El colon irritable es la presencia durante por lo menos tres meses, de síntomas continuos o recurrentes de:
- Dolor o malestar abdominal que se alivia con la defecación
- Cambio en la consistencia de las heces
- Cambio en la frecuencia de la evacuación
- Alteración de la frecuencia de las deposiciones, más de tres veces por día (diarrea) o menos de tres veces por semana (constipación)
- Alteración de la forma de la materia fecal (heces acintadas o bolitas)
- Alteración de la evacuación (urgencia o sensación de evacuación incompleta)
- Presencia de moco en la materia fecal y meteorito o distensión abdominal.
Tratamiento:
- Aumentar la ingesta de fibra: pan integral, frutas con piel y verduras.
- Utilizar suplementos de Salvado de Trigo: 4 a 8 cucharadas al día, mezclados con líquidos o alimentos.
- Modificar los hábitos de comidas: dieta “pobre en grasas” y “rica en proteínas” (carnes y pescados).
- Comer despacio y masticar bien.
- Evitar las comida copiosas, son preferibles comidas más frecuentes y menos abundantes.
- Evitar los alimentos que usted note que le desencadenan o empeoran los síntomas. Los que con más frecuencia perjudican son: especias, alcohol, tónica, sopas de sobres, cacao, derivados lácteos, quesos, yogurt, pasteles, helados, manteca.
- Si lo que predomina es la diarrea evite los derivados lácteos, café, té y chocolate.
- Evitar las bebidas con gas y los alimentos flatulentos como: col, coliflor, habas, garbanzos, lentejas, coles de Bruselas, cebollas, puerros, guisantes, frutos secos y conserva.
- Aumentar la ingesta de agua (de 1.5 a 2 litros diarios), sobre todo si predomina el estreñimiento.
- Procurar mantener un horario fijo de comidas, e intente evacuar siempre a la misma hora y sin apuro, preferiblemente después del desayuno.
- Realizar ejercicio físico, caminar, nadar,…
- El dolor abdominal se puede aliviar aplicando calor local suave.
- Evitar el uso de laxantes.
- Evitar, en lo posible, las situaciones que le pongan nervioso o estresen.
Los divertículos son protrusiones en forma de saco de la pared colónica. El concepto Enfermedad Diverticular engloba a la diverticulosis y diverticulitis. La diverticulosis a su vez puede dividirse en asintomática y sintomática.
Diverticulosis que es la presencia de múltiples divertículos en la pared colónica, puede ser sintomática o asintomática.
Diverticulitis que hace referencia a la inflamación de los divertículos.
Está influenciada por algunos factores:
Edad: la prevalencia de la enfermedad aumenta con la edad, alcanzándose una prevalencia aproximada del 5% a los 40 años, del 30% a los 60 años y del 65% en pacientes mayores de 80 años.
Los divertículos adquiridos se forman por un daño en el músculo de la pared colónica en los lugares donde las arterias (los vasos rectos) penetran en la capa muscular para alcanzar la mucosa y submucosa. Los divertículos son generalmente múltiples y cada divertículo tiene típicamente de 5 a 10 mm. de diámetro, aunque pueden superar los 20. La localización más común es el colon sigmoide que se afecta en el 99% de los casos, aunque se pueden localizar a lo largo de todo el intestino grueso, siendo más comunes en el lado derecho en asiáticos y en pacientes menores de 60 años.
No se conoce con exactitud la causa de la diverticulitis. Se acepta que la obstrucción de la luz del divertículo por un fecalito o restos de alimentos conduce a un incremento de la presión intradiverticular y posterior erosión de la pared del divertículo. Recientemente se ha planteado que las alteraciones en la flora intestinal peridiverticular pueden producir inflamación crónica con períodos de remisión y exacerbación similares a los que se observarían en la enfermedad inflamatoria intestinal.
La inflamación suele ser moderada y la perforación suele ser contenida por la grasa pericólica y el mesenterio dando como resultado un absceso localizado o, si se afectan órganos adyacentes, una fístula u obstrucción en esos órganos. Si la perforación no es contenida se produce una perforación libre y una peritonitis.
El sangrado diverticular ocurre típicamente en ausencia de diverticulitis y es consecuencia de una debilidad segmentaria de la arteria que la predispone a la ruptura hacia la luz.
La diverticulosis asintomática no presenta síntomas y generalmente es un hallazgo accidental en pruebas complementarias que se realizan por otro motivo.
La diverticulosis sintomática se caracteriza por episodios de dolor abdominal inespecífico que es típicamente cólico pero puede ser continuo y a menudo aliviado con la defecación o la expulsión de gases. Los episodios de dolor abdominal pueden ser desencadenados por la ingesta. Puede ir acompañado de sensación de hinchazón abdominal y de alteración del hábito intestinal, generalmente estreñimiento.
La diverticulitis se caracteriza por dolor abdominal constante en hemiabdomen izquierdo, calambres, fiebre, náuseas y vómitos, alteración del hábito intestinal (estreñimiento/ diarrea). En ocasiones puede aparecer síndrome miccional (disuria y frecuencia) por irritación vesical.
La presentación clínica depende de la gravedad del proceso inflamatorio subyacente, pudiendo existir complicaciones en la cuarta parte de pacientes: absceso, fístula, obstrucción, y menos frecuentemente perforación y peritonitis.
Tratamiento
- Diverticulosis:
Aconsejar una dieta rica en fibra y evitar el sedentarismo.
Un estudio ha demostrado que la rifaximina, disminuye los síntomas en la ED no complicada. Otro estudio de menor calidad, aparte de la mejoría sintomática encontró una disminución de diverticulitis y sangrados.
- Diverticulitis no complicada: el tratamiento conservador consistente en reposo intestinal y antibioterapia es efectivo en el 70% de los casos. El tratamiento antibiótico puede realizarse de forma ambulatoria por vía oral en pacientes jóvenes, con casos de diverticulitis leve que toleren la vía oral.
Dieta líquida en paciente ambulatorio. Si no mejora en 2-3 días puede ser necesario el ingreso hospitalario y la administración de sueroterapia.
Dieta rica en fibra tras la fase aguda.