"El amor no responde a las expectativas. Es misterioso" A uno le encantaría enamorarse de A cuando se enamora de B pero en el campo del amor la lógica no tiene sentido. Uno se enamora sin darse cuenta y a veces pasan muchos años para darse cuenta lo enamorado que en realidad uno estuvo.
Uno muchas veces trata de controlar, manejar, las variables y elegir eso que a uno le haga "menos mal". Pero en realidad de lo que se olvida es de sentirse, de escucharse, de mirar el porque se enamora de esa persona o situación, el trasfondo de ello.
Muchas veces en el otro nos encontramos a nosotros mismos, a esa debilidad, fragilidad, individualidad que no exponemos ante los otros. Muchas veces al enamorarnos de un otro así aprovechamos a mirar esas partes de nosotros mismos que no elegiríamos pero que conviven dentro nuestro. Al enamorarnos de otro nos estamos diciendo abrázate, mírate, acéptate. El sos vos y vos sos él. Entonces llega un momento que eso que tiene el otro lo aceptas en vos y todo fluye al encuentro de un par.
No existe inteligencia que pase la prueba del amor, ya que no se usan tácticas ni maniobras para ganar la prueba sino aceptar el fluir natural de las cosas que te lleven a lugares impensados y que la elasticidad de ambos pueden lograr manejar en un tiro constante de tensión y afloje hasta que sin darte cuenta te encontras flotando en una embarcación que se armo casi sola y que te lanza a la mayor aventura de compartir tu rutina, lo cotidiano: acompañada.
Por eso te digo: "Ojala que permitas que haya un encuentro y que vaya a donde tenga que ir, sin ponerle rotulo"
