Por: Roni Bandini
Cuando se habla sobre el futuro del libro, los periodistas tienen la curiosa costumbre de hacer las preguntas equivocadas a las personas equivocadas. Acabo de leer una revista Wired donde Steven Levy le hizo la pregunta equivocada – cuál es el futuro de los libros – a la persona correcta: Tim O’Reilly y esto es un avance que merece cierta atención.
Por si no lo saben , O’Reilly hizo carrera identificando tendencias tecnológicas desde 1978. Algunos de sus logros fueron el fomento del modelo Open Source, la revista Make, la derogación de los juicios de Amazon por “one click” y el proyecto político Code for America.
Pasen y lean que gasté siete minutos traduciendo.
Pregunta: vos sos un editor y un gran lector así como una persona muy involucrada con la tecnología. ¿Cuál es el futuro para los libros?
Respuesta: bueno, ¿a qué tipo de libros te estás refiriendo? Porque hay muchas cosas en códices que no tienen razones específicas para ser libros. Los mapas o atlas en papel ya no se hacen más. Los diccionarios y las enciclopedias online mataron a los diccionarios y las enciclopedias en papel. Yo colecciono libros How-To (cómo hacer) de varios tipos sólo porque quiero tenerlos. Y si hubiera un desastre masivo, ciertamente un libro de este tipo en papel podría ser algo útil. Pero me importa una m… si las novelas desaparecen. Después de todo sólo persiguen una búsqueda elitista. Y son relativamente recientes. El autor más popular en 1850 en Estados Unidos no fue Herman Melville con Moby Dick, sabés, o Nathaniel Hawtorne escribiendo La casa de los siete tejados. Fue Henry Wadsworth Longfellow escribiendo poemas narrativos largos con el fin de que fueran leídos en voz alta. De modo que las novelas tal como las conocemos hoy, son una construcción de hace doscientos años. Y ahora tenemos nuevas formas de entretenimiento, nuevas formas de cultura popular.
Pregunta: ¿y qué pensás sobre el argumento de que Internet reduce los períodos de atención y va a terminar con la demanda por los libros largos?
Respuesta: creo que hay ciertos argumentos extensos que requieren estar en libros, pero la mayoría de los libros con argumentos extensos están inflados. Sabés, hay una cantidad enorme de libros que son bastante malos y no creo que tengamos que lamentarnos y enojarnos porque haya menos de ellos (…) Pienso que lo que le va a pasar a los libros largos es que sus autores van a tener que mejorar para escribirlos.