DOS PIEZAS DE ROMPECABEZAS…

#ColoresDeMilagros

QUE SE ENCUENTRAN - - relato sobre el amor

¿Por qué nos enamoramos? ¿De que nos enamoramos? ¿Que hace que determinada persona llame nuestra atención? ¿Reconocemos algo en el otro que no es familiar, que no es propio, para querer compartir nuestro mundo? Como es posible que a veces sin necesitar ni una palabra sentimos que esa persona hará nuestra vida mejor. ¿El amor es una invención o se construye? ¿Hay un solo amor de tu vida? ¿Que hace que determinada persona se convierta en “él”? Uno lo sabe mientras transita o descubre a lo largo de la vida quien fue.

Antes de viajar una persona muy sabia me dijo que las parejas se encuentran, como si dos fichas del rompecabezas con determinado recorte finalmente se conectaran en todas sus partes. Me dijo que hay hasta ciertas partes del rostro que se asemejan para saber que es el correcto, y me mostro una foto para corroborarlo. De alguna forma empecé a ver a las parejas con otro detenimiento, tratando de encontrar esas características hasta físicas que los asemejaban. Convirtiéndose en un juego gracioso al irme de viaje por el mundo y poder encontrarme con parejas diferentes y corroborar la veracidad de esta hipótesis.

Viajando estuve escuchando distintas historias de amor, de alguna forma extraña me toco compartir tiempo con parejas y les preguntaba ¿Cómo se conocieron? ¿Cómo terminaron juntos? Lo maravilloso de estas preguntas fueron sus respuestas. Algunos parecían realmente sorprendidos de cómo se habían dado las cosas, a otros les brillaban los ojos al contar que desde que lo habían visto habían sabido que era el correcto, y otro solamente estaban transitando el camino. Pero lo increíble de estos encuentros era que podía ver como estas fichas se habían encontrado, realmente compartían algo en su mirada, en la forma de su boca, de sus narices que los asemejaban, no importaba la nacionalidad ni la edad.

Ahora quiero compartir algunas de las tantas historias de amor que escuche en el camino, para que nunca dejen de soñar si todavía no encontraron a su parte del rompecabezas, en algún lugar sin tener que ir a ninguno, los encontrara y dirán ¡Al final no tenía que hacer nada, simplemente nos encontramos!

“Me fui de vacaciones  a Perú por un mes, el primer día con una amiga. Al segundo día de estar allí me encontré con este argentino y su amigo y sin saber cómo terminamos viajando todo el mes junto. Cuando volví  a España empezamos a escribirnos y a hablar por skype. En eso interrumpe él, yo sentí que tenía que ver qué pasaba con ella, así que deje mi trabajo, mi familia y me fui a España a ver que sucedía y una cosa sucedió a la otra. Hace tres años que estamos juntos, nos casamos y estamos felices. Ella vuelve a tomar la palabra, era la primera vez que salía de mis tierras, y termine conociendo el amor de mi vida, nunca me lo hubiera imaginado. Y él agrega, “No fue fácil al principio, volver a buscar trabajo, pero valió la pena”.

“Nos conocimos en Berlín, ella era amiga de una amiga del trabajo. Recién después de un año terminamos juntos, porque cada uno tenía una pareja cuando nos conocimos. Yo era mexicano y me había ido de vacaciones a París, nunca volví.  Una decisión fue llevando a la otra, hace 6 años que vivo en Paris, solo por haber tenido la inquietud de probar encontrar trabajo mientras estaba de paseo. Primero conseguí un posgrado y a partir de ahí, a la semana había encontrado trabajo y  luego me estaba por volver a México y la conocí a ella, y hace tres años que estamos juntos. Cada vez que parecía que se iba a terminar o que tenía que volver, algo aparecía. Una vez hasta espere tres meses para ver si aparecía un nuevo trabajo y hasta el último día nada aparecía, casi vuelvo, pero por suerte aguante. Todo el mundo me decía que volviera, que para que estaba esperando, pero uno solo sabe cuándo es el momento y yo sentía que no era el momento de volver aunque no tuviera nada. La alemana agarra la palabra, yo ni dude en trasladarme de trabajo y ver qué pasaba, somos diferentes pero nos complementamos.”

“Ni bien lo vi, le dije a mi mejor amiga que iba a llevar a cabo un plan para que terminara siendo mi esposo y el padre de mis hijos, y ciertamente el plan funciono. Después de seis meses de no darle bola porque estaba en cualquiera termino rendido a mis pies. Desde hace cinco años que no nos separamos y eso que por trabajo nos han trasladado a distintos lugares y seguimos eligiéndonos a pesar de todo y ciertamente nos casamos para que sea el padre de mis hijos. Siempre lo supe, no me equivoque. Él agrega, no sabía que era parte de un plan, yo solo sentía algo distinto cuando estaba con ella que me daban ganas de estar más, era como una paz y de a poco se transformo en sentimiento y en ganas de no separarme más de ella.”

“Yo vivo en Múnich y ella en Viena, hace cuatro años que viajamos todos los fines de semana para estar juntos. Solo en las vacaciones podemos estar un mes de corrido y pensamos en mudarnos de ciudad pero después en el día a día se diluye. Son solo cuatro horas en auto, si fuera más largo el recorrido seguramente no funcionaria. Es que t tenemos cada uno un buen trabajo y no hay posibilidad de traslado, su empresa no está en Alemania y la mía no está en Austria; uno de los dos tendría que dejar su posición y volver a empezar. Él comienza a hablar, tratamos de mudarnos para vivir en una sola ciudad pero creo que ya nos acostumbramos a viajar y cada vez que nos encontramos es como si estuviéramos de romance, de novios. Yo puedo tomar cervezas con mis amigos hasta tarde sin que me lo reclame en la semana y ella puede salir con sus amigas y tener tiempo para concentrarse en su trabajo. No es lo mejor pero es lo que tenemos y lo disfrutamos.”

“Nos conocimos hace tres meses, y nos estamos mudando a Nueva York juntos, en realidad cuando lo conocí, al mes le salió esta propuesta de trabajo, no podía decirle que no porque era algo que él estaba buscando y podría haberse ido sin proponerme que me fuera con él. Al principio lo dude, venia de una pareja de tres años que termino muy mal y volver a confiar en otra persona cuesta. Pero él desde que me conoció me dijo que era la mujer que había estado esperando todos estos años, que era la correcta, y que realmente esperaba que pudiera acompañarlo. Después de tanta insistencia me dije que no perdía nada intentándolo. Al mismo tiempo siempre había soñado con vivir en Nueva York, a veces los sueños vienen de forma inesperada y cuando uno no los está buscando. Tengo que dejar todo pero al mismo tiempo sino lo hago tal vez estoy perdiendo lo que tanto estaba deseando. A veces solo hay que probar y en este caso cumplo mi sueño y parece que al mismo tiempo encontré el amor, todavía no puedo creerlo.”

“Deje todo por ella, mi carrera, mis amigos, mi país, lo deje todo para seguirla por su carrera y aunque no funciono no me arrepiento, fueron siete años maravillosos hasta que un día nos dimos cuenta que ya no nos hacíamos felices pero ninguno quería aceptarlo. Así que a partir de ahí tuve que tomar de nuevo las riendas de mi vida, toda mi energía puesta en el amor la traslade al trabajo, soy exitoso pero nunca volví a enamorarme. Eso si cuando conozco a alguien le pregunto: ¿Sufriste alguna vez por amor? Si me dice que no, directamente ni le doy una oportunidad, solo el que sufrió alguna vez por amor puede saber de qué se trata. Yo hasta que me separe de ella no lo entendía.”

“Estábamos buscando un bebe hacia meses, había empezado el tratamiento en la clínica y claro que estaba más sensible y no era lo mismo que los tres años anteriores,  y de pronto él empezó con dudas y me dejo. Al poco tiempo volvió que se había equivocado, que me amaba, que quería volver, que era su mujer. Y yo sabía que era verdad lo que me decía pero no pude perdonarlo. Todavía no puedo, por eso agarre mis cosas y me vine de viaje. Durante un año estaré dando vueltas por el mundo, viendo que me pasa, que siento y tal vez realmente él sea el amor de mi vida pero la distancia me lo dirá.”

“Durante 8 años fuimos novios, éramos todo el uno para el otro, pero un día sentí que necesitaba ver el mundo, que tenía un montón de sueños que no estaba llevando a cabo por ella, que los iba a dejar pasar, se lo conté a mi novia y me dijo que ella quería casarse y formar familia que no necesitaba salir a la aventura, que ya éramos grandes. Las cosas empezaron a no estar bien hasta que decidimos separarnos. Durante unos meses estuve perdido, sin saber qué hacer, hasta que me di cuenta que era mi posibilidad de cumplir lo que deseaba, encontré un trabajo en Australia y antes me vine por cinco meses a viajar por Asia. Nunca había salido de Inglaterra. Mi amor por ella no se diluyo pero tengo 27 años y si no hago esto por mi siempre sentiré que me falta algo. Ahora que me encuentro viajando, no dejo de pensar porque no lo hice antes. “

La perlita de mi viaje, fue ser testigo del encuentro de dos personas que le están apostando al amor. Me toco compartir tiempo con una canadiense que quería estar en pareja, pero estaba completamente cerrada al encuentro, no quería que la hirieran más por lo tanto para que conocer a alguien que al otro día se iría. Estoy cansada de que me ilusionen y luego no pasa nada, mi corazón espera resultados, ya tengo 32 años y cuando estoy sola estoy bien, no tiene sentido conocer a alguien en un viaje después se van y vos les distes mucho, ya no le encuentro él sentido. A lo que yo le decía que la única forma de poder enamorarte es permitirte conocer a alguien y eso implica poder salir herida si no sale como esperamos y nunca se sabe si ese día se puede convertir en una semana o en un mes o en todo la vida, porque siempre está la posibilidad de cambiar de planes. Yo conocí a una persona en un viaje por solo tres días y termino siendo un amor de mi vida, que nunca olvidare y un gran compañero de aventuras durante un año en  el cual aprendimos muchísimo del otro. Realmente nunca se sabe los caminos de la vida donde conducen,  lo importante es encontrarse. Al mismo tiempo hay encuentros que tal vez no duran mucho tiempo pero te dan información valiosa para conocerte, para verte, para darte cuenta de lo que estas buscando. Tuvimos varias charlas profundas mientras nuestros días transcurrían por varias situaciones que compartimos y muchas veces estuvimos por separarnos pero por una cuestión u otra terminábamos siguiendo juntas, ya sea porque lo dejábamos a la suerte o porque alguna de las dos cambiaba su plan original. La última semana de nuestro viaje juntas, nos tocaron de vecinos unos argentinos. Ponían la música fuerte cada vez que entrabamos a la habitación para llamar nuestra atención y yo le decía a la canadiense “típico de argentino”. Pero mi amiga se retrasaba a veces al salir del cuarto o se olvidaba el libro para ir a la playa y finalmente los conoció a los dos vecinos. Había uno simpático al cual a ella le había atraído y después de varios días de cruzarnos finalmente se encontraron. Yo me separe de ella finalmente para seguir mi camino y a los días me encuentro con un mail que me contaba que estaba viajando con el argentino por el resto de su viaje. La verdad me alegre por ella, porque de alguna forma tenía la posibilidad de darse una oportunidad. Esto paso ya hace dos meses,  y hace unos días me entero  por él que de sorpresa se iba a buscarla a Canadá para arreglar donde van a vivir si en Montreal o en Buenos Aires, que los dos quieren probar, y ver que les sucede y que el lugar no es lo importante . Ciertamente no se sabe lo que pasara, si lograran encontrar cauce a esta relación, pero es la vida real no es una película que vi, me paso al lado mío, con la persona que compartí y conocí y de alguna forma me hizo escribir este relato.

Esta historia me hizo reflexionar, porque siempre encontramos excusas de porque no estamos enamorados, de que los hombres u las mujeres argentinos son de determinada forma, que es difícil, para que probar, que es imposible conocer a alguien en un viaje y que sea duradero y una lista de determinaciones que creemos las mujeres y los hombres que son las correctas. Pero para el amor solo se necesitan GANAS, tan simple como eso, uno se encuentra con otro y tiene la posibilidad de dejarlo pasar o de correr el riesgo, y el resultado es siempre incierto pero si lo intentamos sabremos si funciono o no, sino solo quedara como un recuerdo perdido entre tantos.

“A veces en el amor es la historia de la liebre y la tortuga, el más rápido no implica que gane la carrera. Todo tiene su tiempo natural y hay que saber disfrutar del proceso”. Me dijo un hombre que conocí en mi viaje mientras hablábamos de porque estábamos solos teniendo tantos logros y viajes por el mundo. A veces tan solo no ha llegado el momento, tenemos que lograr otras cosas, ver otras relaciones, transcurrir en otras situaciones y de todo seguimos aprendiendo y creciendo. Yo lo escuchaba atentamente, me había ido de viaje esta vez, sin esperar nada, realmente estaba contenta en Buenos Aires y por primera vez había descubierto que no hay errores ni equivocaciones, que en lo que respecta al amor sucede lo que tiene que suceder. No importa si lo llamaste miles de veces, le dijiste la primera vez que era el hombre de tu vida o si no pudiste decirle nada porque te lo impidió la vergüenza. No hay frases inteligentes para decir, ni acciones concretas a llevar a cabo para cautivar a alguien, porque cada uno es diferente; solamente hay que encontrarse y a partir de allí es una lotería. Cada uno carga con una historia, tiene una mochila y a veces puede y a veces solamente no. Eso no implica que tenemos que quedarnos esperando eternamente a esa persona o salir heridos esperando una respuesta que tal vez nunca llegue, sino que tenemos que tener la predisposición de estar abiertos porque de la manera menos pensado y de la forma más descabellada puede aparecer alguien que te haga recobrar la esperanza del amor. Para que tal vez alguien te diga,  ”te tenes que quedar quieta, el amor te va a llegar a vos, ya no lo tenes que salir a buscar. Estas lista!”