Iba por la vida buscando señales, dándome tropezones al querer fijarme bajo una piedrita del largo camino dorado por el cual me encontraba. Como en el mago de Oz, creía que al final del camino encontraría el tesoro. Todavía sigo buscándolo, han pasado 10 años, consultando brujas, videntes, plantas sagradas, y ninguno me ha podido dar la respuesta para mi corazón. En el proceso me he encontrado a mi misma, y con ella descubierto que muchas cosas que creía que valían la pena ya no valen tanto, lo que para otros era toda una aventura para mi no es novedad. He vivido intensamente, sin arrepentirme de lo que he hecho, pero el tiempo ha pasado, como una eternidad la siento. He buscado a mi príncipe en su caballo blanco, y cada vez mas la idea romántica se ha desvanecido. Quiero un hombre de carne y hueso en el cual apoyarme, en el cual compartir la cotidianeidad de esta vida que para mí ya es larga. He sido cien para volverme una sola, una mujer que quiere, que sueña, que es atropellada y siente pero que sobretodo se apasiona. Me he enamorado a primera vista todas las veces, y si me preguntan es la única forma que se para sentir Amor. Ya estoy confundida sobre lo que significa, ya que cada ser tiene una manera diferente de describirlo y claro que otra de experimentarlo. Así he llegado a la conclusión que la única manera es la que uno consigue vivirlo. No hay formulas mágicas ni hechizos de hadas madrinas, solo hay un tiempo para encontrarte y en el cual puedas encontrarte con otro par de ojos dispuestos a mirar lo mismo.
Mirando para atrás, cada hombre al que ame, me mostró un pedacito de mi misma, me hizo ver como era, como reaccionaba, hasta terminar de sorprenderme que no había un libro que pudiera describirme, y creo que no hay ninguno que realmente pueda describir a ninguna pareja a pesar de las generalidades que uno encuentra.
El amor es una construcción de dos personas según las expectativas que tiene del otro y de lo que quiere el otro. Hay distintas formas de amar y creo que no se puede juzgar. Lo importante es sentir que uno ama y es amado.
La compañía hace al amor, el poder ver las mismas cosas y el transitar por los mismos lugares hace que los recuerdos sientan precedentes y de alguna forma se conviertan en vida. Porque lo que uno termina haciendo al querer enamorarse es querer vivir compartiendo.