6.202.700 razones para manifestar

#MeVoyDelPaís

En el día del trabajador, España parece no tener razones para festejar.  Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE),  6, 2 millones de la población está desocupada. Este primero de mayo los sindicatos convocaron una manifestación en contra del desempleo, la crisis económica y las medidas adoptadas por el gobierno nacional.

Los manifestantes llegaron a las 13 a la Plaza San Francisco

Actualmente, España cuenta con una taza de desempleos record y el índice más alto de la Unión Europea. Ante este contexto, sumado a las reformas de ajuste impuestas por el gobierno de Rajoy, el Secretario General de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez, llamó al pueblo a protestar en el día del trabajador y dijo que hay 6.202.700 razones para manifestarse. En todo el país se llevaron a cabo marchas durante la mañana, y Sevilla no fue la excepción.

Al abrir la puerta que da a la calle se percibe que es feriado. Las veredas están casi deshabitadas, los autobuses andan prácticamente sin pasajeros y familias enteras salen a pasear. Sin embargo, basta con adentrarse en sus calles para tomar consciencia que este día está lejos de ser un asueto más.

A las 12.55 la Plaza San Francisco comenzó a recibir a sus primeros manifestantes.  De bajo perfil, se localizaron al lado del lugar donde luego se instalaría un escenario.  A medida que el reloj se iba acercando a la una del mediodía, el clima iba cambiando. De lejos se oyeron tambores, redoblantes y cornetas provenientes de  las calles Sierpes, Granada  y Avenida de la Constitución. Al asomarse se divisaban multitudes vestidas con remeras rojas que llevaban banderas de colores. A paso ágil, la muchedumbre se acercó con pancartas a la Plaza, el punto de concentración de la manifestación sevillana. De un momento a otro, los manifestantes llenaron el espacio que hasta hace unos minutos estaba prácticamente vacío. Sus rostros denotaron enojo y ganas de hacerse oír. Cantos y murmullos fueron el sonido ambiente por excelencia.  Finalmente, todos los manifestantes, 8.000 según los sindicalistas y 4.000 acorde a la policía, llegaron al destino convocados por la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT). En ese instante comenzó a sonar de fondo el Canto a la libertad de Labordeta.

Entre los presentes se escuchaban charlas acerca de la situación actual del país.  Los casos de gente descontenta se multiplicaban con tan sólo caminar. Al pasar cerca de cada grupo se oyeron opiniones, mayoritariamente negativas, sobre Rajoy y experiencias personales devastadoras. ‘No sé que mas hacer, soy jubilada y actualmente mantengo con mi pensión a mis nietos porque mi hijo se quedó sin trabajo. No podemos vivir así’,  expresó Alicia, una mujer de unos 70 años, a sus acompañantes.

‘¿Qué estamos haciendo aquí?’, preguntó un niño de unos siete años a su padre. ‘Hoy se celebra la lucha de los derechos de todos los trabajadores y hay que luchar más que nunca para que se vuelvan a respetar’, le explicó su progenitor.  Atónito, el niño intentó comprender que sucedía.  A su alrededor, una muchedumbre entusiasta y vehemente  expresó sus pensamientos a través de cantos y banderas de colores. Algunos líderes utilizaron un megáfono para incitar a los vecinos. ‘Rajoy dimite, el pueblo lo transmite’, era uno de los cánticos expresados por los presentes.  El descontento hacia el gobierno era claro. Todos gritaron contra el desempleo y la crisis económica y recalcaban la necesidad de cambios urgentes.

‘Si no hay solución habrá revolución’, aclaramaron los manifestantes.

Pasados 20 minutos del inicio de la concentración, subió al escenario el cantante Manuel Gerona para dar comienzo al acto. ‘Ay, si eligieron un gobierno y una corte no tenemos por qué estar mordiendo el hambre de las entrañas de mi pueblo’, cantó.  Un público silencioso oía sus palabras mientras asentían con sus cabezas. Cuando el intérprete finalizó su número, todos lo aplaudieron y entonaron: ‘Que se vayan, fuera’.

Luego, subieron al escenario Alfonso Vidán, secretario provincial de CCOO  y Juan Antonio Gilabert, secretario general de la UGT, ambos de Sevilla.  En sus discursos reivindicaron el significado de esta fecha, hicieron referencia a los 307.500 desocupados en la región y criticaron fuertemente al gobierno actual por sus reformas y por pedir al pueblo ‘paciencia’. ‘¿Puede haber peor acoso que la desesperanza?, ¿Qué tiene que pasar para que cambien las políticas? Sólo están beneficiando a la Alemania de Merkel. Exigimos que se cambien y acaben con esta lacra’, remató Gilabert.  Sus polémicas declaraciones fueron bien recibidas por los presentes que aplaudieron fervientemente.  Al finalizar sus dichos alzaron su puño derecho en alto y cantaron.

La muchedumbre comenzó a disiparse de forma pacífica. Pero un grupo de jóvenes se mostro negado a retirarse. Sostuvieron su bandera en alto y gritaron: ‘No nos vamos, nos quedamos a luchar’. Mientras sacudían sus banderas y carteles, todos juntos exigieron a los dirigentes la necesidad de imponer, cuanto antes, una huelga general en todo el país.