Las 10 mejores voces…en sus mejores momentos

#MondoRock

Aclaremos, TODO RANKING ES POLÉMICO…Pocas bandas son aquellas que pierden seguidores cuando cambian bateristas o bajistas (obviamente, cuando estos son líderes, si se van, tal grupo no existiría más). Los guitarristas y cantantes son los que le dan identidad a los grupos en el rock, esa impronta característica. En mayor medida, el vocalista es el qué y cómo de un conjunto, según muchos, el requerimiento sine qua non para que te guste una agrupación. ¿De cuántas bandas podemos decir “es muy buena, pero la voz no me convence”? En este caso, escogí a mis 10 voces favoritas que por carisma, empatía, talento e influencia, se quedaron con mi elección por sobre figuras innegables del rock como DIO, Orbison, Coverdale, Marc Bolan, Alice Cooper, Staley, Hetfield, Gillan o, hasta el mismo Plant, ¿SACRILEGIO? Seguramente, pero es una cuestión de gustos. De hecho, varios de los que integran la lista tienen como ídolos y espejos a algunos de los que mencioné. Ah, aviso, Freddie Mercury, Elvis y los titanes del Delta & Chicago Blues no compiten contra nadie. Nunca. Jamás.

tres cantantes

10) Brent Smith – 2012:

Brent Smith

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Creador de Shinedown, a quienes ya les dediqué un post. El hombre que me hace creer que no todo en el rock actual está perdido. Un tenor que de profesión es cantante, quien llega y recorre registros inabarcables por cualquier mortal. Además de su nivel compositivo, su único timbre, el peso de sus letras y su figura como líder espiritual lo conducen a lo más alto en el Olimpo de las mejores voces de los últimos años junto a Myles Kennedy, Chad Kröeger y Chris Robertson. En 2012, la banda lanzó su, hasta ahora, último disco: Amaryllis, en el que lo encuentra en su mejor momento, tanto de salud como vocal. Limpio y sobrio, también puede despacharse con versiones maravillosas de Metallica u Otis Redding.

 

9) Rod Jackson – 2000:

rod

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El gigantesco sujeto que tuvo la desdicha de pasar absolutamente inadvertido en el mundo del rock, es una de las mejores voces del rock. Sin dudas, basta, acá sí que me pongo en dictador y no hay discusión. Por el amor de Dios, lo que cantaba este muchacho cuando le tocó reemplazar al también muy bueno Eric Dover en Slash’s Snakepit, ¡no tiene nombre! Acá encontramos al mejor Slash y acá encontramos a su segundo mejor cantante que durante esa gira, aplastó cuanto público tuviese enfrente. Obviamente ni se compara la gangosidad de Kennedy con la furia de Jackson. Ain’t life grand fue el 2º álbum del hombre de la galera, en el que tuvo la posibilidad de continuar con una verdadera banda y no un invento de supergrupo. Luego de su paso por Snakepit, nunca llegó a tener ni 1/8 de la repercusión que tuvo y hoy lo encuentra enfocado en su proyecto Shady Tree en el que sigue demostrando su enorme caudal vocal. Según sus propias palabras, aquel glorioso grupo se separó porque la novia de Slash, para ese entonces, estaba embarazada, aunque los rumores dicen que la ruptura fue por otros motivos…Una lástima…

 

8) Michael Kiske – 1993:

michael kiske

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Irrumpió en el heavy con tan sólo 19 años y le dio forma junto a Helloween a uno de los géneros más fantásticos: el power metal. Su técnica sentó las bases y germinó la semilla de todo lo que vino después, sin él nunca hubiesen existido los Kotipelto, Lione o, claramente, los Matos. Varios detractores del power lo acusan de ser el culpable de la oleada mágico-épica con magos, espadas, rosas, castillos y guerreros que empalagaron la península escandinava tras la trágica primavera juvenil del black metal y se expandieron desde Alemania hacia todo el mundo. En 1993, la calabaza lanzó su último disco con Kiske en sus filas, Chameleon fue tan distinto a lo que venía haciendo el grupo que fue bastardeado por todas las críticas, la comparación con los Keeper (POR FAVOR ESCUCHEN EL LINK) era difícil de esquivar y, obviamente, nada se le podía (ni podrá) acercar apenas a esas 2 obras maestras de todos los tiempos. Las peleas entre Weikath y él eran cada vez más frecuentes, la lucha de egos y poder consumió lo poco que le quedaba a la relación y al rubio no le quedó otra que irse. Básicamente cambió la forma de cantar, en Unisonic o ayudando en Avantasia se pueden revivir algunos de los momentos dorados junto a Hansen aunque ese calvo ya no sea más aquel blondo pelilargo gritón.

 

7) Phil Anselmo – 1994:

phil anselmo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Determinada formación en determinado tiempo  y determinado lugar. Todo en el momento justo. Así fue Pantera cuando gobernó el mundo desde principios de 1990 hasta 1998, luego llegó el declive musical, un disco que pasó sin ni gloria, la separación, las peleas y la muerte del Mesías metalero. Lo que algunos grupos experimentan en toda su carrera de décadas y décadas, los Fab Four de Texas (aunque Anselmo es de Nueva Orleans) lo vivieron en apenas un puñado de años. Es imposible separar a esta banda, cada una de las partes suman un todo invencible que hoy es una de las leyendas más grandes, tal vez la más grande, en la historia del metal. Phil Anselmo fue apenas 1/4 en un conjunto de talentosos únicos (sí, el castigado Rex Brown también es un animal), digo apenas porque sería injusto decir que su voz era el rasgo fundamental de Pantera ya que sin esa batería, ese bajo o sin Dimebag, toda esa rabia vocal hubiese sido en vano. Este cantante mostró tanto su versatilidad durante los primeros años de Power metal y Cowboys que hoy en día, le pasa factura a sus cuerdas. En 1994, la banda lanzó Far Beyond Driven, un paraíso que intentaba luchar contra la explosión del grunge, las viudas de Cobain, la muerte del glam y Ace of Base. Tal vez no haya superado a Vulgar display of power, pero ese Anselmo tatuado en la cabeza era “Bone, brain and cock” y era metal en estado puro…

 

6) Axl Rose – 1988:

Axl Rose

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si bien los Guns and Roses del ’91, ’92 y ’93 son mágicos, escojo a este Axl, al que en verdad no le importaba absolutamente nada. Un hombre fuera de este mundo con una visión adelantada a lo que había en la época, que tenía la virtud de hacer todo y lo que no podía, la delegaba en los mejores. La vuelta de tuerca que necesitaba el rock se la dio él bien acompañado de Izzy Stradlin y su banda de galácticos. Una voz característica, como nada se había escuchado en ese momento que por momentos se convertía en el sleaze imperante de Mötley pero que a veces explotaba de bronca como el thrash sin dejar de lado a una de sus principales influencias: Dan McCafferty. Un año después del mejor debut de todos los tiempos, destruyeron el paradigma con un concierto asombroso en Ritz que ellos ni deben acordarse de toda la falopa que tenían encima. Axl, una de las mentes más grandes y misteriosas del siglo XX no podía faltar.

 

5) Bon Scott – 1979:

bon scott

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El chofer de AC/DC cumplió el sueño del pibe y llenó de carisma a la banda más eléctrica de la historia. Uno de los pilares fundamentales para entender el hard rock. Un año antes de su muerte, se despachó y dejó la vida, literalmente, en un disco que si bien se llama Highway to hell, está en el cielo del rock. Siempre vestido de jeans rotos, descubriendo sus tatuajes tumberos (recuerdos de un pasado carcelario) y agitando la melena, frenó la moto del rock e indicó otro camino, con histrionismo y rebeldía. Brian Johnson es poseedor de una de las voces más poderosas del rock, pero así y todo, el hueco que dejó el bueno de Bon, jamás podrá ser reemplazado.

 

4) Ozzy Osbourne – 1991:

ozzy

 

 

 

 

 

 

 

El primero de todos. Allá, a fines de los ’60 mientras los Beatles cantaban “Na na na nananana nananana hey Jude!”, Ozzy y Black Sabbath exploraban los rincones más oscuros del alma y gestaban el monstruo que luego sería conocido como heavy metal. Con los años, siguió haciendo de las suyas convirtiéndose por excelencia en el ícono del género más pesado del rock. Luego de la primera ruptura con Sabbath formó su banda solista ¡y volvió a cambiar el metal! Tras unos ’80 furiosos de la mano de Randy Rhoads y Jake E. Lee llegó a 1991 en la puerta de los vientos de cambio. La transición musical no le pesó y de la galera, como un mago sacando una paloma, él se la comió, la escupió, Zakk Wylde procesó el resto y salió No more tears, el disco que sirve para entender cuál era la manera de rockear adaptándose a la época. Si bien nunca se caracterizó por sus registros ni su técnica, su carisma, su talento individual (y el que le hace rodearse de los mejores, siempre) y su influencia, lo colocan entre los más grandes de todos los tiempos.

 

3) Rob Halford – 1991:

rob halford

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No existe una voz que haya mutado tanto en el tiempo, que se haya perfeccionado de este modo como la del hombre de Judas Priest. Desde el Halford que cantaba en sus inicios “Never satisfied” al que hoy en día mantiene su profesionalismo y seriedad, hay un abismo de distancia. De hecho, debe ser el único en esta lista que se mantuvo absolutamente respetable en el tiempo, con pocos vaivenes en sus cuerdas. Aquel joven que recién comenzaba en la oleada emergente de algo que hasta ese momento se podía definir, buscaba e intentaba matices que ningún otro cantante había explorado. La llave para entrar en el camino hacia la leyenda la encontró en Stained Class, a fines de los ’70. Durante el Painkiller tour de 1991, un año después del lanzamiento del álbum, Halford arremetía en todos los temas, explotaba de talento, contagiado por el acompañamiento perfecto que tenía. Eran épocas doradas…

 

2) Sebastian Bach - 1992:

sebastian bach

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El “pretty boy” canadiense del hard rock. Baz llegó a Skid Row y lo hizo conocido. Si bien sólo ha grabado 3 discos, 1 ep y compuesto menos del 10% de su repertorio fue tal el impacto que tuvo que sin él, la banda nunca más llegó a ser ni la décima parte de lo que fue pese a la enorme capacidad del dúo Sabo-Hill y Bolan. Luego de un debut asombroso y único con todos los chiches que se pedían para esa época (el temita para agitar, la balada romántica y el que hablaba de cosas que le podían pasar a cualquier adolescente que andaba desviado), a Bach se lo veía hasta cuando tiraban la cadena del inodoro; su voz y su apariencia eran el blanco de todos. Para 1992, la gira de Slave to the Grind (1991) lo llevó de gira por todo el mundo, le dieron más cabida a nivel compositivo, no paró de cantar ni un segundo y su hegemonía se evidenció: los medios lo querían porque era sinónimo de ventas escandalosas, las mujeres lo querían porque se ponían cachondas con él y los hombres lo amaban porque era el metalero que todos querían ser. Los únicos que no lo soportaban eran sus compañeros de banda, aguantaron unos años más y le hicieron la gran Mickey Mouseandate para tu house (!). Hoy anda de banda en banda como invitado, continúa como solista y molesta en cuanto programa puede, pidiendo por la reunión de Skid Row, cosa que ojalá no ocurra nunca. Quedémonos con lo que fue:

 

1) Bruce Dickinson – 1988:

bruce

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El mejor de todos en la mejor banda de todas. En 1981 desembarcó en Iron Maiden y tiñó con más cultura y versatilidad a los distintos del metal. Su alto registro, su incansable movimiento en el escenario y la precisión para la composición (demostrada en “Revelations”) hicieron de Bruce un ídolo en nacimiento que de a poco fue poniéndose al hombro, creyéndose el papel de leyenda. De profesión piloto, novelista, esgrimista, empresario y mucho más, divide sus tiempos entre Maiden y sus profesiones o hobbies. Tras el sacudón vocal que había significado Live after Death de 1985 (muchos le atribuyen su bajo desempeño a un problema en la voz que había sufrido), en 1988 llegó la hora de su mejor álbum, el único conceptual y en el que marcó el rumbo para el metal tras la oleada glam del Sunset Blvd. Cuando se creía que Somewhere in time nunca iba a ser superado, apareció esta maravilla. Fue el año del histórico Monsters of Rock junto a Kiss, Guns and Roses, Helloween y Megadeth, el año en que grabaron Can I play with madness?” junto al director de Brazil, Terry Gilliam y al genio de Monty Python, Graham Chapman y el año de Maiden England, una demostración de la genialidad que pueden alcanzar algunas mentes humanas:

 

BONUS TRACK:

Stevie Ray Vaughan – SIEMPRE:

 

@AlejoBernasconi