Semana 14 (I)

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Arrancamos el resumen de la semana 14, en la que el frío y la nieve ya se empezó a notar en varios partidos. Nieve era lo que había en Pennsylvania, un manto de ocho pulgadas sobre el terreno en el que se dio la victoria de los Philadelphia Eagles sobre los Detroit Lions por 34-20. En un campo tan averiado, la gran figura fue LeSean McCoy, el corredor de los Eagles, que sumó 217 yardas. Ni siquiera se podían intentar puntos extra por la cantidad de nieve, y la defensa de los Eagles neutralizó bien a Calvin Johnson, el estelar WR de Detroit. Philadelphia tomó el control de su división, mientras que Detroit puede perder el de la suya.

Así quedó Calvin Johnson después de una atrapada (“es importante mantenerse hidratado tomando nieve”)

Y eso sucedió porque los Chicago Bears aplastaron por 45-28 a los Dallas Cowboys en el encuentro que cerró la jornada, el lunes por la noche. Algunos echarán la culpa de este nuevo fracaso del equipo de la estrella a Tony Romo, quien no lo hizo tan mal en este partido. Pero se olvidan que la defensa no ha podido hacer una transición exitosa a la Tampa 2 de Monte Kiffin y va camino a batir el récord de yardas permitidas que pusieron los Saints no hace mucho. Por el lado de Chicago, decir que Josh McCown tuvo un gran día, pero que Trestman el HC, sigue esperando la vuelta de Jay Cutler a la titularidad.

Si hablamos de finales enloquecedores, recomiendo seguir el de Minnesota Vikings-Baltimore Ravens. Tres minutos antes del final iban ganando los Vikes 12-7. Y a partir de ahí, la hecatombe, la debacle total, la seguidilla de touchdowns: 02:05 Baltimore pasa a ganar 15-12; en medio minuto lo da vuelta Minnesota 19-15; un retorno de kickoff larguísimo pone a Baltimore nuevamente arriba 22-19; una jugada de pase de 80 yardas vuelve a poner a Minnesota ganando 26-22; y con 4 segundos restantes en el reloj, Joe Flacco pone el TD final para que Baltimore gane 29-26 y se prenda decididamente en la lucha por el segundo wildcard de la AFC. Para Minnesota, la lesión de Adrian Peterson culmina una temporada nefasta.

Otro partido con final ajustado y sobre todo polémico fue el del partido que enfrentó a Cleveland Browns y New England Patriots. Los de Ohio habían arrancado el juego defendiendo muy bien y dejando en cero al ataque de los Patriots en toda la primera mitad. Sin embargo, los comandados por Tom Brady resurgieron en la segunda mitad y, cuando parecía que el partido se les escapaba, metieron 13 puntos en un minuto y medio (ayudados por una interferencia defensiva muy dudosa que le cobraron a los Browns) y se llevaron el partido. La nota mala es la lesión del TE Rob Gronkowski, que los privará de una de sus mejores armas ofensivas de cara a los playoffs.

Y para cerrar el tríptico de finales tremendos, veamos lo que pasó entre Pittsburgh Steelers y Miami Dolphins. Ambos estaban en la cuerda floja por sus aspiraciones de playoffs, y este era un duelo clave. Y fue un partido vibrante, con muchos cambios de liderazgo y un final espectacular. Miami, que llegó a estar 10 puntos arriba, luego dos veces por detrás en el marcador, se puso seis puntos arriba faltando un minuto. Y en la última jugada, a 70 yardas de la victoria, los Steelers decidieron hacer una jugada de pases laterales para intentar anotar. Y parecía que lo lograron… pero no, el WR Antonio Brown había pisado la línea en la yarda 12 y se quedaron sin más tiempo. Miami sigue prendido, Pittsburgh a pensar en 2014.

Medio pie en la banda. Ahí se anuló el touchdown.

Otro de los equipos que va encaminado a la postemporada son los New Orleans Saints. Tenían un encuentro clave ante los enrachados Carolina Panthers y lo resolvieron con la habitual solvencia de Drew Brees, quien anotó cuatro TD y más de 300 yardas contra una defensa que venía a este partido como la mejor de la liga. Por el lado de los visitantes, ahora deberán esperar vencer en la revancha y un desliz de los Saints para llevarse el título divisional… o no perder el ritmo, para el wildcard. Cam Newton no tuvo las libertades de partidos anteriores y la secundaria demostró no estar a la altura de su temible front-seven.

Quienes sí perdieron un poco el ritmo fueron los Seattle Seahawks, pero con la inercia que llevan, no parece ser un gran problema. Los San Francisco 49ers los derrotaron agónicamente en su casa por 19-17 con un FG de Phil Dawson cuando faltaba muy poco para el final y siguen intentando ganar la división, aunque necesitarán que Seattle tropiece un par de veces más para tener verdaderas chances. Considerando que Seattle cierra su temporada regular con dos encuentros en casa ante rivales divisionales, es una opción muy complicada.

Volviendo a la AFC, los Cincinnati Bengals se adueñaron del tercer lugar en la conferencia (muy importante si se considera que el sexto sembrado le corresponderá a un equipo irregular) al vencer a los Indianapolis Colts por 42-28 como visitantes. Lo más destacado del partido fue una jugada en la que Ben-Jarvus Green Ellis, corredor de los Bengals, pareció haber sido tackleado antes de entrar a la zona de anotación. Y así fue marcado en primera instancia. Sin embargo el juez principal Jeff Triplette revisó la jugada y lo rectificó (recordemos que para rectificar debe haber evidencia indiscutida), dándole el TD a Cincinnati. De nada valió la buena actuación de Andrew Luck para los Colts, que a pesar de todo ganaron la AFC Sur.

Y por último, los Denver Broncos prácticamente sepultaron las posibilidades de los Tennesse Titans de alcanzar la postemporada con un contundente 51-28. Tan contundente como las declaraciones de Peyton Manning acerca de su rendimiento en partidos con frío bajo cero (“que se metan la historia donde no les da el sol”). En favor del QB, hay que decir que su  juego fue casi perfecto el domingo. Pero quedó opacado por la historia de Matt Prater, que ayudado por la altura de Denver, metió el FG récord de la historia de la liga: 64 yardas. Para los Titans, barajar y dar de nuevo.

Seguimos mañana con el resto de la fecha y la carrera a playoffs.

Fleder.-