Por: Mariano Marquevich
Nos fascinamos al presenciar un espectáculo de hipnosis. Nos parece increíble, que un experto sea capaz de convertir a un tímido espectador, en una gallina aleteando, cloqueando a lo largo del escenario en sólo cuestión de segundos.
Lo extraño, es que a esta fascinación lo es tal, porque despierta una grosera muestra de algo que hacemos todo el tiempo.
Así como Tusam -o el ilusionista de turno- hipnotiza a su espectador, vos te auto-hipnotizas a partir de tus propias creencias.
El resultado de hacer de nuestras vidas algo exitoso o andar correteando imitando gallinas depende de con qué cosas nos hemos auto-hipnotizado. Qué frases usamos para auto-programamos. Y luego, el programa funciona sólo, en piloto automático.
LLAVE MAESTRA
El experto, quien se ha cansado de manipularte, habita en vos. ¿Probaste hipnotizarlo a él?