Por: Nestor Paz
Recorriendo la memoria de acontecimientos que no han parado en la agonizante Venezuela, es sentarse a ver una pelicula de terror. La violencia a llegado a tal punto que el venezolano de alla, no sabe si este dia sera su ultimo por contar, y el que tuvo que emigrar, vive la amarga sensacion de poder perder a sus seres queridos. La tragedia que vive Venezuela amenaza tambien con ‘contagiar’ a otros paises de latinoamerica. Imagenes sangrientas y represivas, el caos social y el hostigamiento del gobierno, el clamor de un pueblo pidiendo justicia y auxilio, han recorrido al mundo y no hay excusas para ser desatendidas. Sin embargo, organizaciones como la ONU, OEA, y otras que figuran en la pantomima de esta realidad, no son mas que agrupaciones compuestas por individuos que funcionan si se les compra. Y eso han demostrado, es decir, para justicia y defensa de sus paises registrados, no funcionan; son organismos parasitarios. Valga tambien resaltar algunos gobiernos que enterados del caso, prefieren que mas gente muera antes de que sus cuentas administrativas bajen… Venezuela es ‘oro negro’.
Y entre imagines y memorias que no se olvidan, saltan tambien los chistes de un grupo que prefiere reir antes que llorar. Y es que todo es valido. Sin embargo, esta situacion no es de risas, ni de quedarse esperando. Se trata de unir fuerzas y voces para que el cambio y respeto social lleguen. Lo que vive Venezuela no es una comedia, es una tragedia.
Por eso, el esfuerzo de los valientes estudiantes venezolanos debe ser respetado. No es hora de chistes Venezuela!, es hora de seguir resistiendo hasta que haya una intervencion extranjera o interna, con mayor fuerza, para que se imponga el orden y el respeto a la vida . Si ya la nacion fue invadida por Cuba y y ha destruido al pais, por que no una invacion de mayor envergadura que diga hasta aqui!.
El cambio tiene que dares, las muertes, el terror en las calles, el desabastecimiento, la economia moribunda, el hambre, la falta de calidad de vida de los venezolanos, tiene que acabar. Y depende de todos… Los de aqui y los de alla.
Nestor Paz