Por: Agostina Fasanella
En unos días llega la primavera, los días se hacen más largos y soleados, las noches más agradables para salir…
La naturaleza nos regala una etapa de abundancia y eso impacta en nosotros. Hay “algo” en el aire que nos cambia el humor y nos predispone a nivel físico y mental de una forma más positiva.
El contexto que nos regala la primavera genera en nosotros cambios fisiológicos. Está científicamente comprobado que generamos más melatonina y serotonina.
La serotonina representa un papel importante como neurotransmisor en la inhibición de la ira, la agresión y el mal humor. La melatonina, por su parte, influye positivamente sobre el sistema inmunológico.
Es por ello que nos sentimos mejor emocionalmente y eso nos lleva a tener más ganas de salir y buscar relacionarnos con los demás.
Como tradicionalmente se dice, la primavera es “la estación del amor”.
Si nos detenemos a pensar, no festejamos el día del otoño, ni el día del invierno, pero sí nos ocupamos de celebrar el día de la primavera.
Parecería que el contexto primaveral nos energiza y nos revoluciona, disponiéndonos a la acción, por lo que podemos aprovechar estas circunstancias para retomar prácticas saludables como actividades al aire libre (deportes, caminatas, etc), que producen un estado de ánimo de alegría y satisfacción.
Además podemos aprovechar esta motivación extra para darnos el espacio en el cual lograr las metas que todavía a esta altura del año no hemos logrado. Y sobre todo aprovechar para cultivar nuestras relaciones desde este estado de ánimo “renovado” que nos brinda esta estación y conectarnos más profundamente con las personas que amamos.
Como dijo el poeta chileno Pablo Neruda “Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”
¡Hasta la próxima!
Agostina Fasanella
Coach Ontológico
Liderarte Consultora