En la nota anterior cerrábamos nuestras ideas con una pregunta: ¿Cuando es conveniente hacer el propio motor? Es evidente que la idea e encarar un proyecto así tiene mucho de desafío; y ése es el punto!!!
El desafío de lo complejo
Todas las complicaciones que venimos enumerando pueden ser para algunas personas razones de mucho peso para decidir hacer sus propios motores. En cierta medida, la GRAN razón para hacer motores suele ser de tipo psicológico: hacer motores es algo que “suena” como una actividad de “gente grande”, algo propio de gente que “sabe lo que hace” (?); es una actividad que hasta se puede mostrar -y percibir- como algo propio de un experto en cohetes.
Mucha gente cree que alguien va a superar en mucho a otros aficionados si dice en público “Yo hago mis propios motores”. Luego de MUCHOS años de práctica cohetera, estamos CONVENCIDOS de que ésta es la razón por la cual la mayoría de los aficionados desean construir sus propios motores, aunque admitir personalmente que lo hacen para alimentar su propio ego no es algo sencillo de aceptar y mucho menos de decir abiertamente. Y en nuestros muchos años de práctica de la cohetería también hemos comprobado un llamativo fenómeno: quienes se concentran desde el inicio de sus actividades personales en el intento de hacer su motor, son quienes por lo general construyen los peores cohetes o directamente fracasan tantas veces que terminan abandonando la actividad. Abundan en nuestra memoria los nombres de engreídos personajes que pretendieron hacer el mejor motor… y se quedaron por el camino…
Pero si hablamos de caminos, existe uno: si usted desea aprender cada día más, diseñando cohetes cada vez mejores o especializándose en algún campo de la cohetería o –inclusive- construyendo motores, nuestro mejor consejo es el que ya formulamos al inicio; encare su actividad de una manera sistemática, paso a paso, del mismo modo en la que se comería un elefante: de a poco, parte por parte. Construya muchos kits y modelos con motores comerciales, entienda cómo funcionan, vaya creciendo de a poco, acérquese a la ACEMA, intercambie conocimientos con otros coheteros serios, utilice modelos con motores comerciales para probar subsistemas toda vez que le sea posible… y recién allí intente comenzar con su primer motor.
Por eso, y volviendo a la pregunta: “Si no hago el motor… ¿Cuál es la gracia de esta actividad?”, la respuesta es MUY clara: mediante el modelismo espacial, es decir mediante cohetes impulsados con motores de fabricación comercial, hay un infinito número de diseños para crear, hay todo un mundo de pruebas para realizar. Siempre hay algo nuevo: planeadores, recuperación de tipo helicóptero, cohetes multietapa, cargas de pago, electrónica, competencias, etc.
Cuando pensamos que ya lo hemos hecho todo, es bueno reflexionar y hacerse preguntas…. Por ejemplo: ¿Estamos siendo lo suficientemente creativos o innovadores? ¿Conocemos todos los detalles sobre un asunto determinado? ¿Hemos desarrollado una buena base de conocimientos? Es bueno pensar que –sin aumentar excesivamente ni el tamaño ni los costos de nuestros cohetes- jamás estaremos ni siquiera cerca de haber probado todas las diferentes combinaciones que es posible realizar con los cohetes que HOY están a nuestro alcance. Y de ese modo, de a poco, SIEMPRE habrá pasos para dar… y en esos pasos, NUNCA el primero debe ser construir un motor o concentrarse sólo en el motor, sino que debemos centrarnos en aprender cómo funciona un cohete completo.
Por todo lo expuesto en esta serie de artículos, podemos definir como correcta a la siguiente secuencia: Inicialmente conviene aprender a hacer cohetes usando SIEMPRE motores manufacturados comercialmente; sólo cuando se domina A LA PERFECCIÓN el conocimiento de técnicas de estabilidad y se ha logrado una MUY buena habilidad constructiva, se puede comenzar a diseñar cohetes, TAMBIEN para usar en ellos motores manufacturados comercialmente.
Y si usted desea de verdad hacer motores, eso es perfectamente posible y nadie puede impedírselo, pero mi recomendación personal es que NUNCA invierta esa secuencia de aprendizaje, ni crea que alcanza con hacer unos pocos cohetes modelo para “saltar” directamente al próximo paso.- La cohetería no es para ansiosos…
Conclusión
A nosotros, los aficionados, más tarde o más temprano nos llega la hora de desear hacer un motor… el gran misterio!!! Es un gran desafío hacer nuestro primer motor, y llegado a este punto y por razones de simplicidad y práctica, lo seriamente recomendable es encarar el diseño o construcción de un motor de combustible sólido, ya que son los de fabricación más sencilla.
Pero ates de esto, recomiendo tomar TODAS las precauciones necesarias, leer y releer de punta a punta el libro “Cohetes II – Modelismo Espacial, Nivel Inicial”; no hago esta recomendación para vender ejemplares del libro, sino simplemente para no re escribir lo mismo que ya escribí; en definitiva, hay que asegurarse de entender bien cada paso que se está dando.
Estimado amigo cohetero: Esto ES “ciencia de cohetes” (“rocket science”) y usted puede ser un verdadero científico de cohetes!!! La base matemática no es difícil, y es realmente necesario conocerla porque es la verdadera base de todo esto.
Acerquese a la ACEMA; se trata de un grupo serio y con mucha experiencia.- Está bien formar grupos locales, es interesante generar un nuevo pequeño “club” restringido a una zona, pero si cada dos o tres personas interesadas se forma sólo un nuevo grupo pequeño y se ignora a los demás, nunca se igualará a la experiencia que puede aportar un grupo grande, con experiencia y bien distribuido.
Y cuídese: si usted no ha presenciado la falla de un motor cohete no comprenderá cabalmente la enorme potencia que encierra un artilugio de este tipo, aún uno no muy grande… y si construye la suficiente cantidad de motores, casi se puede garantizar que tendrá al menos uno de ellos (probablemente más) explotando con violencia… Esté preparado para una eventualidad de este tipo y recuerde: si va a encarar la construcción de un motor, hágalo UNICAMENTE si usted cuenta con una experiencia de AÑOS en el modelismo espacial.
A volar!!!
Roberto Müller
para Tur Aire Libre
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