Por: Yanela Biancardi
La participación de perros, gatos o incluso caballos en las bodas es natural en varios países del mundo. Quién no ha visto en alguna serie o película estadounidense entrar a la novia a la iglesia seguida por pajes y damitas, entre las que se encontraba la mascota de la pareja o de la familia de uno de ellos. Incluso, animales han sido designados en el rol de padrino o madrina.
Ante la cercanía del Día del Animal, el próximo 29 de abril, quería detenerme un poco en este tipo de situaciones. Si bien en la Argentina no es tradición que la novia llegue al altar secundada por niños ni la multiplicidad de padrinos y madrinas, lo cierto es que las bodas se aggiornan cada día más, y que participe una mascota muy querida comienza a ser un requerimiento de los clientes.
Esto no es un imposible; no obstante, desde YB Creación de Eventos recomendamos:
1 – Consultar en la Iglesia, de manera previa, si permiten el ingreso del animal, para evitar inconvenientes la misma noche del casamiento. En caso de prohibición, una solución es realizar la ceremonia religiosa al aire libre, en el mismo espacio de la fiesta -a cuyos dueños también hay que avisar con anticipación que llevaremos a nuestra mascota-.
2 – Si deseamos que forme parte de un cortejo de niños, lo ideal es que uno de ellos, de los más grandecitos, lleve a la mascota con correa. Por más adiestrado que esté el perro, será difícil que camine solo y tranquilo al altar en un sitio desconocido y con tanta gente. Es preferible que el encargado de esta tarea sea alguien familiarizado con el animal. Para evitar imprevistos -como que se “empaque” y no quiera caminar-, si el tamaño lo permite puede ir en brazos.
3 – Durante la fiesta, lo ideal es que una persona sea designada encargada del animal -ninguno de los novios ni los padres de ellos-. Debe estar atento para limpiar si ensucia -o avisar inmediatamente al personal del lugar- y procurar que no se escape, asustado ante el ruido y la cantidad de gente. Siempre es recomendable tenerlo con collar y correa.
4 – Si nuestra mascota será partícipe de este momento tan especial, debemos lookearla: una corona de flores o un pañuelo anudado al cuello son buenas alternativas. Si el animal es dócil, puede directamente vestírselo de traje. Los pet shops ofrecen prendas muy divertidas.
5 – Llevar un almohadón o “camita” para que tenga dónde recostarse -y evitar que utilice para descansar el abrigo de algún invitado-.
6 – Asegurarse que ninguno de los asistentes sufra de alergia a los pelos de los perros o gatos: no queremos que pasen un mal momento.
En el caso de los eventos empresariales, aconsejo sólo la inclusión de animales cuando:
1 – Lo amerita el evento -por ejemplo, la presentación de algún producto de uso veterinario-.
2 – Forma parte del logo y el eslogan de la empresa -una vaca puede, llegado el caso, ser parte del lanzamiento de una nueva variedad de chocolates si se trata de la imagen de la marca-.
3 – Si el dueño o gerente de la empresa ama a los animales y desea, durante su discurso, tener en brazos a su mascota, como forma de transmitir una imagen más cálida, familiar y amorosa.
¡Espero que estos consejos sean útiles!
¡Buen fin de semana! 
Yanela