La pregunta: ¿Cómo puedo hacer mi motor cohete? (2da parte)

#ModelismoEspacial

Libro

En la nota anterior dejamos un interrogante: ¿Es posible hacer daño a otros o hacerse daño? Por supuesto que es perfectamente posible dañarse o dañar a otros (o a sus propiedades) practicando cualquier actividad, incluyendo al modelismo espacial; cualquier tecnología puede entrañar algún peligro si se la usa mal: basta meter un dedo en un enchufe… y la ya centenaria, comprobada y confiable tecnología de la distribución eléctrica domiciliaria se nos volverá en contra y nos puede hacer mucho daño. Hay gente que se lastima coleccionando estampillas o jugando al básquet, y por eso, respetemos a los viejos coheteros cuando nos dicen:

SIGA LAS INSTRUCCIONES DEL FABRICANTE

SIGA LOS REGLAMENTOS INTERNACIONALES

La seguridad del modelismo espacial proviene de tres pilares:

1. El uso de motores comerciales de venta autorizada;

2. La construcción liviana y maleable de los cohetes modelo;

3. Las limitaciones voluntarias que los modelistas serios hemos establecido para nuestro hobby, sintetizadas en la forma de simples reglamentaciones.

Estas reglamentaciones se observan básicamente mediante el seguimiento estricto del Decálogo de Seguridad de la ACEMA (consultar la página de la ACEMA en Internet o el capítulo “Clubes” del libro de mi autoría “Cohetes II”), de NAR o de Tripoli Rocketry Association. Para lanzamientos de alta potencia, la ACEMA, NAR y Tripoli poseen otros procedimientos mucho más rigurosos.- En cuanto a cohetería amateur, los procedimientos de la ACEMA no prohíben ni reglamentan el diseño o fabricación de cohetes, sino que especifican cómo, donde y cuando se los debe lanzar.

Logos

En modelismo, las cosas son diferentes…

Al concurrir a un club aeromodelista es posible ver aviones realmente increíbles, perfectos, de vuelo intachable y construidos enteramente por aeromodelistas… he visto desde automóviles voladores hasta una máquina de cortar el pasto de tamaño natural haciendo acrobacias en el aire, y ambos, sin alas… piezas increíbles del aeromodelismo, hechas por el argentino Diego Deleau, del Club ALA de Lomas de Zamora. En sintonía con esas maravillas, no hemos visto ningún aeromodelo en el que el motor a pistón también haya sido construido por el aeromodelista (al menos yo nunca lo vi hasta ahora en ningún club aeromodelista)… Inteligentemente y desde hace décadas, los aeromodelistas se centran en el avión, y no en el motor… ¿Por qué habría de ser eso diferente en modelismo espacial?

Aun conociendo estas razones, mucha gente dice que quiere hacer sus propios motores como un modo de aprender las cuestiones que supone que son fundamentales para la cohetería. Pero hacer un motor no es más importante que otras consideraciones básicas de esta actividad. ¿Existen otras razones para que la gente desee hacer sus motores? Si, mucha gente expone o presupone otras razones.

Veamos algunas de ellas, las más comunes…

Costos
Existe la percepción de que hacer un motor casero para modelismo debería ser más barato que comprar cualquier motor comercial.  Esto es un mito: básicamente, mientras que algunos de los materiales son baratos, el proceso de manufactura es MUY complicado… y por lo tanto, es  caro. Eso hace que sea muy caro lograr que un primer motor tenga éxito. Y también es muy caro lograr que el segundo, el tercero (y así…) se parezcan mínimamente al primer motor.

Distinto es si usted decide hacer dos o tres motores y se conforma con que  al menos se parezcan físicamente entre si… pero si Ud. cree que de ese modo, haciendo unos pocos motores más o menos repetibles ha ahorrado dinero y ha aprendido a dominar el proceso de hacer motores de modelismo… está usted absolutamente equivocado.

Grafico

Si hacemos una breve revisión de los principales elementos indiscutiblemente necesarios para hacer motores de modelismo con cierta continuidad y con resultados repetibles, veremos que deberemos contar con balanzas de precisión, necesitaremos –si o si- una prensa hidráulica de precisión compensada en temperatura y un banco de pruebas electrónico con capacidades de registro para poder comprobar si los motores están funcionando mínimamente bien; probablemente también necesitemos un molino de bolas de operación remota. Sólo con esto y a valores de 2013 / 2014, no sería raro estar bordeando una inversión cercana a los cincuenta mil pesos (unos cinco mil dólares). Se necesitarán además herramientas especializadas que habrá que hacer (si es que se dispone de un torno metalista y se sabe usarlo) o que se deberán encargar y comprar: moldes, matrices,  boquillas, retenes, etc. Y todavía no hablamos de las materias primas, tales como diversos productos químicos, tubos especiales de cartón, arcilla para toberas…   Con ese panorama, los primeros motores le van a costar cientos o hasta miles de pesos cada uno…

Pero supongamos que aún a esos precios, usted decide encarar el tema pensando en hacer unos cuantos motores con cierta periodicidad y VENDER parte de su producción para solventar los gastos… Bien: para poder hacer eso legalmente, usted necesitará de una serie de permisos gubernamentales, además de contar con un lugar amplio, remoto y autorizado por el Estado para hacer y probar sus motores.

Finalmente –y obviamente- no se debe ni se puede hacer esto en un edificio de departamentos o en una casa en una zona poblada: si las autoridades “pescan” a alguien manipulando deflagrantes o explosivos y fabricando motores con fines comerciales en una casa o en un departamento, esa persona estará en problemas…

El peligro de hacer motores
Como efectivamente se puede percibir, existen algunos obvios aspectos negativos en el hecho de hacer motores. Por sobre todo y a pesar de que alguna gente minimice esto, hacer motores cohete es una actividad MUY peligrosa. ¿Es suficiente decir esto, es suficiente mencionarlo tan brevemente? Desde luego que no es suficiente… Vamos a decirlo de una vez: hasta los excelentes profesionales de las mejores fábricas del mundo han sufrido graves accidentes.  Empresas como Quest, COX y Aerotech han sufrido GRAVES accidentes, en los cuales inclusive ha muerto gente. Entonces… ¿Qué nos puede hacer pensar que un aficionado está más seguro haciendo motores en su casa que lo que están los ingenieros de esas compañías profesionales? No hay razones valederas para sostener esto.-

Pero puede haber en algunas personas algunas OTRAS razones… que veremos en la tercera parte de esta nota, en unos días más.

 

Roberto Müller
para Tur Aire Libre

 

Te invitamos a seguir también nuestros blogs de Buceo, Náutica, Paracaidismo, Parques y Museos, Pesca y Turismo.

firma digital