Por: Alejo Bernasconi
“Que sí, que no, ahora quiero, ahora no quiero” así pareció haber sido la relación entre ambos miembros del “Club de los 27″. Hay muchísimas historias, y varias que se contradicen entre sí, que cuentan el supuesto romance de fines de la década del ’60 que involucró a Janis Joplin y Jim Morrison.
La Madre del rock and roll y el Rey Lagarto eran asiduos concurrentes de festivales hippies y son diversos los relatos que los incluyen en particulares anécdotas. Nueva York fue testigo de una de ellas. En cierta ocasión estaban disfrutando de la música de Jimi Hendrix, quien desplegaba magia desde el escenario, cuando el cantante de The Doors comenzó a bromear y molestar al guitarrista. Janis, enfadada con la actitud de su colega, comenzó a increparlo, lo que siguió a una escandalosa sucesión de golpes entre ellos que finalizó gracias a la mediación del público.
Sin embargo, lo más llamativo es su primer encuentro. Se llevó a cabo en San Francisco, en 1967, y a los instantes de conocerse ya estaban encerrados en una habitación haciendo vaya a saber uno qué cosas mientras el golpeteo de la puerta por parte de la novia de Morrison sonaba como música de fondo. Algunos indican que las discusiones entre ambos, producto del alcohol y los estupefacientes, son infinitas. Una vez ella lo golpeó con una botella de whiskey en la cabeza. En otra oportunidad, él sujetó la cabeza de la cantante y la descargó con fuerza en una mesa. Amores y desamores con idas y venidas, quizás nunca pudieron expresarse el uno con el otro de manera sincera, tal vez. O tal vez hoy estén haciendo de las suyas en el más allá, pero rockeando…y mucho.