Ciertos alimentos que no se comportan muy bien en el congelador… Conoce cuales aquí.
Freezar nos simplifica muchas veces la vida, pero es importante conocer cuáles alimentos representan un peligro para la salud, congelados, y que comidas no toleran los tiempos de congelación.
Huevos
Si compraste huevos y no los estás usando con la regularidad que pensabas, ¡nunca los congeles! Estos se romperán, sin mencionar que ya no servirán. Si se llegaran a conservar intactos, al descongelar verás que han perdido su elasticidad y que se han tornado en una sustancia gomosa poco agradable.
Mayonesa – Lácteos líquidos
Los lácteos líquidos nunca los guardes en el freezer, ya que perderán su textura y se separará el suero, quedando el producto inservible. Mayonesa, cremas de leche o los postres con leche, salvo que se trate de un producto de alto tenor graso, agregándole una pizca de azúcar si fuera necesario y sólo ante un caso ineludible.
Latas – Conservas
Los alimentos en conserva o en latas contienen líquidos en su interior que, cuando se solidifican, se expanden y adquieren un volumen mayor al de la capacidad del envase, por lo tanto puede generar una explosión del envase.
Alimentos calientes
Antes de guardar cualquier sobra (salsas, carnes, guisos, lo que sea), es importante dejarlas enfriar. Si intentas congelarlas calientes van a provocar una suba de temperatura en tu freezer, lo que puede dar lugar a que se desarrollen bacterias.
Alimentos congelados
Si vuelves a congelar un alimento por segunda vez, aumentaras su contenido bacteriano. Durante el proceso de descongelación se desarrollan ciertos microorganismos que no mueren con las bajas temperaturas.
Verduras con alto contenido de agua
Los vegetales con un alto contenido de agua (como la lechuga, el pepino, los rábanos, tomate, papa cruda, frutillas, melón, sandía o cualquier otra verdura de hoja) no se recomienda congelar. Esto se debe a que sus células contienen en su estructura gran cantidad de agua que, una vez congelada, forma cristales de hielo superiores en tamaño a las moléculas de agua original. Cuando esto ocurre, se rompe la estructura celular y se pierde la integridad del alimento con características como cambio en su aspecto y pérdida de sabor.