Científicos del Gran Colisionador de Hadrones afirman que esperan hacer contacto con universos paralelos “en días”, o al menos eso informa el matutino británico “Sunday Express”. También adelanta que se está buscando detectar (o incluso crear) agujeros negros en miniatura. Esto, que suena extravagante e incuso peligroso, bien podría significar un paso de efectos nunca imaginados por y para la humanidad.
El acelerador de hadrones del CERN será disparado a su máximo poder en los próximos días con el objetivo de contactar con universos paralelos. Si esto sucediera, confirmaría teorías y abriría la puerta para una nueva comprensión de la física e, incluso, lo que consideramos realidad. Por eso, el experimento de la semana que viene es considerado como algo capaz de “cambiar el juego” en todos los sentidos.
Mir Faizal es parte del proyecto y dice que: “Así como muchas hojas de papel, que son bidimensionales, puden existir en una tercera dimensión, los universos paralelos pueden existir en dimensiones superiores. Nuestras predicciones dicen que la gravedad puede filtrarse en otras dimensiones, y si lo hace entonces podremos producir agujeros negros en miniatura”.
Esto, a todas luces, suena extremo y peligroso. La idea de que la gravedad se “filtre” a otras dimensiones o de que se produzcan agujeros negros en nuestro planeta no solo parece salido de alguna que otra serie de ciencia ficción, sino que pone a prueba la capacidad de asombro y de aceptación del punto en que la ciencia podría generar escenarios de peligro para toda la humanidad. Algunos científicos, en vez de ser escépticos sobre la posibilidad de lograr estos cometidos, destacan que un agujero negro en miniatura bien podría crecer sin control hasta consumir todo, incluyendo la humanidad. “Simplemente no lo sabemos”, me afirma una fuente de la Universidad de Córdoba que prefiere mantener el anonimato. Sucede que también parece ser un “pecado científico” hablar de los peligros de estos experimentos.
Al mismo tiempo, un grupo independiente de científicos autodenominado “LHC Safety Study Group”, ha elaborado un informe sobre la seguridad del colisionador y la posibilidad de la creación de agujeros negros, pero descartan que sea posible y destacan que, en caso de lograrse, serían inofensivos debido a que simplemente colapsarían casi al instante de haber sido generados. “La naturaleza forma agujeros negros cuando algunas estrellas, mucho más grandes que el Sol, colapsan sobre sí mismas al final de sus vidas. Estas concentran una gran cantidad de materia en un espacio muy pequeño. Las especulaciones sobre agujeros negros microscópicos en el Colisionador refieren a partículas producidas en las colisiones de pares de protones, en las que cada cual tiene una energía comparable a la de un mosquito en vuelo. Por eso los agujeros negros astronómicos son mucho más pesados que cualquier cosa que se pueda producir en el Colisionador y producen lo que producen”, dice un comunicado que intenta cerrar el debate.
Ahora, sobre la posibilidad de contactar con universos paralelos, las enormes cantidades de energía que esto conlleva y las teorías que hablan de la posibilidad de que esto “desintegre ambos universos en contacto”, nadie dice nada. Por ahora solo queda esperar y ver. Nadie duda de la efectividad del colisionador del CERN y ya antes se ha debatido si es seguro que se busque concretar estos experimentos. Solo espero que sea lo que sea que se descubra sirva para mejorar nuestra comprensión del universo y de la misma existencia, que no es poco.
Fernando Silva Hildebrandt.
fuentes: http://press.web.cern.ch/backgrounders/safety-lhc - http://www.express.co.uk/
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