Por: Rafael Pérez Revilla
Ya hemos hablado en #Tecnoymedia de la dependencia que tenemos en la actualidad de nuestros dispositivos móviles y como las apps de mensajería nos están convirtiendo en viandante “Tecnozombies” (las 5 principales aplicaciones de mensajería tienen más de 1000 millones de usuarios conectados durante las 24 horas del día).
Y esta dependencia hace que inclinemos la cabeza para ver las conversaciones que realizamos por Whatsapp. Si realizas ésta postura durante prolongados periodos de tiempo, sometes a las vértebras cervicales de tal manera que es el equivalente de cargar sobre nuestro hombro 60 Libras de peso o 27,21 Kg, siempre que se incline la cabeza entre 15 y 60 grados.
Sesenta libras es aproximadamente el peso de cuatro bolas de bolos de tamaño adulto, seis bolsas del supermercado o un niño de 8 años de edad que se sube a hombros, y también según un nuevo cálculo publicado en la revista Surgical Tecnología Internacional , es la cantidad de fuerza ejercida sobre la cabeza de un humano adulto que está mirando hacia su teléfono durante un tiempo prolongado.
El cirujano Kenneth Hansraj, realizó la anterior imagen usando un modelo de una columna vertebral humana. Una cabeza de una persona pesa entre 10 y 12 libras, y la inclinación hacia abajo para comprobar Facebook, enviar un mensaje de texto o para ver Google hace que el peso de la cabeza aumente la fuerza de gravedad sobre dicho cráneo.
“A medida que la cabeza se inclina hacia adelante las fuerzas que se genera sobre el cuello aumenta de la siguiente manera 27 libras (12 kg) en un ánguo de 15 grados, 40 libras (18 kg) en un ángulo de 30 grados, 49 libras (22 kg) a 45 grados y 60 libras en un ángulo de 60 grados”
Según Nielsen, las personas pasan un promedio de dos a cuatro horas al día con la cabeza inclinada mirando sus smartphones, lo que supone una acumulación de entre 700 a 1400 horas al año de sobre exceso de la columna cervical, llegando en casos como los estudiantes de secundaria a multiplicar por 6 ésta sobreexposición pudiendo llegar a las 5.000 horas en mala postura.
Vía The Atlantic