Por: Mijal Orihuela
En la actualidad se habla mucho de desarrollo y políticas sustentables o sostenibles. Sin embargo, ¿a qué refieren estos términos?
En ecología la sostenibilidad refiere al equilibrio de una especie con los recursos de su entorno, que permite a los sistemas biológicos mantenerse diversos y productivos a lo largo del tiempo. En el siglo XVIII Hanns Carl von Carlowitz, jefe de la guardia forestal del electorado de Sajonia, Alemania, explica la sostenibilidad con el “ejemplo del bosque”: si se tala un poco de madera de un bosque éste se regenera solo y sigue produciendo más madera, pero si se talan todos los árboles el bosque desaparece y no puede producir más madera.
En 1987 la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas (ONU) redacta un informe socio-económico titulado “Nuestro Futuro Común / Our Common Future”, conocido como “Informe Brundtland” (en honor a la directora de la Comisión), en respuesta a la crisis energética del petróleo en la década anterior. Allí se define “desarrollo sostenible” como “el desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
En 1992, en la segunda “Cumbre de la Tierra”, realizada en Río de Janeiro, se añaden los tres pilares del desarrollo “sostenible”: progreso económico, justicia social y preservación del medioambiente. El “desarrollo sostenible” procura lograr entonces un equilibrio durable entre dichas dimensiones y debe considerar varios niveles de tiempo y espacio.
“Sostenibilidad social” refiere a la relación entre bienestar social, medio ambiente y rentabilidad económica, considerando aspectos como la identidad y cohesión social. Hay inversiones necesarias para garantizar la calidad de vida de los habitantes, incluso aunque no sean económicamente rentables, por ejemplo, el transporte público en las grandes ciudades.
“Sostenibilidad ambiental” refiere a la compatibilidad entre la actividad y/o modo de vida considerado y la preservación de la biodiversidad, del ecosistema y del entorno ambiental en general, evitando la degradación del entorno al punto de que no se lo pueda seguir explotando.
“Sostenibilidad económica” se relaciona con un desarrollo que sea rentable o financieramente posible en el corto, mediano y largo plazo. La explotación indiscriminada de los recursos, por ejemplo, no puede sostenerse a lo largo de las generaciones por no ser sostenible.
Si bien suele equipararse sustentabilidad con sostenibilidad, según algunos autores existen diferencias entre ambos términos. Según Joan Martínez, el desarrollo sustentable está más relacionado con una capacidad de sustentación económica que ecológica, siendo la preservación de la naturaleza precondición necesaria para contar con recursos que consumir en el futuro. La sustentabilidad busca, según Murillo y Tella et al,.un sistema más justo, mientras que la sostenibilidad sólo pretende introducir los cambios necesarios para que el sistema actual funcione y pueda mantenerse el status quo. Por eso la sostenibilidad avala el uso y explotación de los recursos naturales y la transformación del espacio, tanto físico como socio-cultural, siempre y cuando puedan sostenerse a lo largo de las generaciones. El desarrollo sostenible es entonces un primer paso hacia la sustentabilidad.
