Por: Luciana Calcagno
Hay muchos que discuten sobre si el documental es o no un género. Hay otros tantos que consideran que el documental directamente no es cine. Son los que, cuando decimos que miramos documentales, se quedan anonadados y después preguntan si nunca miramos “películas”.
Después hay algunos que piensan que los documentales son objetos televisivos no del todo identificados que están allí para instruirnos y mostrarnos cuándo y cómo tiene lugar la reproducción de las termitas, o cuál es el comportamiento de las aves( estos documentales son maravillosos también – ya lo veremos- pero claramente no son los únicos).
Finalmente están (estamos) todos aquellos que pensamos lo contrario, y tratamos de mantenernos al día ante la imparable lluvia de material que hay por todos lados.
No es la idea de este blog debatir a nivel teórico sobre el estatuto del documental, ni las diferentes corrientes que tuvieron lugar a lo largo de su historia (que nació con el cine mismo, allá por 1895); aunque para quienes quieran indagar un poco más puedo recomendar la biblia del documental, que es este esclarecedor texto en el que Bill Nichols ordena los modos de representación que sobrevuelan el género.
Lo que me sí me gustaría es que todos los que amamos el género y que (hay que decirlo) nos divertimos más con un documental sobre *casi* cualquier cosa que con una remake de Hollywood cuya versión original seguramente haya sido mejor, encontremos un espacio lleno de títulos y de videos, conocidos y por conocer, y ampliemos nuestro universo de documentales hasta donde internet nos lo permita.
A mí el documental es un género que me emociona mucho y hasta he llorado con alguno que otro. Les juro que se puede.
Por eso quiero dar inicio a este blog escribiendo sobre los documentales más emocionantes (en el múltiple sentido de la palabra): los rockumentaries ( y si cabe expresión, más puntualmente sobre los ‘punkumentaries’)
Los rockumentaries probablemente sean conocidos tanto por los fanáticos de la música como por los que van a cancherear a las funciones de los festivales de cine- que suelen tener secciones especiales dedicadas al subgénero- y son, en líneas (muy) generales, aquellos documentales que se centran en bandas de rock o en artistas particulares.
Hay muchos que son históricos e imperdibles ( Don’t look back, sobre Dylan, Gimme Shelter y Sympathy for the Devil sobre los Stones, The Kids Are Alright sobre The Who, End of the Century sobre los Ramones) y hay otros que no son tan históricos pero sí igual de necesarios ( The Devil and Daniel Johnston, The agony and the ecstasy of Phil Spector, Dig!, Anvil). De ellos me encargaré en un post siguiente.
Documentales sobre punk, Vol. 1
Los punkumentaries tienen varios exponentes, pero para empezar voy a elegir a Lech Kowalski y Julien Temple. (no me olvido de Don Letts, no, pero lo dejo de lado momentáneamente).
Creo que debería haber, directamente, otro subgénero (dentro de este subgénero de subgénero) llamado “documentales de Julien Temple”, porque es uno de los autores más geniales de la historia del documental.
Pero volvamos al punk. Puedo recomendar dos trilogías de cada uno de estos autores para aquellos que estén interesados en la historia y en la movida punk que los dejarán más que satisfechos. En primer lugar está la que forman D.O.A (1980), Born To Lose: The Last Rock and Roll Movie (1999) y Hey! Is Dee Dee home? (2003), de Kowalski .
En segundo lugar (pero no por eso menos importante, más bien todo lo contrario) tenemos la de Temple: The filth and the fury (2000), Joe Strummer: The Future Is Unwritten (2007) y Oil City Confidential (2009).
En D.O.A, como podrán ver en este precario video, se trata de hacer una historia del punk rock con la gira de los Pistols en Norteamérica allá por 1978 – año del principio del fin- como epicentro.
http://youtu.be/lDlpwfTj_34
Este documental es oro en polvo no solo por el archivo de presentaciones de Los Pistols y bandas como Sham 69, sino porque incluye esta tristemente célebre entrevista a Sid y Nancy poco tiempo antes de que suceda la debacle.
Aquí vemos a Nancy hablando pestes de Rotten y al pobre Sid que bueno…intenta (sin mucho éxito) mantenerse despierto. Esta entrevista será incluida también en The filth and the fury, ya que es una pieza de archivo bastante especial.
Born to lose es una suerte de biopic de Johnny Thunders, líder de los New York Dolls primero y de The heartbreakers después, que incluye una enorme cantidad de material de archivo (videos sobre los primeros shows de los Dolls, 16 mm sobre los Heartbreakers) y entrevistas a figuras del punk ( del archivo de las entrevistas realizadas a Dee Dee Ramone para este film surge Hey, is Dee Dee Home?), así como un recorrido por la carrera de Thunders, su adicción a la heroína y su extraña muerte.
Por último está Hey, is Dee Dee Home? , que surge como homenaje, tras la muerte del bajista, y a raíz de lo ya generado en Born To Lose. Acá vemos al personaje de Dee Dee contar la historia de sus tatuajes, sus novias y sus bandas.
En este link se puede ver online, solo hay que bajarse antes este programita gracias al cual eludiremos las cuestiones de IP que nos molestan, y listo.
Si quieren elegir uno vean D.O.A, es el más completito y el mejor. Acá les dejo al director hablando de la película :
Los documentales de la trilogía punk de Temple – y otras de sus genialidades- tendrán lugar en el próximo post.