Una bebida que hace Ommmmmmm

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Hasta hace unos años, Sebastián Taíto tenía una pequeña empresa de informática. Una de esas noches, en las que solía quedarse trabajando frente a la computadora hasta la madrugada, sintió la necesidad de tomar alguna infusión relajante que lo ayudara a bajar la ansiedad que le impedía continuar con su actividad.

“Busqué en la caja de tés de mi mamá y encontré tilo, manzanilla, valeriana y pasiflora que, según había leído en Internet, eran las hierbas indicadas para lograr el efecto que buscaba. Decidí hacer un experimento casero, mezclé todos los saquitos en una taza, le puse agua caliente y mucha azúcar. No sé si ese té me ayudó a relajarme, pero lo que sí sé es que fue en ese momento cuando se me ocurrió la idea de crear una bebida con efecto relajante”, confiesa el emprendedor. Y así fueron los comienzos de lo que hoy es Stress Down, la primera bebida con efecto relajante del país.

Sin conocer nada del rubro, Sebastián investigó primero en Internet si existía algún producto similar al que él imaginaba. Descubrió que en los Estados Unidos había un mercado muy incipiente, en donde varias compañías ya habían lanzado bebidas de ese estilo. Así, consiguió que un amigo que vivía allí le enviara casi la totalidad de las variedades que se vendían en el país del norte para probarlas y testear el sabor y los efectos. “Todas las marcas que probé tenían sabores distintos entre sí. Casi todas las fórmulas estaban hechas sobre la base de extractos de plantas. Pero, a mí no me gustó ninguna de ellas, ni por su fórmula ni por la presentación del producto”, explica.

A fuerza de insistencia y convencido de que su idea era un éxito asegurado, el emprendedor logró que la dueña de uno de los laboratorios locales más importantes que trabaja con fórmulas vegetales, le concediera tiempo para escucharlo. Después de quince minutos, Taíto se retiró del encuentro con una sonrisa y un contrato debajo del brazo para desarrollar la fórmula exclusiva de su bebida.

Así fue que, luego de seis meses y de probar más de 45 opciones, Sebastán logró dar con el sabor y el efecto que estaba buscando. “La base del sabor es el arándano, que tiene un gusto muy particular y es muy difícil encontrar uno similar. Es un sabor muy marcado”. Otros de los extractos que tiene son los mismos ingredientes de aquel té inspirador: manzanilla, pasiflora y valeriana. Pero, “el secreto del efecto relajante, no está en los componentes sino en el orden en que se los colocan, las cantidades que se utilizan de cada uno y la sinergia”, aclara.

Todo el proceso de elaboración y producción de Stress Down, más el desarrollo de la marca, su registración, el diseño y registro de su website llevaron más de seis meses y una inversión de 60 mil dólares que el emprendedor sacó, sin dudarlo, de sus ahorros.

 

Una nueva categoría

En los últimos quince años, el mercado argentino de las bebidas energizantes creció significativamente a partir de la llegada al país de las más importantes marcas internacionales de ese rubro. En cambio, Stress Down llegó para crear una nueva categoría: el de las bebidas relajantes.

En ese sentido, uno de los puntos más difíciles para su comercialización, es el de la comunicación. Comoes una bebida diferente, que no se puede comparar con ninguna otra, es necesario explicar perfectamente a los consumidores de qué se trata el producto y cuál es el efecto que produce. “Hay ser muy preciso en la comunicación y es por eso que lleva tiempo instalarla en el mercado. Pero, de a poco, nos vamos haciendo conocidos y el boca en boca nos está ayudando muchísimo para posicionarla”, aclara Taíto.

Desde hace más de dos meses que las botellas de Stress Down están a la venta a un precio entre 15 y 17 pesos y ya llaman la atención del público en general. Se pueden encontrar en más de 300 puntos de ventas de la Capital Federaly el Gran Buenos Aires. Además de venderse en kioskos, también se pueden comprar on-line y las envían a domicilio sin cargo. “En este momento tenemos un acuerdo con la cadena Open 25 y con otros kioskos independientes. Pero, todos los días estamos sumando nuevas bocas de venta. También estamos cerrando un acuerdo para entrar en una importante cadena de farmacias”.

En la actualidad, la empresa elabora 200 mil botellas por mes pero en el corto plazo, agrega, “queremos duplicar la producción para poder llegar a las grandes cadenas y al interior del país que ya demandan la presencia de Stress Down en sus góndolas”.

El gran salto planean darlo cuando lleguen a Brasil, el próximo destino a conquistar. Para ello, están evaluando la posibilidad de abrir el mercado a través de un importador-distribuidor local muy importante aunque, según Taíto, “no descarto hacer una alianza con una importante compañía brasilera del rubro”.