¿Cómo los preferimos las mujeres?

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Las mujeres lloran por todo, los hombres son insensibles. Mitos que se crearon en ellas y ellos, pero que están alejados de la realidad.

Los hombres aún no tienen el permiso absoluto para llorar, las mujeres tenemos cierta facilidad para expresar los sentimientos.

Las feministas de mitad del siglo XX consideraban humillante la identificación de la mujer con la emotividad. En cambio, los hombres se formaba en ambientes donde el llanto era síntoma de debilidad.

El modelo social sigue creando hombres con “corazón de hielo”, porque siguen los patrones educativos que enseñan a no exteriorizar el dolor, a resistir. La atrofia emocional los conduce a la incapacidad para identificar emociones y verbalizarlas.

Este patrón cultural puede llevar a casos patológicos que afectan a 1 de cada 7 hombres y se conoce como alexitimia.

La alexitimia es un trastorno neurológico que impide la identificación de las emociones propias, y por ende, el problema para expresarlas. Generalmente, el problema se inicia durante la niñez. El trastorno alcanza al 85% de las personas que sufren de autismo.

Según el sitio web de psicoanálisis y psicología, Psicosi existen dos tipos de alexitimia: primaria y secundaria. La primaria, de origen biológico, es un defecto estructural neuroanatómico o una deficiencia neurobiológica en la forma de anormalidades, debidas a factores hereditarios.

La secundaria se origina por situaciones traumáticas en periodos críticos del desarrollo en la infancia, por traumas masivos en la edad adulta. Casos como sufrir un secuestro o atravesar por un conflicto armado en zonas de guerra.

Respecto del hombre duro, cabe preguntarse ¿Qué se esconde tras esa máscara de silencio y estoicismo? ¿La fragilidad? La mayoría de los hombres son más inseguros de lo que están dispuestos a admitir; casi todos temen no ser tan capaces, valientes y varoniles como se espera de ellos.

El hombre duro hace sufrir a las mujeres. Aunque nosotras declaremos que nos gustan sensibles, caballeros, afectuosos, comprensivos, fieles, generosos y abiertos, es muy frecuente caer deslumbradas en brazos de los machos insensibles. Las mujeres latinas van a la cabeza de este tipo de elecciones.

¿Cómo los prefieres: duros o sensibles?

Y los hombres: ¿se sienten libres de expresar sus emociones, o sólo lloran cuando su equipo perdió el campeonato?