Por: Mariano Marquevich
Estas saliendo de tu casa. Miras a tu costado y el encargado de tu edificio empuja bruscamente a su pequeño hijo, lo tira contra el piso. El niño empieza a llorar.
¿Qué es lo primero que pensas?
No sigas leyendo hasta contestar eso.
Vas en tu auto por la autopista. Día hermoso. De golpe, escuchas un zumbido que viene desde atrás, un auto te pasa raspando por el costado a doscientos kilómetros por hora, luego se pasa al carril de la derecha y a la izquierda de nuevo, esquivando autos como si fuese un videojuego.
¿Qué es lo primero que pensas?
En el primero de los casos, el encargado te explica que su hijo estaba a punto de meter los dedos en el enchufe. Lo salvó justo a tiempo.
Adentro del auto imprudente, venía un padre llevando al hospital mas cercano a su hija, que sufría un ataque epiléptico.
Esta bien, no tenías forma de saberlo. Pero ¿por qué pensaste mal en los dos casos?
Vivimos alertas. En permanente estado de ataque y defensa. El miedo, los noticieros, la sociedad, una mezcla de todo eso nos entrenó como soldados para pensar mal.
Volvé a la autopista… Ahora , los autos que te pasan por al lado son dos. Uno de cada lado. Y sí… te confirmo la respuesta, para que no te queden dudas. Están corriendo picadas.
De nuevo, con esos datos tampoco sabes bien que pasa adentro de esos autos.
Traslada el fenómeno del auto a la mente, el componente inconsciente, los mandatos, la ignorancia.
Ante la duda, pensa bien.
En el peor de los casos. Ante lo que sea que descubras. Podes seguir pensando bien. Y si aparece lo peor, podes seguir reconociendo tu ignorancia acerca de los verdaderos motivos que anteceden cualquier conducta desajustada.
LLAVE MAESTRA
Por lo que sea que pase afuera elegí pensar bien. Y lo que sea que descubras o dejes de descubrir luego, también podes seguir pensando bien. No se agota. Esto no significa justificar ni apañar ni promover una injusticia. Significa neutralizar su capacidad de daño. En este caso el daño que te genera pensar mal.
Por por todo auto que no pase raspando el tuyo, mejor concentrate en vos. Vos, sos otro auto del que no conoces tanto lo que pasa adentro. Y del que también podes elegir pensar bien.
Seguro que eso tampoco haces. Qué hijo de p…