Viajar… Guatemala y México (2 parte)

#ColoresDeMilagros

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A las cinco de la mañana del otro día, me paso a buscar una combi para ir a Flores en Guatemala. Quería hacerlo sin Tour porque realmente el precio para pasar a la frontera era alto comparado a los buses que te llevan a la frontera por 6 dólares. Pero es increíble como esta todo organizado para que no puedas pasar por tus propios medios, o sea si logras hacerlo tenes que pasarte todo el día esperando que se llene una barca o bus, en realidad sin tanto buscar decidí que vería de que frontera estábamos hablando y de ultima volvería por mis medios. La cosa es que agradezco que no me mande solita a probar porque la verdad es la frontera mas tierra de nadie que he visto en mi vida. Solo un río separa a las dos fronteras pero hay dos o tres barquitas solas, sin gente ni barreras, ni nada, o sea que si uno quiere pasa el control de pasaporte que para esto te coimean pero ya llegaremos a ese punto, la cosa es que podes pasar sin problemas.

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Ya me habían contado el tema de que no tenia que pagar nada en Guatemala porque era corrupción pura (un Sudafricano en San Cristóbal de Casas me había contado que él no había pagado). Pero los mexicanos no se podían quedar atrás, y también pedían coima, con la excusa que si no les pagabas tendrías que pagar luego el triple para entrar. Yo la verdad no entendía mucho pero bueno bien a la argentina, me salio de adentro le digo que me explicara entonces el hombre me dice que si no le pagaba me retenía la entrada al país que te dan por el avión y si me la retiraban después tenia que pagar el triple para volver a entrar, yo por las dudas le empecé a decir que no podía ser que yo había averiguado, etc. ¡Y para que! Apareció el del Tour que también esta enganchado en esta gran coima y me empezó a decir que revolucionaba a los demás, porque claro todos como no entienden pagan y yo le decía que me explicara, la cosa es que no pague nada me dieron el boleto y me separaron de la fila para que no contagiara al resto del grupo. Yo no lo podía creer, porque esos  dólares se los quedan ellos porque no te dan ningún recibo y me dieron lo mismo que antes tenia. Me fui realmente con la idea de que tal vez tendría problemas al entrar de nuevo, en realidad no pensé mucho en lo que hacia más cuando en Guatemala vi la película BABEL y me empecé a hacer la cabeza que me tendría que haber callado la boca, pero bueno si vieran la situación me entenderían. Los de la frontera no están ahí o sea los llaman por teléfono los de las combis cuando están en la puerta con “los extranjeros”, o sea que los esperamos media hora, mientras tanto sin mucha explicación y sin darte ningún papel ni hacer nada con tu documento te piden plata y después volves a salir. Bueno llegue a la orilla de la nada, y tomamos el barquito medio hindú que nos llevo por 1 hora a la otra orilla donde nos esperaba otro bus, o sea solo el bus con el conductor, no hay nadie mas que esa persona y dos hombres tratando de cambiarte dinero con el peor cambio pero el guíate dice que es mejor allí. Yo me acordaba de la frontera de Argentina con Bolivia, hormigas de personas cruzando y acá solo 12 personas que veníamos en barquito, sin cola, sin barreras, sin guardia, sin nada. Porque recién a los cinco kilómetros hace un stop el bus para ponerte el sello de entrada a Guatemala, y la verdad esta vez de nuevo me pidieron dinero y yo pensaba en que ya había tenido lío con el guía anterior y la verdad que no sabia si me había equivocado al protestar en esta o en la otra pero bueno pague, pensando en que había hecho buen negocio todavía. (La  historia de la frontera no termina, continua ala salida).

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La cosa es que llegue a Flores, y allí ya me uní con dos canadienses de 19 años que parecían mis hijas, porque perdían todo, tardaron una hora para llegar al Tour, no tenían plata para pagar las fronteras, pero bueno tenían una data que yo no tenia donde parar en Flores. Porque de algo estaba segura cuando empecé el viaje era que nunca terminaría en Guatemala, pero al estar en Chiapas la tentación era muy grande y yo no pude resistirme. Termine con las dos chicas en “Los Amigos” hostal, y fue mas que un acierto, súper chill out, súper cómodo, barato y con toda la onda. La verdad que hay un montón de gente viajando por centro América y Guatemala es paso obligado, así que conociendo mas gente se nos paso  el día sin salir del hostal. A las tres de la mañana nos pasaban a buscar para hacer el Tour en el amanecer en las ruinas de Tikal. Me desperté temprano y las canadienses perdieron el ticket del Tour, con mi labia convencí al guía que lo tenían pero bueno se olvidaban las cosas y pudieron venir. Llegamos a las ruinas sin amanecer todavía, y con llovizna, lo cual el camino de subida para esperar la salida del sol se hizo un poco dificultosos y molestos. Principalmente porque después de subir unas largas escaleras, el sol estaba totalmente escondido entre nieblas y nubes que no dejaban de largar gotas. Así fue como empezó el Tour que continuo hasta las once de la mañana, la verdad lo mágico o lindo de las ruinas de Guatemala en comparación al resto que he conocido, Chichén Itzá, Machu Pichu, etc., es que están vírgenes, intactas, en medio de la selva, y todavía sin tanta estructura, lo cual hace que te sientas explorador descubriéndolas entre los árboles y lianas de la espesa jungla. Eso si las piernas agotadas de subir tantos escalones. Me divertí con unos ingleses de 19 años, que me hicieron reír mucho. Luego todos se volvían pero yo me quede un rato sola en las ruinas, dibujando un poco y dejándome perder un poco más, fui al museo y cosas así, que hicieron que regresara a Flores como a las  2 y media de la tarde, pasando por El remate en el camino, un pueblo en las orillas del lago muy lindo. Porque Flores de Tikal queda mas o menos a dos horas. El día se había convertido en un horno, realmente el calor era terrible, así que llegue me puse la bikini y a encontrarla orilla del lago para bañarse, y sin dudarlo al encontrarlo me zambullí de una. Estuve un rato allí mirando la paz del lago y del pueblo. Luego volví al hostal a charlar un rato con la multiplicidad de personas de distintas nacionalidades que había y luego me puse a pintar un rato hasta que se hizo la hora de la película BABEL, que todavía nunca había visto y les juro que al verla solo pensé en mi determinación para hacerle frente al guardia del pasaporte en México sin ninguna duda de que estaba en lo cierto y de hecho lo estaba.

Al otro día, cinco de la mañana partía nuevamente para México, nuevamente el mismo Tour, ya que no hay forma de llegar de otra forma, (un monopolio), me despedí de las chicas que seguían a Belice rumbo Tulum, pero mis planes necesitaban llegara otro destino. Así fue como de nuevo haciendo las cuatro horas para llegar a la oficina de Guatemala para poder pasar la frontera, y ahí sin dudarlo deje pasar a unos cuantos del grupo antes y veo que un hombre holandés no quiere pagar si no le dan recibo, entonces yo digo, yo te pago pero dame recibo, porque me parecía una ridiculez total pagar por salir, todavía por entrar lo entiendo, así fue que nos dejaron para lo ultimo y sin la menor desfachatez nos mira y nos dice voy a entrar a buscar los recibos y nunca mas sale, lo cual hizo que saliéramos de la oficina sin pagar nada y con los pasaportes sellados, una locura, yo no lo podía creer, solo lo hice porque estaba el holandés súper plantado de que estaba podrido de la corrupción centroamericana. La cosa es que cruzamos el barquito y que sucede, nuevamente nadie en la oficina mexicana, llega una hora mas tarde, el mismo hombre de la otra vez, y sin ningún reparo me sella el pasaporte y me dice buen viaje. Mientras todos los demás tuvieron que pagar los 30 dólares. Nuevamente cuatro horas en el bus, se me hizo ameno charlando con una pintora francesa y dos artesanos venezolanos que me contaron los pormenores de nuestra querida Centroamérica, donde la corrupción es cosa de todos los días, buscándote excusas por cualquier cosa para pagar unos dólares que terminaran quedándose en sus bolsillos porque realmente es tierra de nadie. El río lo podes cruzar nadando y ya estas en la otra frontera, indocumentados por allí es sinónimo de posibilidad. La cosa es que salí ilesa de estas fronteras y feliz que ya estaba de nuevo en camino. Y la verdad creí que en palenque no me quedaría pero se hizo mas tarde de lo pensado y termine tomando el único bus que me llevaría a mi próximo destino, la tierra del cacao, Oaxaca.

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Me fui a Oaxaca y a Puebla, dos ciudades coloniales y tradicionales de México. Oaxaca me gusto, pero no me enamoro, tierras de pasado y de movimientos varios. Me perdí, subí alas ruinas, comí lo típico de la ciudad, me encontré en un mercado de insectos, artesanías y de bolsas de Frida coloridas y fui a varias iglesias. Dormí una noche y luego de estar otro día dando vueltas termine en Puebla, lugar que ame. Puebla es una ciudad que uno no se puede perder, porque tiene todo lo que uno espera de México encontrar, de sus raíces,  además comí el MOLE PUEBLANO, un pollo con una salsa de chocolate, bueno de cacao con especies, que no se puede creer lo rico, el sabor exquisito que tiene, así que altamente recomendable, siguiendo los pasos de la Lonely planet, primera vez que me acompaña en un viaje y  altamente recomendable. Tome un Tour que me llevo a ver todos los imperdibles de la ciudad. Los mosaicos me encantaron y el colorido. De ahí tenia dos opciones quedarme en Puebla esa noche o partir para México City donde pararía en la casa de un amigo de mis amigos ya que se habían ido de viaje porque yo me había retrasado y tenía cosas que había dejado en su casa. La cosa es que llamaba al amigo y no me contestaba y decidí utilizar un antiguo método que utilizaba, que hacia tiempo que no hacia, que era tirar papelitos. Los que me conocen saben, es poner dos papeles con el nombre de cada ciudad y preguntar al universo donde me convenía ir, y me salio 3 veces que fuera a México city y bueno me fui. Era media locura, porque llegue a las 12 de la noche a México city y sin poder comunicarme con Carlo. Estaba en la terminal, de noche y sola, sin saber quehacer. De pronto me acuerdo que visitando el zócalo había visto un hostal que tenia toda la onda y de casualidad, si las hay, había guardado el papel. Así que me fui en metro, súper seguro a la Catedral (los taxis me habían perdido varias veces y siendo de noche me parecía mas peligroso que estar en el metro con gente) y de ahí camine solo una cuadra al hostal, que me encanto, porque de noche las ciudades tienen otro color, olor y sonido. Llegue al hostal y trate nuevamente de comunicarme con Carlo pero nada, y tome un cuarto, el cual me avisan que no había agua por un imperfecto que se arreglaría en unos minutos, yo venia muerta y solo quería bañarme y dormir, pero el destino me deparaba otra cosa. Escuche música y seguí el ruido al ultimo piso, una terraza donde estaba lleno de gente del mundo hablando mirando la catedral de noche, que es un espectáculo.

Ni bien entre al lugar vi a un chico que me encanto, y a los pocos minutos se acerco a hablarme. Era australiano, se llamaba Chad, estaba viajando por el mundo, y recién empezaba su viaje solo, ya que había estado viajando por Estados Unidos con su hermano mayor. Justamente en Los Ángeles y San Francisco donde pensaba ir, así que me prometió pasarme información de allí. Cuando me cuenta que tenia 21 (y yo 29) años, me aleje, era muy chico para mi, pero tenia un encanto especial. El bar cerró y terminamos en su habitación con el hermano y otra gente de fiesta. En un momento estaba mirando la ventana y me agarro de la mano, me miro a los ojos y me da un beso en la boca sin importar que estuviera todo el mundo alrededor nuestro. Todo era muy divertido. Era chico pero tenia agallas y eso me gustaba. Desde que había empezado el viaje había estado en contacto con el americano porque sentía que valía la pena volver y continuar con él, pero ya había decidido cambiar de pasaje y extender mi viaje, y al mismo tiempo fluyo el encuentro, nunca me lo hubiera imaginado por su edad sola me autocensuraba. Era una energía desbordante lo que me provocaba Chad que no puse freno. Su hermano se iba en pocas horas y desde la mañana podíamos hacer programas juntos. Lo mismo me levante a las 8 am con intención de ir a la casa de Carlo a buscar mis cosas y dejar el hostel, cheque internet y tenia un montón de mails de Carlo contándome que se le había roto el celular, que llamara a su casa (esas cosas del destino). No podía estar con alguien tan chico me repetía. Pero cuando había decidido irme del hostal termine tocando el ascensor en el piso de Chad y tocando la puerta para que me atendiera y me dijera que bajaba a mi cuarto en unos minutos para salir de paseo por el DF. No pude resistirme a su frescura y terminamos todos el día juntos. Fuimos a todos los museos que no había podido ver porque siempre se me ocurría ir los lunes que estaba cerrado, y justo los domingos son todos gratis, así que  lo pasamos increíble, porque me destacaba de toda la historia del arte que tenia en mi sangre de tanto haber leído de los muralistas, de Diego Rivera y Frida y Chad disfrutaba de conocer sin imaginarlo. A veces lo que parece un desastre termina siendo lo que tenia que suceder.

El lunes tenia que ser el día serio ya que tenía que arreglar mis tickets de vuelos. Llegue a la mañana a la agencia de viajes para irme a Los Ángeles y de ahí a san francisco y luego a Puerto Vallarta, era un plan loco pero empecé limitándolo a LA, MEXICO, LA,  y bueno empezamos con 600 dólares, que era imposible de pagar y termine pagando con mi idea original de vuelos, o sea una maravilla la única suma de $320 dólares, no me pregunten como porque ni yo lo se, besaba al mexicano que me consiguió la ganga, de la felicidad, les juro aplaudía. La mente es increíble porque yo iba súper positiva a conseguir mi pasaje para el otro día, imagínense que tendría que ser súper caro pero bueno la buena onda, hace maravillas, y no solo eso tenia que cambiar mi pasaje a argentina y le pregunto sabes donde queda LanChile y me dice justo a la vuelta de la esquina, era una coincidencia maravillosa, porque realmente México city te pierde entre sus diagonales y la gente que no te indica bien. Estaba feliz, y me perdí en la city porque me había olvidado un papel y tuve que volver al hostel y volver a lan chile y me perdí y la ciudad te agota, así que cuando estoy volviendo súper cansada entro a bodyshop a probarme una crema y la chica me dice te ganaste una mascara de limpieza, un maquillaje, sentate y disfruta, yo feliz, no podía creer el mimo. Llegue al hostal feliz de la vida, y me fui a buscar mis cosas a lo de Carlo que me estaba esperando hacia dos días, pero bueno la vida me deparaba encontrarme con el amor. No necesitaba hablar con Chad, que me sorprendía, me llevo a comer al Café Tacuba (lugar al que se debe el nombre de la famosa banda) donde mosaicos y mariachis nos recibieron y disfrutamos de los típicos platos mexicanos (el primer día en el DF vi ese lugar y quise ir a comer ahí pero no lo hice), después me invito a desayunar a un lugar divino que también había pensado en hacerlo cuando me encontraba sola. Nos completábamos y a pesar de sus escasos años tenia muchas ganas de aprender y compartir. A veces los prejuicios nos hacen perdernos encuentros maravillosos que están en tu destino. Nos despedimos hasta un hasta pronto y con mucha suerte para ambos para seguir nuestros viajes.