Por: Sebastián Ortiz
Los jugadores más destacados, los ídolos, despiertan en los fanáticos sentimientos que son muy difíciles de comprender y lamentablemente en algunos casos esto se expresa sin inhibiciones y a través de diversas facetas que pueden ir del amor al odio. Estos actos también perduran y son recordados como anecdóticos por mucho tiempo.
Viendo la final de Roland Garros entre Nadal y Ferrer un fan entro en el estadio con el torso descubierto y una bengala y atravesó corriendo la cancha.
Al ver este episodio recordé inmediatamente otro desafortunado hecho que todos recuerdan o la mayoría. Se trata de aquel partido en el que Mónica Seles, en abril de 1993 fue apuñalada por la espalda por un desquiciado fanático de Steffi Graf mientras se disputaba el Abierto de Hamburgo, ya que quería que Steffi recupere el puesto Nro. 1 que había perdido en manos de la agredida. Este incidente le costó años de recuperación psicológica. El ataque cambió radicalmente los sistemas de seguridad en este tipo de torneos.
Otro caso que pudo terminar en tragedia fue el ataque a Roger Federer también en Roland Garros en el año 2009.
Hubo dos otros hechos más inofensivos pero no menos embarazosos ocurridos en Wimbledon.
El primero de ellos, en el año 1996, donde se disputaba la final entre Krajidek y Washington, una mujer atraviesa corriendo desnuda por el court central antes de comenzar el encuentro
El segundo, en el año 2000, durante el partido de dobles, donde Anna Kournikova jugaba junto a Natasha Zvereva, un hombre ingresó totalmente desnudo con una inscripción en su pecho que decía “sólo las pelotas pican” en alusión a unos afiches publicitarios donde Kournikova promocionaba una marca de corpiños con la misma leyenda.
En estos últimos casos podemos destacar que la mujer atrevida pasó a convertirse en una muy bien paga modelo publicitaria. Y los afiches de los corpiños se multiplicaron….