Por: Agostina Fasanella
Nadie sabe todo, todos saben algo y entre todos saben mucho.
Es importante conocer la diferencia entre grupo y equipo. Un equipo es un conjunto de personas con una o varias metas en común que se necesitan entre sí para lograrlas. En cambio, un grupo refiere a un conjunto de personas que puede que tengan metas en común o no pero no se necesitan entre sí para llevarlas a cabo.
Por ejemplo, si tomamos un avión de una ciudad a otra podemos decir que vamos en grupo, pues todos tenemos la meta de llegar del punto A al punto B pero no nos necesitamos entre nosotros, es decir, si algún pasajero no llega a tomar el vuelo, la meta (llegar al punto B) puede llevarse a cabo de todas formas y es posible que ni nos demos cuenta de esto.
Tomando el ejemplo de un equipo deportivo, las personas se necesitan entre sí para ganar un partido. No podrán lograrlo si no están “en sintonía”, es decir, si no tiran todos “para el mismo lado”.
Todos pertenecemos a un equipo. Ya sea un equipo deportivo, en nuestro trabajo, incluso nuestra familia es un equipo.
Es importante poder diferenciar entre un equipo funcional y uno disfuncional.
Para poder lograr esa sintonía de la que hablamos, he aquí 6 importantes cuestiones para trabajar en equipo.
1. Cohesión. La cohesión es el grado de atracción que cada integrante del equipo siente hacia éste. Habitualmente los equipos cohesionados tienen un bajo nivel de conflicto y alta capacidad para resolver de manera positiva los obstáculos.
2. Compromiso. La palabra compromiso viene del latín compromissum y se utiliza para describir una obligación que se ha contraído o una palabra dada. Compromiso es declarar y cumplir en tiempo y forma. A la hora de trabajar en equipo esta cuestión es fundamental, pues aumenta notablemente el nivel de confianza y lleva a una mayor excelencia en el logro de resultados.
3. Comunicación. En este punto me refiero a exponer y explorar, es decir, saber hablar y escuchar. El lenguaje crea mundos y todo lo que se dice en el equipo por canales formales o informales tiene un gran impacto. Es importante tener en cuenta si las conversaciones están posibilitando o limitando al equipo.
A esto le sumamos la otra parte de la comunicación, desde mi punto de vista la más relevante, que es la escucha. Saber escuchar lo que los demás dicen sin querer “ponerle tono propio” es fundamental para conocer a cada integrante del equipo y llegar a establecer una relación profunda y genuina.
4. Empatía. No me refiero a la simpatía que tiene más que ver con una inclinación afectiva, cuando alguien nos cae bien y sentimos lo que ese alguien siente porque estamos de acuerdo con ese sentir.
La empatía tiene que ver con comprender al otro, independientemente de si compartimos o no su forma de ver las cosas.
5. Sinergia. Es la suma de energías y hace que se produzca un efecto superior al que se obtendría de la suma de cada uno de los integrantes por separado.
6. Dejar las individualidades de lado. Si no se está dispuesto a soltar esa necesidad de “llevarse los laureles” no hay forma de obtener éxito en el equipo, pues saldrá a brillar una sola persona opacando al resto. Es importante destacar la figura del equipo y no la propia. Lo más importante es el equipo y eso nos invita a generar sentido de trascendencia.
Los equipos son importantísimos si realmente queremos jugar el mundial de nuestras vidas, como dijo Michael Jordan “El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia gana campeonatos“.
¡Hasta la próxima!
Agostina Fasanella
Coach Personal y de negocios.
Liderarte Consultora
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