Enterate cuál es el último gracias

#LaLlaveMaestra

Pongamos el acto de agradecer bajo el microscopio.

Masaru Emoto (japones, 70 años) cargó botellas con agua y etiquetó cada una con una palabra distinta. Al examinar el agua en microscopio, notó que en aquellas botellas con palabras agradables, se formaban cristales con estructuras más simétricas y estéticas que en aquellas que tenían palabras con significados negativos o neutros. Concluyó que las palabras más positivas enérgicamente  eran “amor” y “gracias”.

Aunque este experimento fue cuestionado por la comunidad científica, no hay dudas que agradecer es un acto potente. Quien mas, quien menos, a todos nos gusta que nos agradezcan. El efecto de agradecer resulta armonizante.  No hace falta un experimento que lo demuestre.

Aun así, podemos distinguir niveles de agradecimiento, como puertas en las que avanzar. En esta nota vamos a darles nombre. Hasta llegar al fondo, hasta llegar al último gracias…

Ahí va:

En la capa mas externa encontramos al gracias reactivo. Es el gracias mas superficial (aunque no por ello menos efectivo). Surge como contrapartida de haber recibido algo de un otro, ya sea un favor o un servicio. Es condición para este gracias, que lo que nos haya pasado sea algo bueno.  -Señor, aquí tiene su factura  -Gracias. 

En esta misma línea encontramos el gracias por omisión, cuando se agradece por no haber sucedido. Gracias que no llovió. Y el gracias prospectivo (de lo mas inusual, pero existe). Cuando agradeces algo que crees que sucederá. Gracias al que leerá esta nota…

Un paso más hondo existe el gracias cósmico. Independientemente de que algo bueno te este pasando. En un momento de reflexión, agradeces. No a alguien ni a algo en particular, sino a todo. Gracias (por la existencia…).

Hasta ahora, la mano viene fácil …hasta ahora… porque en un nivel profundo y provocador, tenemos el gracias maestro. Éste gracias ocurre cuando lo que nos toca vivir no nos simpatiza o nos duele, y, aun aceptando la circunstancia, optamos por ir todavía más lejos, al punto tal de agradecer (verbal o internamente) a la situación o al sujeto que la provocó. Esto solo puede practicarse teniendo la creencia implícita que toda experiencia guarda un aprendizaje. Gracias, algo me esta queriendo decir todo esto.

Puede ocurrir que aun habiendo llegado a ese grado de agradecimiento persista un sabor amargo. Agradezco, si, pero lo tengo atragantado… Entonces lo único que podrá franquear ese disgusto es lo que titulamos: el último gracias. Se trata de agradecer la dificultad que tengo para agradecer. Algo me falta todavía, nose que es, pero lo agradezco también. Entonces, mi dificultad para agradecer es incluida también como un aprendizaje. Si llegas hasta ese gracias, más atrás no hay nada… Llegaste. Nose a donde, pero llegaste.

 

LLAVE MAESTRA

Agradecete todo.

PD: ¿Al final pudieron ver la pelicula que recomendé vez pasada? (LINK)

 

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