Frases de Confucio:
Hoy fui al Lama temple en Beijing y hoy sentí amor por china, se cumple una semana de estar aquí y tal vez Rusia me dio tanto que me costaba entender la energía del nuevo lugar. Hoy fuimos a la mañana al confucio temple y sentí la espiritualidad. Adore la imagen de Confucio, me inspiro paz, los arboles que rodeaban el lugar de enseñanza eran como amantes entre ellos, se entrelazaban los arboles y me mostraban una imagen de amor. Luego seguimos a otro templo lleno de peces, agua y muy linda decoración, y sentí belleza, sentí grandeza, sentí esa antigüedad que no había podido ver entre rascacielos y una ciudad del futuro en la que me he encontrado estos días al organizar la exposición y estar parando en SanLitun donde la modernidad es parte de lo cotidiano.
Luego llegamos al Lama temple y convencida a comprar los inciensos para prender en el templo para todas, nos encontramos con que te regalaban los inciensos, así fue como entramos a este templo bien decorado y con gente haciendo sus pedidos y rezando a su manera con los inciensos y al entrar al primer templo y ver al buda de la abundancia y de la prosperidad me largue a llorar de la emoción. El llanto nació de mi corazón, no podía parar de llorar sin entender bien porque. Pedí amar China, pedí entenderla, pedí tener la oportunidad de acercarme a su cultura y cuando estaba saliendo del templo, una señora china que estaba limpiando el templo me busco y me dio una manzana, una naranja de regalo, que estaba en el templo y yo quise darle 100 yuan de regalo, porque sentí su bendición y me miro que no podía aceptarlo pero que podía donarlo al templo. Así que sin dudarlo, metí el dinero en una urna y pedí por la abundancia en mi vida, que siga fluyendo, confiar es primario. Dar para recibir. Salí del templo y la china volvió a pararme y me lleno de caramelos blancos con conejos azules que decían Whiterabbit, cuando yo adoro los conejos, son mi animal favorito. Pura bendicion, pura emoción, pura gratificación. Su sencillez, su grandeza, hizo que abriera esa puerta dentro de mi corazón a china, esa señal que uno necesita, porque fui al templo buscando respuestas.
Este año hay que decidir, y el miedo siempre esta detrás de las decisiones, y el miedo es mas a la inseguridad del futuro que a las ganas, así que el paseo en el templo me hizo entender que no tengo que tener miedo. Que este viaje desde que salí ha sido una bendición, ha sido recoger la cosecha, los frutos, de actuar bien, sin importar lo que el otro hace, pero si uno se copia y actúa mal porque otro te hace mal uno se convierte en lo que no le gusta ser, entonces no estas en paz. Mi camino siempre ha sido como el de la tortuga despacito pero consciente, sabiendo como quiero llegar y la vida con 36 años me demuestra que he echo bien las cosas.
Ayer me levante pensando en que si no hubiera trabajado en cancilleria no tendría a una amiga como Andrea, que vive en china Rovelli y que gracias a ese trabajo logre otras cosas, como afectos, y estar llena de vivencias y de aventuras de mi vida. Todo es perfecto, uno no se da cuenta en el momento que lo vive pero los años te muestran que hiciste lo correcto.
Salí del templo enamorada de china, tal vez de los lamas, tal vez de esa cultura que no había visto todavía por mas que había ido a la ciudad prohibida o a la muralla china, lugares donde se siente la guerra, la pelea por sobrevivir. En cambio en este templo sentí las enseñanzas de confucio, el equilibrio entre el agua y la tierra, entre los elementos de la naturaleza.
Encontrar las respuestas, tiene que ver con esperar a estar convencido, seguro, a veces nos apuramos y cuando dudamos es que no estamos seguros y solo hay que darle mas tiempo a la vida para tomar la decisión correcta. Hoy ame a china, ame a esa mujer que se me acerco a darme bendiciones y abundancia, me comí la manzana en el templo como símbolo del amor, me llene de su jugo y sentí la pureza del ser que sin importar la nacionalidad de donde sos y del idioma, ella me vio en mi emoción y me abrazo a su manera. Me sentí parte, y sentí que China me había dado la bienvenida, aceptando mi arte, mis colores y mi libertad para hacer lo que se hacer. No hubo contradicción, solo certezas. La vida termina siendo un gran camino en el cual uno no para de decidir, y sobretodo de invertir en uno mismo para crecer, aprender, y ser.
“Aprende a vivir y sabrás morir bien” Confucio