Por: Mariana Grimaldi
Fotos, fotos y más fotos. Fotos guardadas en la computadora, fotos archivadas en el teléfono, fotos perdidas en un pendrive; pero pocas fotos impresas en papel. Esa es una constante en esta era de la fotografía digital, en donde los álbumes y las cajas de zapatos dejaron de guardar esos recuerdos y perdieron su espacio.
Fue ahí en donde Julieta Castagnaro (38 años, economista) encontró la veta para desarrollar su propio negocio. Ya conocía la tendencia que venía desde Europa y los Estados Unidos y sus diez años de experiencia en gestión y desarrollo de negocios la ayudaron con el resto: a principios de 2010 le dio vida a The Allbum, la primera empresa de fotolibros de la Argentina.
Un fotolibro es mucho más que un álbum de fotos. Es un libro de fotos con diseño y calidad. De ahí el origen del nombre: Allbum es un juego de palabras (“all” significa “todo” en inglés), es un libro que lo contiene todo… ¡Hasta se pueden scannear fotos antiguas, ecografías, cartas de amor y a Papá Noel!
Cada persona puede diseñar su propio libro sin necesidad de tener conocimientos de diseño. Para armar un fotolibro sólo se necesita ingresar a la página de The Allbum, descargar un programa gratuito y seguir las instrucciones. Una vez terminado el proceso, el libro se manda a imprimir y, en el plazo de una o dos semanas (depende del formato elegido), se puede retirar personalmente en las oficinas de la empresa o recibir a domicilio.
Las múltiples opciones de modelos, fondos, tipo de papel, colores y encuadernación hacen que cada libro sea único e irrepetible. Todo depende del gusto y de la creatividad del cliente.
La gestación del negocio
Desde que se le ocurrió la idea, Julieta se tomó ocho meses para poner en línea su negocio. Durante ese proceso incorporó a una socia que se ocupa del marketing de la empresa y compró la licencia del programa para el diseño de los libros. Para diferenciarse de sus futuros competidores, estudió los productos que se ofrecían en el exterior y trabajó junto a los desarrolladores del software para agregarle sus diseños exclusivos y otros tamaños de libros que hasta ese momento no existían en el mercado.
Para conseguir financiamiento, se presentó en distintos programas que fomentan la actividad emprendedora en el país. Fue así que en 2010 se alzó con el primer puesto del programa Buenos Aires Emprende y fue finalista en Naves, la competencia de emprendimientos del IAE.
También puede ser una salida laboral para otros
Casi por casualidad Julieta y su socia descubrieron que The Allbum también podía ser un negocio para otros. “Un día nos llamó la atención que un cliente hacía muchos pedidos por mes. Lo contactamos y le preguntamos sobre el por qué de tanta demanda y nos sorprendió con su respuesta: hacía los fotolibros para las chicas de su barrio que cumplían 15 años y le cobraba un poco más para ganar con la diferencia”, cuenta Julieta.
Fue así que entendieron que esta alternativa también las beneficiaba a ellas porque les permitía llegar al interior del país sin tener que ampliar su estructura. Para ello crearon la división de Asociados en la que ofrecen a otros emprendedores sumarse a comercializar sus productos con un precio diferencial. Con esta modalidad The Allbum ya comenzó a cumplir con su objetivo y ya está presente en Mendoza, Salta, Tucumán, Rosario, Bahía Blanca y la ciudad de Buenos Aires.