Simplemente me ama

#ColoresDeMilagros

bondi

En pocas horas me tomaba un avión para regresar a buenos aires después de dos meses y días de estar de nuevo en viaje, esta vez nuevamente en Australia. Un viaje que se dio tan fácil que parecía que tenía que ser, estaba predestinado. Porque cada vez que dude en hacerlo algo aparecía para que continuara con la aventura y realmente la trama solita se tejía con un diseño imaginado por el mejor arquitecto porque solo podría ver ahora a punto de regresar. Hasta yo misma me sorprendía de como se daban las cosas todo estaba cronometrado. Para resumirlo, me sentí que viví allí, no fui turista, sino desde el primer momento sentí que era mi casa, todo fluía y todo lo que pensaba simplemente aparecía o acontecía pero al momento que la vida creía conveniente, hasta retrasar cosas porque otras tenían que acontecer. No había pensado en nada y todos los que me preguntaban les decía que no sabia todavía y ahora hice todas las cosas que quería (pensé que no iba a ser factible) y hasta hice cosas que había querido hacer en el primer viaje a Australia. Si me hubieras preguntado en noviembre no tenia ni la energía ni las ganas de irme de nuevo tan lejos y por tanto tiempo que pensé que en 15 días me volvía, pero el pasaje estaba sacado por primera vez desde mayo y la fecha de regreso aleatoria y casi fantástica por las limitaciones de sacar dólares y de gastar mis ahorros en un país que conocía, pero algo me tiraba a estar presente en la boda de mis amigos y en volver a ese país que me había regalado la libertad de ser completamente yo misma. Ocho años habían pasado desde que había ido a ese país en busca del amor y lo que encontré fue aun mejor: a mi misma. Ocho años de crecimiento y de confianza en tomar un camino. Volver implicaba muchas cosas para mi y hasta la esperanza de que tal vez el amor me encontrara allí donde fui a buscarlo la otra vez.

Pero no fue así, no encontré el amor pero si cerré muchas historias que habían quedado inconclusas o con puntos suspensivos. Entendí que todo tiene un porque y esta bueno que así sea. Cerré capítulos, limpie mi cabeza y mi corazón y puse en orden las prioridades de lo que estaba necesitando en este momento. Tomarse dos meses de vacaciones es bueno para el espíritu porque llega un momento que uno no sabe que hacer o que pensar, no tiene mas responsabilidad que la de disfrutar y disfrutarse y ahí uno empieza a ver las contaminaciones que tiene guardadas porque empiezan a aparecer una a una y como un cirujano uno las puede empezar a extirpar hasta quedar limpio y nuevo para volver a empezar. Como una película empieza uno a ver una y otra vez la misma historia hasta darse cuenta que no era. Y a pocas horas de volver me termine juntando con una australiana que conocí en Berlín, hacia mas de 12 años, de casualidad terminamos cenando juntas porque no había mas mesas en el restaurante y nunca mas nos habíamos visto, hasta esta mañana donde comenzamos a charlar como si nos hubiéramos visto hace pocas semanas (era una locura hasta que permitiera el encuentro cuando la valija no estaba terminada) y después de varias conversaciones sobre nuestro presente me empezó a contar su historia de amor a lo cual escuche con atención (me encanta que las personas me cuenten sus historias de amor). Hasta que de pronto las lagrimas comenzaron a correr por mis mejillas al mencionar esta frase tan simple pero tan verdadera:”he just love me how i am without need to do any work or do anything special. He loves me since the first moment that we cross each other on the way and however we didnt be together at that moment life makes us together at the end. If i see now it looks so simple and it was not like this at beggining. (Simplemente me ama, sin tener que hacer nada en especial o trabajar para ello. Me ama desde el primer momento que me vio pero aunque no estuvimos juntos en ese momento la vida nos puso nuevamente frente a frente para que en 8 meses termináramos en el altar. Si lo miro ahora parece tan simple pero no lo veía así al principio)”. Sus palabras eran tan bellas y tan simples que me emocione al recordar que el amor es así de simple y tan único y no explicable como la magia de existir y de vivir cotidiana. No hay que hacer nada para que alguien se enamore de ti. Te ama simplemente porque tenía que ser así desde que ese par de ojos se cruzaron.

Mi amiga tenía dos hijos ahora y estaba felizmente casada con el hombre de su vida como lo menciono varias veces y yo pensaba en voz alta: GRACIAS por darme esperanzas, gracias por hacerme recordar lo que a veces se me olvida. Gracias universo por darme siempre mensajes a mi corazón que confía y que una y otra vez se abre cuando piensa que vale la pena probar a pesar de que no hay explicaciones ni indicios pero algo en los ojos de la otra persona me hacen sentir cerca y con ganas de mirarlos. Porque así de simple es, sin estrategias, sin vueltas, sin razones, cuando te tenes que encontrar la vida lo hace posible. Casi como viajar por el mundo como lo sonaba de chica. Yo nunca soñé con el vestido blanco ni la boda sino en ser aventurera y viajar y conocer todos los países posibles, ir poniendo banderitas a mi paso, y de alguna forma agradezco todos los días la vida que tengo porque es lo que siempre soñé y aunque mi compañero todavía no llego se que en algún lugar de este mundo al mirar el cielo estará mirando la misma estrella a la que le hablo y le cuento mis secretos y cuando nos encontremos no necesitare decirle nada porque ya sabrá todo lo necesario para que simplemente me ame.

Australia y Nueva Zelanda fueron un viaje para mi misma casi como Japón lo fue. Fue reafirmar lo que si quiero y lo que no me interesa mas y darme cuenta que tomar decisiones es lo mas difícil a la hora de vivir porque siempre perdemos y ganamos algo al hacerlo, pero que vale siempre la pena intentarlo y animarse a hacer cosas no planeadas ni calculadas porque si tiene que ser la vida se encarga de arreglarlo. Así que, ¿porque no voy a confiar en que con el amor sea lo mismo?

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