Le crece edificio a un árbol

#Urbanitas

 

 

Hay un baobab que desde hace 19 años llama la atención de transeúntes y automovilistas que pasan por el número 184 de bulevar Manuel Ávila Camacho, a la altura de Polanco; el árbol libanés se asoma por una de las ventanas del noveno piso de la  torre de 18 niveles. Algunos creen que es de plástico, otros que por descuido creció al punto que ahora se desborda. Fue el arquitecto Víctor de la Lama quien tuvo la idea de ponerlo en el noveno piso del edificio que fue símbolo de la zona durante los años 90. Mandó poner en un macetón de dos metros de diámetro, sobre unas estructuras ocultas y tiene un sistema europeo que funciona con una fotocelda que activa un mecanismo de riego cuando el árbol así lo requiere. No es todo: también tiene un cuidador que  viaja desde los viveros de Xochimilco para arreglarle la tonelada de tierra que da soporte a la raíz. Él evita que se extienda demasiado y destruya la estructura. Los baobab son inspiradores de las más variadas historias.Cuentan que hay un ejemplar que aloja en su interior una estación de autobuses en la que pueden entrar 40 personas. De otro se dice que es utilizado como cantina y caben 50 personas.  Éste al menos es referencia para los conductores del transporte público: basan su tarifa dependiendo de si los pasajeros bajan antes o después del árbol.