La canción más “plagueada” (y plagiada) del rock

#MondoRock

Ya con lo que he escrito sobre Metallica y Led Zeppelin, tendría que aprender la lección de no meterme con la palabra plagio si es que no quiero recibir insultos desde todas partes (y alguna que otra aprobación anónima e incógnita). Sin embargo, llegué hasta aquí por una canción que desde hace tiempo hace ruido en mi cabeza. Una pieza fundamental en la historia del rock que con los años fue reversionada decenas de oportunidades y que ha influido como ninguna en el esqueleto del rock y el blues. Pasemos la escoba y comencemos:

robert johsonRobert Johnson es el abuelo del rock y según muchos, el creador. El primer integrante del tristemente célebre Club de los 27, dicen que le vendió su alma al demonio y que bla bla bla. En 1936, sin quererlo (y con los años, sin estar vivo para tomar dimensión de la magnitud) revolucionó el género al componer el 23 de noviembre, “I believe I’ll dust my broom”. Tomó la historia del hombre que le fue infiel a su mujer y luego la buscaba para contárselo, y la alternó. En este caso, el sujeto era el gorreado y se le presentaba la disyuntiva de volver con ella o dejarle el camino libre para que otro muchacho caiga en las garras de aquella señorita. Grandes análisis de personas como Jas Obrecht y J. Martín Camacho dieron cuenta de las influencias que tuvo Johnson a la hora de componer esta obra (que, según dice el mito, se sentó en el rincón del hotel que usaba como estudio de grabación, para obtener un sonido más eléctrico). A grandes rasgos, lo que cuentan estos expertos es que los primeros orígenes de la canción, tanto musical como líricamente, se encuentran en Sagefield Woman Blues de Kokomo Arnold, en una canción gospel del ’27 compuesta por William y Versey Smith llamada “I believe I’ll go back home” o en la claramente similar “I believe I’ll make a change” de Pinetop & Lindberg (por cierto, muchos coinciden en que aquí está claramente la influencia más importante de Johnson).

“Aquí viene lo bueno, jóvenes”, porque en el ’51, el bueno de Elmore James la readaptó a su modo y creó (o, mejor dicho, propagó) el riff slide más popular del blues rock. Como ocurrió con tantos artistas, utilizaron ciertos pasajes de la canción, le pusieron su impronta y generaron sus versiones. Secundada por Frock O’Dell, Odie Johnson y la leyenda Sonny Boy Williamson II, la obra final de James, quedó sencillamente perfecta:

A partir de aquí la plaga ya estaba en camino, a lo largo y lo ancho del planeta. Cada uno de los viejos bluseros empezaron con sus readaptaciones. Algunos realizaron covers exactamente iguales, otros homenajearon tanto a Elmore como a Johnson “tocándole” alguna que otra parte en la letra (¡hasta el propio James lo hizo!) y otros…simplemente le afanaron el slide riff. ¿¡Pero qué importa!? Si la canción está buenísima, ¿no?

Howlin’ Wolf . El lobo aullador y sus versiones de “Dust my broom” y “Highway 49″:

Muddy Waters:

Gary Moore:

ZZ Top:

Johnny Winter:

Con Fleetwood Mac nos podemos dar una panzada debido a que siempre se supo que tanto Peter Green como Jeremy Spencer eran fanáticos de Elmore James y Robert Johnson (bah, del viejo blues, en general. Tanto el Delta como el Chicago). Una catarata de slide riffs da cuenta de esto. Obviamente siempre hablamos del viejo Mac, ese que transpiraba blues y no el que irrumpió años más tarde con Stevie Nicks (que seguía estando igual de bueno):

Slide riff de Elmore, letra de Buster Brown:

Aquí con Mötley Crüe déjenme delirarla un poquito. No me van a negar un poco se parece:

RIFF. Con el Carpo tuvimos al mejor representante del blues a nivel internacional y claro, no podía quedar afuera: