contraído sida, le habrá entrado un hongo, iban para todos lados. Para colmo venia de Brasil de una isla que es una reserva natural, usted se metió en medio de la jungla, mientras tanto yo no aguantaba más, tenía que levantar la pierna, el gemelo estaba como mi cuádriceps y eso que lo tengo bien desarrollado por ser deportista, me pedían que lo mida para ver si crecía, no crecía pero era un dolor constante y así seguí. Seguí jugando, y seguían los dolores. Luego de un partido me voy a bañar y en eso cuando me quiero calzar la ojota estilo hawaiana veo que el dedo pulgar del pie no lo sentía, no me podía colocar la ojota, me miraba el pie y no entendía como no tenía sensibilidad. Voy nuevamente al hospital, me agarró un chico en la guardia y me pidió hacer una tomografía computada y mañana venga que vamos a ver el resultado. Al día siguiente voy, vuelvo a encontrar al mismo chico y cuando mira los resultados me mira y me dice, acá hay algo extraño que tendrían que hacer una punción, bueno le digo cuando quiere que vuelva, y me responde, no no, ahora mismo lo hacemos yo dejo la guardia, aviso y lo operan. Yo ya no entendía nada, como puede ser que pase esto, llamo a la madre de mis hijos y les explico la situación vienen y me llevan a una máquina, me estudian y me llevan al quirófano, la camillera me venía charlando que tal come te sentís, y me pregunta ¿vos sabes lo que tenes no?, y yo pensé que me harían una punción, “no vos tenes cáncer” me dijo. Yo no entendía nada, la verdad es que no me asustó, al menos era la única persona que me decía lo que estaba pasando, me dijo “quédese tranquilo está todo bajo control”.
@Impactotenis :¿Qué sentiste en esos momentos?
Luego de la intervención, donde me sacaron el líquido, yo ya podía mover el dedo, me sentí mucho más seguro, más confiado. Vuelvo a los 2 días, el médico me dice que estaba todo bien y que iba a tener que ir a ver al oncólogo. Eso hice, al ingresar a la sala de oncología veo a la gente, calvos, medio amarillos, algunos con barbijos, muy chupados, muy decaídos por tanta debilidad que tenes por lo que te está pasando. Pensé que me tenía que entender con esta gente, yo también tengo cáncer y estos son mis pares. No me puedo deprimir porque sino me voy a caer yo también como esta gente y yo quiero salir de esto. Hablamos con el médico, conto los pasos a seguir y los diferentes escenarios y al final de la charla dijo que en el peor de los casos si no se llega a solucionar habría que amputar, mi hija, la madre de mis hijos llorando, un escándalo. Ahí comenzamos a entrar en tema y averiguar, los mejores médicos a todos lados, hasta que dijeron usted tiene un Sarcoma Sinovial, y que no había solución enviamos los estudios a todos lados, a Cuba a Estados Unidos, donde iba el estudio el diagnóstico era el mismo.
:¿Cómo encaraste la enfermedad?
Yo encaré la enfermedad como una competencia, siempre quise jugar con el mejor y para eso le ponía garra, yo empecé en los torneos en + 45 cerca del 400 y terminé el año 90 y pensaba que llegaría a los 50 y por la preparación física y por como entreno les ganaría a todos, pero ya no pude jugar más. Tenía la ilusión de representar a la argentina jugando los torneos de veteranos y ésta enfermedad la encaré de la misma manera mejorando mi calidad de vida, tal vez por ese motivo la quimio no me hizo efecto rebote, no tenía vómitos, consulté con brujas chamanes, me metí en medio de la villa, me iba a Pinamar a caminar por el mar a meditar, me empecé a aislar. Pero el problema ya estaba, para aislarte así tenes que hacerlo antes, ahora ya era tarde.
Continuará…
Sebastián Ortiz
@impactotenis