La ola de delincuencia que enfrenta el estado de San Pablo, principalmente la región metropolitana, llegó a niveles nunca antes vistos y causa pánico a la población.
El gobernador, Geraldo Alckmin, resaltó el número de habitantes y el tamaño de la región para comentar la gran frecuencia de asesinatos en relación a otros estados brasileños: ”El estado tiene el tamaño de un país (…). La región metropolitana es la tercera mayor metrópolis del mundo, tiene 22 millones de personas”, declaró Alckmin en el terminal de omnibus Varginha, en la zona sur de la capital paulista y pidió tener esos factores en cuenta en relación a la violencia de la región, “sino se crea una situación muy injusta, casi una campaña contra San Pablo” y alertó sobre los riesgos de originar “pánico en la población”.
Ese aumento de la violencia y principalmente asesinatos en la región metropolitana de San Pablo (y que ya se están extendiendo al interior del estado) son atribuidos a la organización criminal Primer Comando de la Capital (PCC), que le ha declarado la guerra a la Policía.
Desde el comienzo del año al menos 92 policías murieron en el estado de San Pablo. Según informaciones dadas por la Secretaría de Seguridad Pública, solamente en la capital hubo un crecimiento de 102,82% en los homicidios durante el mes de septiembre, en comparación al mismo período del año pasado.
Los familiares de los policías asesinados se manifestaron en la región central de la capital, y fueron hacia el cementerio de Araçá, donde está el mausoleum de la Policía Militar.
La región del estado de San Pablo tuvo al menos ocho personas asesinadas y 12 heridos a tiros en un intervalo de siete horas y media, entre las 21h del miércoles y las 4h30 del jueves. La mayoría de las muertes fueron en Araraquara, una ciudad a 288 km de la capital, en cuya localidad habitan líderes del PCC.