Por: Luciana Calcagno
No hace falta que diga que Internet cambió nuestro modo de percibir y de consumir, eso lo sabemos todos. Por suerte, varios documentalistas se están haciendo cargo y hace rato podemos ver online bastante material relacionado al maravilloso mundo de la web.
Pero quiero centrarme en dos documentales que se subieron a YouTube hace apenas unos días. Si bien son bastante distintos entre sí, en el fondo hablan de lo mismo: Internet es un mundo de posibilidades y un paraíso, pero todos tenemos esa horrible sensación de no saber hasta cuándo durará.
Esto queda más claro en el primero de ellos: The Pirate Bay: Away From Keyboard, presentado en la Berlinale, subido a YouTube, puesto a disposición de quien quiera bajarlo y también de quien quiera pagar para verlo, todo en simultáneo.
TPB sigue el derrotero de Peter Sunde, Fredrik Neij y Gottfrid Svartholm, los tres fundadores suecos del tracker de Torrents más sagrado, eficaz y utilizado en todo el mundo. Tres jóvenes cuya oficina de “operaciones” es una sala de chat, como comentan orgullosos a la cámara. Ellos son casi como nosotros –bueno, un poco más nerds, un poco más geeks– y pueden desesperarse (eso sí, como cualquiera de nosotros) si pasan un día entero sin conectarse a Internet.
Tras algunos tiempos de bonanza, un buen día estos muchachos comenzaron a recibir mails de los grandes estudios, que respondieron muy ocurrentemente. Pero otro buen día los estudios se cansaron, y así es como terminaron metidos en un juicio por infringir copyright que podía costarles más de 13 millones de dólares y varios años de cárcel.
Entonces lo que vemos en el documental es el proceso judicial con sus respectivas sentencias y apelaciones, y si se vuelve un poco estático es precisamente porque es aburrido ver un ida y vuelta entre gente que habla dos lenguajes diferentes: uno arcaico -el de los jueces y los querellantes-, el otro actual -el de nuestros amigos suecos-.
Esto queda perfectamente sintetizado cuando se les pregunta a los acusados cuándo se conocieron IRL (“In Real Life”) y ellos responden que prefieren el término “Away from keyboard”, porque Internet ES real.
Luego de esa declaración ya sabemos que las partes nunca se pondrán de acuerdo y solo resta esperar la sentencia (que no voy a spoilear, pero pueden imaginar). Haciendo caso al amable pedido de su director, compartimos el documental online (y con un pobre subtitulado en español, pero lamentablemente por ahora es el que hay).
Ah, último detalle, al parecer el temita viene con deadline, ya que el Partido Pirata, que es el partido político que provee actualmente el ancho de banda para TPB, tiene hasta este 26 de febrero para dejar de alojarlo en sus servidores.
We Are Legion: The Story of the Hacktivists, resulta un poco más entretenida porque podemos ver las diferentes operaciones que llevó a cabo el colectivo “hacktivista” Anonymous desde su inicio hasta los últimos tiempos: “10 mil personas enojadas le demostraron al gobierno que sus reglamentos, sus ideas, su visión de PayPal, de Wikileaks, de la guerra de Afganistán, Egipto y Libia, no importaban, y no importaban precisamente porque había alguien afuera en Internet jodiéndolos” dice al respecto una de sus integrantes.
Este es básicamente el concepto de Anonymous. A veces puede parecernos confuso, pero lo cierto es que cuando escuchamos de voz de uno de sus fundadores decirnos que con MasterCard podemos financiar agrupaciones filonazis y no podemos apoyar a Wikileaks, todo se vuelve un poco más claro.
tweet que circuló durante el hackeo de Anonymous a la página de MasterCard, en apoyo a Wikileaks
Los diferentes ataques de Anonymous (fueron varios, pero el affaire con la Iglesia de la Cienciología no tiene desperdicio) marcaron un precedente e hicieron que obviamente el FBI se enojara bastante. Es imperdible el testimonio de un niño de 19 años terriblemente asustado, o de la pseudopunk que cuenta cómo entraron a su casa con chalecos antibalas mientras ella estaba en pijama.
Es inevitable que este grupo esté ahora mismo en la mira de todos. Pero ellos responden: “Ninguno de nosotros está tan enojado como todos nosotros”. Y tienen razón, ya que ahí precisamente radica su fuerza.
Lo más divertido del documental es ver la historia de cómo surgió todo: la página 4chan, los memes, las operaciones varias y otros grupos de hackers que duraron apenas unos pocos meses ( LulzSec, por ejemplo)
Acá pueden disfrutarlo todo, nuevamente con un subtitulado cuestionable:
Como ya mencioné, en ambos documentales aparece la figura de Julian Assange (quien recibió ayuda de ambas organizaciones) y es él, actualmente exiliado en la embajada de Ecuador en Londres, quien parece tener las palabras más iluminadoras al respecto de lo que pasa actualmente con las redes sociales e Internet (paranoicos y enemigos del doblaje, abstenerse).
Por último, dejo un adelanto de algo que hoy por hoy ya puede sonar anacrónico: Napster. ¿Se acuerdan de eso? Bueno, también tiene su propio documental. Hay que esperar un poco pero por ahora podemos entretenernos con el trailer.