“Listen to them. Children of the night. What music they make…”…No es lo mismo el horror que el terror, no es lo mismo la muerte producida por un hecho sobrenatural que bajo el cuchillo de un psicópata. Sin embargo, en lo que estamos de acuerdo la mayoría, es que le tememos al final y no cabe duda que si ya de por sí es difícil aceptarlo, es aun peor decir adiós sufriendo a merced de un alma despiadada. Pero nada es en vano en esta vida y este tipo de situaciones han inspirado a escritores, cineastas y directores de efectos especiales que nos han mostrado ficticias historias con imágenes horrorosas muchas de ellas basadas, paradójicamente, en hechos reales que nosotros como espectadores podemos disfrutar desde la confortable seguridad de nuestros hogares.
Ahora bien, ¿quién podría disfrutar de esto? En mi caso, todo comenzó cuando tenía sólo 4 años y mi curioso espíritu me empujó a desobedecer a mis padres. Eran las 22 hs, ellos trabajando y yo en casa de mi abuela, curiosamente esa semana había visto la publicidad de una película que sería emitida por canal 13 llamada “El Exorcista”. Inquietado con algunas imágenes, le había preguntado a mi mamá de qué se trataba, ella me dijo que era para adultos y que no la podía ver, de manera tal que no podía parar de preguntarme cosas como “¿Por qué no puedo? ¿Por qué es para adultos y no para mí? ¿Qué es lo que miran los adultos?”. Cuando finalmente mi abuela quedó dormida en el sillón, supe que era el momento de responder esas preguntas. En medio de la oscuridad nocturna, me acerqué al viejo televisor y gire la rueda que cambiaba los canales hasta llegar al trece. Si bien, sinceramente, no recuerdo haber entendido o no el film, sentí pasión por los efectos especiales y un millón de preguntas más que no debía hacerles a mis padres o, de lo contrario, ellos sabrían que los desobedecí. A partir de ese momento me obsesioné con los monstruos y lentamente fui conociendo algunos largometrajes, hasta que la llegada del VHS a mi casa significó un sinfín de posibilidades. Luego, ya en la adolescencia, comencé a coleccionar revistas, tarjetas, posters, muñecos y todo lo que estuviese referido a este género.
Muchos somos los que nos divertimos pensando en lo desconocido o viendo a una víctima sufrir en la ficción con métodos poco convencionales, a ese tipo de personas las invito a compartir junto a mí, esta aventura donde nos sumergiremos en lo más oscuro del cine fantástico. Reseñas de películas, coleccionables, datos curiosos y la sensación de que estamos a salvo….¿lo estamos?