Por: Leticia Estévez
Nueva York es una de las ciudades preferidas por los viajeros de todo el mundo para recibir el año nuevo. Más allá de los lugares emblemáticos para recorrer, les dejo 5 imperdibles para romper la rutina en la gran manzana.
- Ir a una Misa Gospel. Esta experiencia es realmente energizante. ¿Po qué? Simplemente porque es posible compartir un momento de espiritualidad optimista, cargada de felicidad y talento. Hay varias opciones, la mayoría de ellas se encuentran en el Harlem. Este barrio está situado al norte del Central Park y es posible acceder llegar en metro. Recomiendo te informes sobre días y horarios, y estés al tanto de algunas formalidades al momento de la visita.
- Alquilar una limousine y recorrer parte de la ciudad. Esto sucedió de casualidad. Durante los primeros días de mi estadía en New York me cruce con varias “limos” realmente impactantes. Una de las noches, al regreso de la cena, uno de los integrantes del grupo preguntó cuánto salía dar un paseo y finalmente accedimos. Fue realmente muy divertido!
- Cruzar el puente de Manhattan caminando para tomar buenas fotos del Puente de Brooklyn por la tarde. Esto es muy simple. Yo estaba en pleno Barrio Chino o Chinatown cuando decidí hacerlo. Pregunta cómo llegar hasta el Puente de Manhattan y desde ahí comenzas a cruzarlo a pie. Esto puede tomarte unos 30 minutos, y también podes hacerlo en bicicleta. La vista del famoso Puente de Brooklyn es imponente! Si lo haces por la tarde, los tonos y colores se resaltan más todavía. Lleva tu cámara preparada para buenas fotos. Luego, del otro lado del puente, te podes tomar el metro y bajarte en pleno Wall Street.
- Russo’s Mozzarella and Pasta. Si tenés pensado organizar un día de Picnic en el Central Park tenés pasa por la tienda del Russo, donde vas a encontrar excelentes sandwiches, tipo italiano, preparados en el momento y con los ingredientes que quieras. No son caros y el ruso en persona! Esta tienda está ubicada en el East Village.
- Escuchar una banda en cualquier pasillo del subterráneo. Esto sin dudas, va a ser una grata experiencia. El arte se siente en todas las calles de la ciudad, e incluso bajo tierra. Al momento de hacer conexiones en la línea de metro, tomate un tiempo para escuchar a algún talentoso músico de jazz que seguramente se encuentre por allí.
¿Alguna otra experiencia para sumar a la lista?
Bienvenida!