Decir que el iPhone cambió para siempre la telefonía móvil no es una novedad, pero decir “el iPhone me salvó la vida” es único y hasta insólito.
El soldado norteamericano Joel Stubleski será un agradecido de por vida a su iPhone que logró frenar y desvíar una bala que iba directo a la arteria femoral de su pierna izquierda, que, de atravesarlo, le hubiera significado una muerte segura.
El 14 de mayo de 2012, el joven Stubleski se encontraba en el este de Afganistán listo para emprender el retorno a los Estados Unidos, pero su base militar fue emboscada por talibanes.
Durante el tiroteo sintió un fuerte pinchazo y ardor en su muslo izquierdo: “De pronto me caí al suelo y no podía caminar”, contó. Sus compañeros lograron sacarlo del combate y ponerlo en un helicóptero.
Para verificar la gravedad de la herida, los doctores rompieron parte del pantalón y encontraron su iPhone con un agujero de bala: “Los médicos que me atendían se paralizaron y me dijeron, ‘esto es lo más asombroso que he visto’”
Los médicos le contaron lo afortunado que fue al llevar el celular consigo ya que la bala iba directo a romper su arteria femoral .
Stubleski actualmente está en Alaska y, aunque ya pasaron 9 meses del ataque, aún hoy tiene resentida la pierna por la herida y le es difícil correr y practicar con su skate.
A sus 22 años vivió una de las experiencias más extremas que un ser humano puede enfrenar, pero él aseguró que trata de no recordar lo malo de la guerra y sí los nuevos amigos que hizo y hasta bromea con que deben reemplazar los chalecos antibalas por iPads.
Oro de los motivos que lo puso contento es que ya tiene un nuevo iPhone 5 con una carcaza especial que “recuerda” a su viejo iPhone 4. ¡Salud Joe!
En Twitter: @nicolasmartinc